sábado. 20.04.2024

La Fórmula 1, y más en concreto la FIA, tienen la capacidad infinita de sorprendernos. Lo hemos dicho muchas veces, y hoy nos reiteramos en ello. El pasado billete de Hungría lo iniciábamos hablando del mayor ridículo de la F1, el Gran Premio de Estados Unidos de 2005. Incluso afirmábamos que era prácticamente imposible que se superara aquello de ver solo seis pilotos, los que calzaban Bridgestone, disputando la carrera mientras que el resto de equipos que montaban Michelin se metían al fast lane tras la vuelta de formación. Lo recordábamos el día que tan solo Lewis Hamilton tomó la salida en Hungría desde la parrilla. Pues bien, ayer en Bélgica el equipo capitaneado por Michael Masi, director de carrera de la Fórmula 1, alcanzó la hazaña de superar el esperpento de Indianápolis 2005.

Los 75.000 espectadores presentes en Francorchamps y los millones que lo hacen a través de sus televisores tras pasar religiosamente por caja, se sintieron estafados cuando Masi anunciaba que la carrera estaba finiquitada tras casi cuatro horas de aplazamientos, y dos vueltas tras el safety car. Pero esa decisión, conlleva dos aspectos importantes a analizar y ante los que tenemos opiniones diametralmente opuestas. Y es que, llegados a ese punto, hay que preguntarse dos cosas, si realmente había que haber corrido la carrera, y si era necesario conformar un podio y otorgar unos puntos a una carrera que no llegó a disputarse. La primera cuestión es la que tendrá más discusión entre aficionados y los propios protagonistas del evento, mientras que la segunda parece que ha tenido a todo el mundo en contra.

Como aficionado nos entra primero la duda de si la carrera se debería de haber disputado. Si miramos el pasado nos encontraremos con unos cuantos ejemplos que recordamos como grandes gestas de este deporte. No hay más que tirar de hemeroteca e irse al Gran Premio de Japón de 1976. Si uno busca imágenes en Youtube, las reales, no las que se reflejan en la película Rush que narra la batalla de ese año entre James Hunt y Niki Lauda, observará que no hay mucha diferencia con las escenas que ayer vimos en Spa. De hecho, el propio Lauda abandonó la carrera afirmando que no era lógico correr con tan poca visibilidad a pesar de que eso le suponía perder el mundial en favor de Hunt.

Y ustedes se preguntarán, si los coches de 1976 y sus neumáticos estaban mucho menos preparados para esa situación de agua, y ellos sí disputaron la carrera, ¿por qué ayer no? Pues muy sencillo, por la misma razón de que ahora no se utilizan depósitos de combustible de acero o aluminio, que antaño provocaban incendios letales en los monoplazas. Una cosa es correr con agua y otra muy diferente correr sin visibilidad. Por ejemplo, cuatro décadas después, también en Japón, pero en Suzuka, una carrera también pasada por agua y el fatal accidente de Jules Bianchi contra una excavadora que sacaba de la escapatoria el monoplaza de Adrian Sutil motivaron que se cambiara el protocolo de actuación ante accidentes en pista y que se iniciará el diseño del Halo con el que ahora se protege la cabeza de los pilotos.

Llegados a este punto creo que tenemos que diferenciar bien entre un trazado con agua y un trazado sin visibilidad. Siempre he defendido que en agua se puede correr también. Obviamente nada va a ser igual que en seco, pero la historia está llena de carreras disputadas bajo aguaceros que han forjado la leyenda de este deporte. Son muchas las ocasiones en las que dedicamos el billete al desaparecido Charlie Whiting por no permitir disputar la carrera bajo la lluvia o obligar a que la misma arrancase tras el safety car. Ya sé que no es lo mismo hablar de una carrera sentado al ordenador escribiendo que estar sentado en el cockpit de un monoplaza, pero señores, los monoplazas también están pensados para correr en mojado, y más los de ahora.

Sin embargo, otra cosa muy diferente es que no se pueda ver nada en el trazado como ocurrió ayer en Spa. No he encontrado declaraciones de ningún piloto que afirmara que la pista estaba para disputar la carrera. Tan solo una transmisión por radio de Checo Pérez en las dos vueltas del ridículo en la que el mexicano afirmaba que la parte de atrás del circuito estaba mejorando. No hay que olvidar que el piloto de Red Bull, que salía séptimo, rodaba en ese momento el último tras haberse salido en la vuelta inicial de formación.

Por lo tanto, creo que no debemos cargar las tintas contra la FIA, la FOM o el propio Michael Masi por no haber permitido que la carrera se disputase ayer. Eso sí, para mi todos ellos son culpables del esperpento en el que terminó el gran premio. Había más salidas al gran premio que la que tomaron los comisarios deportivos con Michael Masi, y además ninguna hubiera supuesto una pantomima para la FIA.

