Jean nació en Colonia, donde su padre Ettore trabajó como jefe del departamento de producción de Gasmotoren-Fabrik Deutz AG. El nombre completo de Jean, Gianoberto Carlo Rembrandt Ettore Bugatti, claramente rindió homenaje a las raíces italianas de su familia, sin embargo, fue Jean debido a su hogar francés. Porque fue en el otoño del mismo año de su nacimiento que la familia Bugatti se mudó a Molsheim. En la pequeña ciudad alsaciana, Ettore Bugatti abrió su propia empresa en una de tintados en desuso, antes de firmar oficialmente el contrato de arrendamiento de su fábrica el 1 de enero de 1910.
Desde que era un niño, Jean estaba muy interesado en el negocio de su padre, y pasaba la mayor parte de su tiempo libre con los trabajadores de la fábrica. Cuando era un adolescente, ya demostró ser muy hábil en diferentes oficios y asumió más y más tareas y responsabilidades. A finales de la década de 1920, Jean Bugatti ya era una parte esencial de la compañía. Incluso sucedió a su padre como jefe de Bugatti a los 27 años en 1936 después de XY (huelga del sindicato de trabajadores).
Sin embargo, Jean es más conocido por diseñar muchos de los modelos más reconocidos de la marca, complementando la habilidad de ingeniería de su padre y haciendo de Bugatti uno de los nombres más importantes en la fabricación de automóviles.
El revolucionario y legendario Type 57 SC Atlantic fue la creación más icónica de Jean Bugatti. Presentaba líneas coupé fluidas y una distancia al suelo significativamente menor. Es considerado uno de los cupés deportivos más exclusivos y asombrosos del mundo. Con solo cuatro modelos construidos de los que solo dos sobrevivieron con piezas originales, es uno de los modelos clásicos más caros.
El Bugatti Type 57SC de 1936: Aéro Coupé, un automóvil que se conocería como “La voiture noire”, es quizás el automóvil más mítico de la historia. Después de haber sido construido, su elegante e icónico aspecto se usó para folletos internos, así como en diferentes exhibiciones de automóviles en el territorio francés. Se dice que nunca tuvo un propietario registrado, pero se usó como el automóvil personal de su creador Jean Bugatti, quien solo permitió a sus pilotos de carreras como William Grover-Williams y su esposa. La última mención asegurada del vehículo estaba en una lista del inventario de un tren que Ettore Bugatti solía enviar a Burdeos, algunas de sus posesiones más valiosas, intentando escapar de la Francia ocupada por los nazis. Lo que le sucedió a "La voiture noire" después de esto es una cuestión de leyendas. La teoría más común es que los nazis se apoderaron del vehículo hacia el final de la Segunda Guerra Mundial y, al desmantelarlo, utilizaron sus componentes de aluminio para sus últimos esfuerzos desesperados de guerra.
Jean Bugatti no vivió para ver la dramática pérdida de su amada "La voiture noire". El 11 de agosto de 1939, a la edad de solo 30 años, conducía en una de sus rutas de prueba habituales, no lejos de la fábrica, cerca de la aldea de Duppigheim, un ciclista atravesó un agujero en una cerca y, por lo tanto, sorprendentemente cruzó la calle. Jean trató de evitar golpear al ciclista y perdió el control sobre su vehículo, chocando contra un árbol. Hoy, un monumento en el lugar del accidente nos recuerda esta trágica pérdida.
El lugar de descanso final de Jean se encuentra en una parcela de la familia Bugatti que tiene en el cementerio municipal de Dorlisheim. Muy cerca, en el Château Street Jean y en los locales de Bugatti, el legado de él y el de su padre vive hasta el día de hoy.
