50 años del Fiat 131, la berlina que ganó el mundial de rallyes
Comercializado con éxito entre 1974 y 1984, el Fiat 131 Mirafiori ha quedado en la memoria como una de las berlinas clave en la historia de Fiat, tanto por sus prestaciones y su confort como por sus triunfos deportivos, entre ellos los Campeonatos Mundiales de Rallyes de 1977, 1978 y 1980.
El diseño y la filosofía del Fiat 131 es fruto de la Crisis del Petróleo. Sus líneas angulosas con un estilo funcional, sus motorizaciones y la adopción de innovaciones como la dirección de cremallera inciden en aspectos como el consumo de carburante y la seguridad.
En su década de vida comercial, el Fiat 131 ha dejado imágenes para el recuerdo, como la llamativa carrocería con los colores de la bandera italiana con la que marcó una época en los deportes del motor o la vertiginosa persecución protagonizada por Jean-Paul Belmondo en la película “El Profesional”, estrenada en 1981.
Uno de los Fiat más exitosos de la historia tanto en el terreno deportivo como en el comercial cumple medio siglo. El Fiat 131 fue un vehículo clave para entender la evolución del segmento de las berlinas durante los años de la Crisis del Petróleo, un periodo que coincide casi milimétricamente con el periodo de comercialización de este modelo (1974-84). Este modelo llevó el nombre de la mítica planta de Mirafiori por los cinco continentes y ha sido, hasta la fecha, el único automóvil de la marca en coronarse Campeón del Mundo de Rallyes.
El Fiat 131 Mirafiori llama la atención, precisamente, por su nombre. Es uno de los primeros modelos de la marca en no ser conocidos exclusivamente por una serie de números sino por una palabra que, en este caso, hace referencia a la fábrica en la que se producía. En algunos mercados internacionales, como el estadounidense, fue comercializado como Fiat Brava, una denominación que sería retomada por la marca años más tarde para bautizar a otro modelo.
Estéticamente, el Fiat 131 Mirafiori es un alarde de elegancia y sobriedad. Con una silueta de tres volúmenes y una estructura de sedán de cuatro puertas o coupé de dos, destaca por sus líneas puras y angulosas con una vocación totalmente funcional. En su primera serie, dependiendo del acabado, su frontal mostraba faros dobles rectangulares o redondos, además de pilotos de forma de “T” girada 90˚ en la zaga. En el interior, fue el primer automóvil que iluminó algunos elementos del salpicadero, como algunos interruptores y los mandos de la calefacción.
En marzo de 1975, se lanzaría su versión familiar, de gran éxito, conocida como “Panorama” a partir de 1978. Precisamente, ese año llegaría un profundo restyling en el que se apostaría por grandes faros rectangulares, salvo en las versiones Racing y diésel, y por pilotos traseros también rectangulares. En el apartado técnico, los motores gasolina 1.3 y 1.6 de los acabados Supermirafiori incorporan doble árbol de levas lateral. Tres años después, el tope de gama del Fiat 131 completaría su equipamiento con elevalunas eléctrico y cierre centralizado y se generalizaría la caja de cambios manual de 5 velocidades 5Speed.
La historia del Fiat 131 está totalmente ligada a su faceta deportiva, con su versión Fiat 131 Abarth Rally. Con carrocería Bertone y un motor de 16V capaz de desarrollar 235 CV en la categoría reina de esta disciplina, su librea de competición con los colores verde, blanco y rojo de la bandera italiana se convirtieron en un elemento icónico a finales de los 70 y principios de los 80, un periodo en el que reinó sobre carreteras y pistas de tierra para lograr tres Campeonatos del Mundo de Rallies en 1977, 1978 y 1980, además de lograr el título de pilotos para el alemán Walter Röhl y el finlandés Markky Alen.
En la cultura popular, el Fiat 131 Mirafiori es recordado por los más cinéfilos por la trepidante persecución del film “El Profesional” (1981), con Jean-Paul Belmondo al volante. En esta película, dirigida por Georges Lautner y con banda sonora de Ennio Morricone, el gran actor francés da vida a un espía traicionado por los servicios secretos que busca venganza.