El Alfa Romeo 6, origen del mítico motor Busso V6
Las berlinas de gama alta son uno de los segmentos esenciales en la historia de Alfa Romeo. Sin embargo, durante casi todos los años 60, la firma del “Biscione” no contó con un representante en esta categoría. Hubo muchos factores detrás de esta ausencia, el principal de ellos la crisis del petróleo que, desde de 1973, hizo que los esfuerzos de la marca se centraran en automóviles compactos y de bajo consumo. El Proghetto 119, que daría lugar al Alfa Romeo 6, tuvo que esperar hasta 1979 para ver a la luz, aunque muchas de sus innovaciones mecánicas y estructurales se estrenaron en el Alfetta siete años antes.
Sin embargo, el Alfa Romeo 6 hizo que tantos años de paciencia valieran la pena. Con 12.070 unidades producidas entre 1979 y 1985, esta berlina de representación marcó toda una época por su motor V6 de 2.5 cm3 de cilindrada, desarrollado por el ingeniero Giuseppe Busso. Con gran parte de sus componentes realizados en aleación ligera, contaba con dos árboles de levas en cabeza accionados por correa. Estaba alimentado por 6 carburadores Dell’ Orto. Con una potencia máxima de 156 CV a 5600 rpm y un par motor de 224 Nm a 4000 rpm, formó parte, con mejoras y novedades a lo largo de los años, de las motorizaciones de varios modelos de Alfa Romeo hasta nada menos que 2006.
El Alfa 6 destacó por su confort, su agrado de conducción y su adherencia en carretera. Su comportamiento era excelente, con el toque dinámico que caracteriza a todos los vehículos del “Biscione”. Era un automóvil de altas prestaciones con un equipamiento y acabados lujosos para la época.
Primer Alfa Romeo con dirección asistida, fue un referente por la ergonomía de su puesto de conducción. Todos los mandos estaban situados al alcance de mano y su instrumentación, que incluía un reóstato para controlar la intensidad de la luz, era muy completa. Tanto el asiento, regulable eléctricamente, como el volante podían variar su altura en 5 cm. Las puertas traseras contaban con sistemas de seguridad infantil y equipaba cierre centralizado. Contaba con sistema de climatización eficaz y sencillo de utilizar, además de un termostato. Su Cx de 0,41 le permitía alcanzar los 220 km/h.
El habitáculo era robusto y seguro, pensado para acoger con comodidad a 4 pasajeros. Llama la atención su superficie acristalada de 2,84 m2, inmensa para su época, que cubría ofrecía una visión del 92% del contorno del coche, proporcionando, además una gran luminosidad.
El mayor restyling de este modelo llegaría en 1983, en los que sus característicos faros redondos darían paso a dos grupos ópticos cuadrados y un amplio paragolpes de plástico más del gusto de la época. Bajo el capó se incorporaron nuevos motores: un 2.0 V6 de 130 CV y un 2.5 turbodiésel que ofrecía 103 CV.