viernes. 29.03.2024

El ingeniero Wifredo Ricart y la empresa española ENASA crearon unos automóviles que actualmente son el sueño de todo coleccionista. Si bien el modelo Z-102 fue presentado en el Salón de París de 1951, fue un año más tarde, 1952, cuando se mostró por vez primera en este mismo certamen el Pegaso Z-102 Cabriolet, único prototipo descapotable dotado de una carrocería fabricada por la propia ENASA.
La unidad de la que Nou Onze se ocupa del mantenimiento es uno de los 55 automóviles Pegaso que quedan y uno de los pocos convertibles. Esta unidad, después de su presentación en París 1952 y tras algunos años en los que sufrió algunas modificaciones típicas de la época, se transformó y vendió como coupé. Su ultimo y actual propietario desde 1984 lo restauró y retornó a su aspecto original de 1952.
El motor de este magnífico ejemplar convertible Z-102 es un 8 cilindros en V de 2.816cc con un solo carburador y caja de cambios ZF de 5 velocidades. El peso total es de 980 kg. Además de su excelente estado mecánico y funcional, con escrupulosas revisiones periódicas en las instalaciones de Nou Onze, es muy destacable que el coche tiene 55.000 km originales reales.
ENASA se edificó sobre los restos de la que había sido Hispano Suiza, de modo que este Pegaso Z-102 Cabriolet fue uno de los que se construyeron en la fábrica barcelonesa de La Sagrera. Un coche por lo tanto diseñado y fabricado en Barcelona y que en esta misma ciudad está disfrutando de una segunda vida. Son cosas que pasan cuando un coche es, en realidad, una auténtica obra de arte.

 

Pegaso Z-102 Cabriolet