Fueron muchas las voces que a lo largo de esas casi cuatro horas de parón apuntaron el aplazamiento de la carrera al lunes. Más aún cuando el siguiente gran premio, el de Holanda, tiene su trazado a unas tres horas en coche de Spa. Posponer un día el traslado a Zandvoort no debería de haber sido algo imposible, sin embargo, Masi se encargó de explicar enseguida que era totalmente imposible por la logística.

Incluso la anulación de la carrera hubiera sabido mejor a aficionados y pilotos. Realmente creo que lo que primaron fueron las presiones económicas de la FIA, la FOM, y la gente de Liberty Media para que no se rompieran los contratos de esta carrera y no hubiera que devolver el dinero ni a los aficionados, ni a los patrocinadores ni al promotor de la carrera. Si se daban dos vueltas, aunque fuese tras el safety car, realmente se habría disputado el gran premio a todos los efectos por la reglamentación, y eso fue lo que buscaron cuando ya llevábamos más de tres horas de espera. Tras la pantomima, Masi recalcó que no había sido así y que tan solo buscaban una ventana en la climatología para disputar la carrera, pero sinceramente, no me creo la explicación. Más aún, cuando el australiano tuvo que explicar después el por qué de que en la clasificación final apareciese solo la primera vuelta disputada. Y es que, atendiendo al artículo 51.14 de la reglamentación de la Fórmula 1, cuando hay una bandera roja que finiquita la carrera se tiene en cuenta para la clasificación la penúltima vuelta, en este caso la primera, mientras que para que se puedan otorgar puntos en un gran premio hay que haber disputado más de dos vueltas, y los pilotos pasaron la meta por tercera vez en el momento que entraban al fast lane tras el coche de seguridad, una vez que habían sacado la bandera roja. Vamos, que estaba todo perfectamente estudiado para que hubiese puntos, entrega de premios y, en resumen, un fin de carrera normal para un gran premio anormal.

De esta forma nos quedamos con la sexta carrera de la historia en la que se otorgan la mitad de los puntos a los pilotos y equipos por no haberse alcanzado el 75 % de las vueltas programadas. De esas cinco anteriores hay dos que recordarán los aficionados. Una la de Mónaco de 1984, quizás la más famosa porque la protagonizaron Ayrton Senna, Alain Prost y el director de carrera y ex piloto Jacky Ickx, que cedió a las presiones del galo para sacar la bandera roja junto a la de cuadros cuando el brasileño estaba a punto de superar al campeón francés con un Toleman muy inferior al McLaren. Y la otra la de Monjuic de 1975 en la que un fatal accidente acabó con la vida de cinco aficionados y apartó para siempre al trazado barcelonés del calendario de la Fórmula 1.

Flaco favor han hecho ayer todos los dirigentes de este deporte a la batalla que tienen para aumentar los aficionados en los circuitos y las televisiones. Igual que no debemos discutir una situación clara de seguridad que realmente imposibilitaba la disputa del gran premio, como era la falta de visibilidad, no debemos permitir que los capos de la Fórmula 1 se vayan de rositas con el bochornoso espectáculo que ayer nos brindaron.

Realmente es una pena que un día en el que deberíamos de estar hablando de la hazaña de George Russell el sábado en la calificación, colocando su Williams en primera línea de parrilla, acabemos hablando de la carrera que nunca se disputó. Pero la Fórmula 1 es así, para lo bueno y para lo malo, no hay otro deporte capaz de sorprendernos como este. Quizás por eso la amamos tanto.

@luismanuelreyes

 

CLASIFICACION GP BELGICA

1.-Max Verstappen (Red Bull/Honda) 3'27.071
2.-George Russell (Williams/Mercedes) 3'29.066
3.-Lewis Hamilton (Mercedes) 3'29.672
4.-Daniel Ricciardo (McLaren/Mercedes) 3'31.567
5.-Sebastian Vettel (Aston Martin/Mercedes) 3'34.550
6.-Pierre Gasly (AlphaTauri/Honda) 3'37.248
7.-Esteban Ocon (Alpine/Renault) 3'38.650
8.-Charles Leclerc (Ferrari) 3'39.679
9.-Nicholas Latifi (Williams/Mercedes) 3'42.555
10.-Carlos Sainz (Ferrari) 3'43.237
11.-Fernando Alonso (Alpine/Renault) 3'47.661
12.-Valtteri Bottas (Mercedes) 3'49.485
13.-Antonio Giovinazzi (Alfa Romeo/Ferrari) 3'51.234
14.-Lando Norris (McLaren/Mercedes) 3'54.180
15.-Yuki Tsunoda (AlphaTauri/Honda) 3'55.400
16.-Mick Schumacher (Haas/Ferrari) 3'56.578
17.-Nikita Mazepin (Haas/Ferrari) 3'59.064
18.-Lance Stroll (Aston Martin/Mercedes) 4'01.179
19.-Kimi Räikkönen (Alfa Romeo/Ferrari) 4'03.125
20.-Sergio Pérez (Red Bull/Honda) 4'05.276

¡¡¡Ridículo en Spa!!!