FEVA concede su Premio Especial

El Premio Especial FEVA ha sido concedido en esta edición 2020, de modo extraordinario,  en dos modalidades, y a diferentes personas e instituciones.

A nivel individual, se ha galardonado a los miembros de la Comisión de Educación y Cultura del Congreso de los Diputados que aprobó la proposición no de Ley que instaba al Gobierno que se facilitara la circulación de los vehículos históricos y que se protegieran y tutelaran los automóviles de interés histórico  de acuerdo con las previsiones  de la Ley de Patrimonio Histórico Español y que redactaron el Reglamento de Vehículos Históricos. También se ha premiado a los miembros del grupo de trabajo interministerial que elaboró el texto del Real Decreto. O que velaron por su posterior aplicación. Estas personas son:

- D. Javier Álvarez- Montalvo

- D. Pablo Ibáñez

- D. Juan José Jauralde

- D. Francisco Tornos

- D. Fernando Muñoz

- D. Ramón Alvear

- D. Francisco de las Alas-Pumariño

- D. José María Altozano

- D. José Manuel Prieto.

Del mismo modo, FEVA quiere reconocer , haciendo extensivo el Premio, a las Administraciones con cuyo concurso la aplicación del RD. 1247 ha permitido salvar miles de vehículos históricos de un futuro incierto y han colaborado a mantener  nuestro Patrimonio  Cultural Automovilístico. Son las siguientes:

- Dirección General de Tráfico

- Ministerio de Industria

- Instituto de Patrimonio Cultural de España (Ministerio de Cultura)

 

 

FEVA ha decidido homenajear de este modo a las personas  que en aquel lejano 14 de julio de 1995 abrieron las puertas a una nueva etapa del coleccionismo de vehículos, y por ello, de la conservación, protección y enriquecimiento del Patrimonio de Automoción español.  Por otro lado, también  a los Ministerios y Administraciones responsables de la gestión de este Real Decreto.

En cuanto a los Premios a nivel individual, FEVA considera que los entonces diputados mostraron una sensibilidad extraordinaria al elaborar y defender el texto del  RD 1247/95, que ponía fin a una larguísima etapa de desamparo de los aficionados en cuanto a la legalización de los vehículos de colección.

La posibilidad de obtener una documentación en regla para vehículos que por los avatares de su historia bien carecían de ella, bien estaban en situación de baja definitiva permitió rescatar miles de vehículos que a pesar de su innegable valor histórico carecían de un futuro que no fuera el de meros objetos ornamentales, su desguace para aprovechamiento de sus componentes o la venta fuera de nuestro país.  De este modo no sólo se logró salvar estos vehículos, sino que ha fomentado también el crecimiento de la afición, al permitir el rescate de vehículos que tenían una conexión sentimental con nuevos aficionados.

Y por último, y no menos importante, abrió las puertas para la adquisición de vehículos de incalculable valor histórico de otros países, que por antigüedad y características resultaban imposibles de homologar en España, enriqueciendo de este modo nuestro Patrimonio Automovilístico.