El ADAC Rallye de Alemania (16-19 de agosto) proporcionará a los equipos uno de los mayores desafíos del año, ya que el WRC regresa al asfalto para la novena cita de la temporada.
En general, se considera que son tres rallyes en uno, las formaciones se enfrentarán a carreteras rurales estrechas, pistas de acceso que zigzaguean a través de los viñedos de Mosela y caminos bordeados por enormes bloques de hormigón llamados hinkelsteins en el área de entrenamiento militar de Baumholder.
El rallye comienza el jueves por la noche con un inicio ceremonial en la ciudad de St. Wendel y luego con una nueva súper especial de 2.05 km en el parque de atracciones de Wendelinuspark de la ciudad.
Las pruebas del viernes llevan a los competidores a las laderas cubiertas de viñedos del valle del Mosela por dos especiales: Stein und Wein (19.44 km) - regresando al itinerario por primera vez desde 2015 - y Mittelmosel (22.00 km).
La especial final del bucle, Wadern-Weiskirchen (9,27 km), es una especial de formada por carreteras a través de campos abierto con muchos cruces. Todas las pruebas se vuelven a ejecutar por la tarde después de la asistencia en Bostalsee.
El sábado es el día más largo y cuenta con acción en el complejo de entrenamiento de tanques Baumholder y en las estrechas carreteras rurales de la región de Sarre. Hay ocho especiales en total, dispuestas como dos bucles de cuatro.
La primera prueba, Arena Panzerplatte (9.43 km), es una mezcla de secciones utilizadas en 2017 y es una especial antes de la siguiente de Panzerplatte de 38,57 km, que es e tramo más largo del rallye. Una zona de ajuste de neumáticos divide los bucles, ya que las formaciones abandonan Baumholder por las rápidas carreteras rurales de Freisen (14,78 km) y Römerstraße (12,28 km). Las cuatro especiales se repiten por la tarde.
Tres especiales conforman el itinerario del último día del rallye. Una prueba extendida de Grafschaft (29.07 km) se ejecuta dos veces, consecutivamente, antes de que el rallye termine con Bosenberg de 14.04 km, que regresa después de una ausencia de dos años como el Power Stage.
LO MÁS DESTACADO
- Especiales de Baumholder. Además de las temibles hinkelsteins que castigan a cualquiera que corra ligeramente fuera de la trazada, las formaciones saltan regularmente a 40 metros en el famoso Gina’s Jump, lo que lo convierte en un lugar de visita obligada para los espectadores.
- Los productores de uva deben luchar para ver cuándo llega el WRC a la ciudad. Las hileras de vides son víctimas regulares de los pilotos que son demasiado ambiciosos con las horquillas del Mosela, pero dan unas vistas espectaculares.
- El clima. Las condiciones climáticas impredecibles han atrapado a los pilotos en el pasado, pero aquellos que los dominan, como Ott Tänak en 2017, pueden triunfar.
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