Citroën

50 años del GS y de la primera travesía del Sáhara

Tras el lanzamiento del SM, el GS se presentó en el Salón de París de 1970 y fue la gran estrella. Recibió el premio Coche del Año en Europa en 1971.

En la edición 2020 del Salón Rétromobile (Paris Expo Porte de Versailles), que se celebrará del miércoles 5 al domingo 9 de febrero (velada de prensa el día 4 de febrero a partir de las 19h), Citroën invita a los visitantes a descubrir su stand en el Pabellón I. Tras una edición histórica que coincidió en 2019 con el Centenario de la marca, Citroën celebra un nuevo aniversario para el que ha impregnado su stand del espíritu aventurero…

CITROËN GS, UNA MERECIDA FAMA INTERNACIONAL

Tras el lanzamiento del SM, el GS se presentó en el Salón de París de 1970 y fue la gran estrella. Recibió el premio Coche del Año en Europa en 1971. Su éxito comercial, con casi 2,5 millones de unidades entre 1970 y 1987 (incluyendo el GSA), demuestra el éxito de un modelo que tuvo una destacada trayectoria en numerosos mercados.

La clave de su éxito: un coche de gama media (4,12 m de longitud, 1,60 m de anchura, 1,34 m de altura, 900 kg de peso en vacío), con 5 plazas y bien adaptado a las necesidades de la época. Fabricado en la planta de Rennes-la-Janais, en Francia, siguiendo el genial planteamiento realizado por sus diseñadores. El GS exhibía un diseño moderno y aerodinámico, montaba un motor de 4 cilindros bóxer inédito y tenía un habitáculo muy bien estudiado. Como colofón, disponía de la suspensión hidráulica que le proporcionaba un confort y un comportamiento en carretera que sus rivales fueron incapaces de igualar. El GS tenía, además, otras características que le convertían en un modelo adelantado a su tiempo como, por ejemplo, 4 frenos de disco y un maletero de 465 litros (710 para la versión break). Y, por supuesto, algunos elementos tan originales como el freno de mano con la palanca en el centro del salpicadero o el velocímetro rotativo presentado en un cristal con una lupa.

Su larga carrera incluyó varias evoluciones de carrocería (break y un rediseño que lo convirtió en GSA) o mecánicas (cilindrada, cajas de cambios de 5 marchas o transmisión C-Matic) e incluso una efímera versión con motor rotativo “Birotor” de la que se fabricaron 847 unidades entre 1973 y 1975.

El GSA sustituyó al GS en 1979. Este modelo adoptó unos voluminosos parachoques envolventes fabricados en material sintético y un práctico portón trasero. Asimismo, disponía de una toma de “diagnosis” bajo el capó que permitía diferentes controles y reglajes: tensión de la batería en vacío en el arranque, ángulo y simetría de las levas, régimen del ralentí…

Tal como afirmó la prensa de la época: «Con el GS, Citroën da en el blanco».

A su línea y su diseño innovadores, el GS añadía un excelente comportamiento, con lo que ha sabido conquistar a los coleccionistas. En el universo de los Citroën clásicos, el GS tiene antecesores y sucesores que a veces le quitan protagonismo, pero cuenta con numerosos fieles que este año celebrarán sus 50 años de existencia.

LA PRIMERA TRAVESÍA DEL SÁHARA EN AUTOMÓVIL

La primera travesía del Sáhara en automóvil tuvo lugar del 19 de diciembre de 1922 al 7 de enero de 1923 con 5 autocadenas Citroën: Scarabée d’Or, Croissant d’Argent, Tortue Volante, Bœuf Apis y Chenille Rampante (los dos últimos vehículos de carga). Bajo el doble mando de Georges-Marie Haardt, jefe de expedición, y de Louis Audouin-Dubreuil, su segundo, recorrieron más de 3.200 km por el desierto en la ida. El regreso no estaba inicialmente previsto pero el éxito de la operación y la fiabilidad de los vehículos convenció al equipo para regresar por el mismo camino duplicando, de este modo, el éxito alcanzado. Además del fantástico logro tecnológico conseguido en 1922 con los autocadenas construidos sobre la base del Citroën B2 10 HP modelo K1, esta expedición abrió el camino a los posteriores Cruceros Citroën (Negro, Amarillo, etc.) y a la realización de rutas inexploradas que fueron posteriormente retomadas por los estados mayores de todas las naciones. La expedición fue llevada al cine y contada en libros, como demostración del saber hacer y de un espíritu de aventura inherente desde siempre a la marca Citroën. Sin olvidar, una pequeña historia dentro de la gran aventura: al equipo le acompañó Flossie, un perrito que Hergé tomó como inspiración para el célebre Milú, compañero de Tintín.

Para preparar la travesía del Sáhara, desde Touggourt (Argelia) hasta Tombouctou (Mali), André Citroën creó un servicio especial en enero de 1921. La misión se llevó a cabo con vehículos equipados con orugas Kégresse. André Citroën supo ver las posibilidades del invento: un mecanismo con una banda sin fin creado por Adolphe Kégresse. Esta primicia mundial inspiró todos los rallyes de largo kilometraje de la historia moderna. Este viaje de exploración se realizó bajo la atenta mirada de la prensa de la época con boletines regulares en los periódicos cada vez que las transmisiones de radio o de telégrafo conseguían llegar a París desde el desierto. Fue una demostración del saber hacer industrial, técnico y comercial de Citroën, en forma de una epopeya que fue, al mismo tiempo, una gran aventura humana. En el prólogo del libro de la expedición, publicado en 1923 por la editorial PLON, André Citroën indica, hablando de los aventureros: “(…) Su mayor satisfacción es poder decir que, gracias a ellos, se ha edificado una obra perdurable que seguirá dando resultados incluso cuando ellos mismos hayan desaparecido. Para ellos, esto es lo esencial: los arquitectos mueren, pero el templo queda para siempre”.

LA RÉPLICA DEL ESCARABAJO DE ORO EXPUESTA, RESULTADO DE UN PROYECTO DE 3 AÑOS

Citroën presenta la réplica del autocadenas Escarabajo de Oro, una reproducción idéntica al original que participó en las celebraciones del Centenario de Citroën: Born Paris XV, la exposición de 100 años Citroën y el Encuentro del Siglo, celebrados en julio 2019.

La presentación de esta réplica permite destacar el trabajo de un equipo de 160 estudiantes de la escuela de ingenieros de Artes y Oficios y del Liceo Profesional de los oficios del automóvil Château d’Épluches y de 50 profesores y auxiliares con una inversión de 50.000 horas de trabajo y 1.500 kg de metal en 11 centros de producción.