El 301, el 202 o el 504 y las vacaciones de invierno con las familias
La típica foto antigua en blanco y negro de una familia cargando los regalos de Navidad o los esquís para la nieve hasta el techo, tal vez con los niños jugando al lado, o una en “Technicolor” de un descanso en el largo viaje de vacaciones... en todas ellas era fácil encontrar uno de los grandes clásicos de Peugeot con un espacio en el habitáculo y en el maletero que se les asemejaban a lo que hoy son el Peugeot 308 SW o el Peugeot 508 SW. ¿Cuáles eran estos modelos que, para muchos, eran parte de la familia?
Desde el principio del siglo XX, el coche ha representado un símbolo de escape, un medio para recorrer distancias cada vez mayores para descubrir el mundo. Pero si inicialmente fue un lujo para unos pocos, a lo largo de los años se ha vuelto cada vez más accesible para una amplia gama de clientes. Y de familias.
Muchos compraron automóviles principalmente con fines comerciales. Basta pensar en los pequeños artesanos y comerciantes que, ciertamente, no podían permitirse un coche para las vacaciones y otro para trabajar... Fue así como, a mediados de los años veinte, nacieron los primeros coches estructurados para cubrir esta doble función. Peugeot se sitúa en esos años inmediatamente a la vanguardia ofreciendo una gama de modelos capaces de afrontar ambas tareas, sin demasiados compromisos. El resultado pronto fue apreciado por los clientes, logrando conquistar una parte importante del mercado que nunca más será abandonada.
Los primeros Peugeot en ocupar este doble papel fueron el Peugeot 201, seguidos pronto por el 301 y el 401. Las denominaciones de estos vehículos iban desde el “Torpedo comercial de 4 plazas” hasta el “coach comercial de 4 plazas” o la “Limusina Comercial de 6 plazas”, traduciéndolas del francés.
Con la llegada de la serie 02 y en particular con el Peugeot 402, las capacidades de carga en términos de volumen y peso transportable aumentaron significativamente, pero no solo eso. Las soluciones modulares también se mejoran para aumentar y disminuir las posibilidades de gestionar el espacio destinado a la carga con extrema sencillez.
El Peugeot 202 "Commercial Limousine" con 4 o 6 plazas será, en 1938, la primera familia comercial en adoptar una línea moderna inmediatamente atribuible a lo que siguen siendo los estereotipos de estos modelos en la actualidad. El 202 rompe, después de la II Guerra Mundial, con la versión denominada “canadienne” por su estructura de madera, tanto por la necesidad del mercado como por ser un estilo que no se pasaba de moda, alcanzando unas soluciones estéticas muy interesantes.
Pero es a partir de los años cincuenta cuando el Break o Family (según el número de plazas, que varía de 5 a 7) se expande más rápidamente: son los Peugeot 203 y Peugeot 403 los que pronto se hacen habituales en el panorama automovilístico europeo. Todos los coches Peugeot "largos" (como se suele denominar en la jerga break o coches familiares para distinguirlos de los sedanes) están diseñados para montar un portaequipajes muy grande con seis puntos de anclaje, muy útil para cargar bultos como esquíes en invierno o tablas de surf en verano, especialmente si en el interior viajan siete pasajeros.
En los años sesenta y setenta, con el boom económico, Peugeot lanzó una amplia gama de modelos largos, desde el Peugeot 404 Break, Commercial y Family, hasta el pequeño Peugeot 204 Break, para pasar en la década siguiente al Peugeot 304 Break y el Peugeot 504 Break, Commercial y Family. En el invierno, las calles se llenan de estos adorables “todoterreno”, pero las fotos ya no son en blanco y negro como antaño, ahora son en color y compiten con sus hermanos más altos, los SUV.