Así se hizo el Seat 1400 “Monte-Carlo”
Hace años que este proyecto estaba en la mente de los responsables de Seat Históricos.
En la mágica y famosa nave A122 de Seat, la nave de los sueños y del prestigio donde se guardan, conservan y rehacen todos los Seat de la historia, hay un puñado de 1400; el origen de la marca, que este año celebra su 70 aniversario. Entre ellos hay una unidad de competición bautizada como 1400 B “Monte-Carlo”. Se trata de un coche muy especial.
Hace años que este proyecto estaba en la mente de los responsables de Seat Históricos. No todas las marcas tienen un coche de sus orígenes que compitió en el mítico rallye. El proyecto era uno de los que a Isidre López, máximo responsable de Seat Históricos, le hacía especial ilusión y ahora es una realidad. Es una de las joyas de la colección. “Lo compramos hace siete años” Nos apunta Isidre. “Se trata de una de las primeras unidades del 1400 que compramos y la idea original era hacerlo de serie, pero luego pudimos valorar otras cosas, hubo que hacer completamente la carrocería y como este era un coche elegible para competir en el Rallye Monte-Carlo Histórico (solo pueden inscribirse aquellos coches que compitieron en su momento), comenzamos a trabajar en el proyecto. Lo cierto es que nos hemos divertido haciendo una versión de rally de un coche que sobre el papel es tan anti rallye, porque es una berlina grande y pesada, con un motor más bien pequeño… pero fueron pasando los días y el coche nos fue sorprendiendo”.
La base es la de un 1400 B Especial, el más potente fabricado de serie por Seat. Es del año 1953, es decir, el primer coche fabricado por Seat, exactamente el primer 1400 salió un 11 de noviembre de 1953, aunque nuestro protagonista es de 1957. El 1400 de serie daba 47 CV de potencia y el B Especial llegó a los 57 CV. El motor de cuatro cilindros en línea con una mecánica muy de la época ha sido profundamente revisado y se ha mejorado incrementando la cilindrada a 1436 cc (la original era de 1398) y además se ha aumentado la relación de compresión hasta los 9,5 a 1. También se han optimizado y ajustado los cuatro carburadores Weber horizontales que además de una estética racing aportan un sonido impresionante. Y así, el motor ofrece 88 CV, que con sus poco más de mil kilos es capaz de proyectar al veterano Seat por encima de los 135 km/h, que no está nada mal. El trabajo realizado ha sido global y no hay detalle por simple que parezca que no haya sido objeto de revisión y, si era posible, de mejora. Dedicación y mucho trabajo y esfuerzo, así como la suerte de contar con el respaldo tecnológico de una marca como Seat detrás, han obrado el milagro, y como si hubiera retrocedido en el tiempo, un 1400 completamente nuevo, y muy mejorado, ha viajado en el tiempo y ha vuelto a la vida.
La carrocería ha sido respetada en cuanto a materiales y todas sus formas, pero ha sido reforzada con un perfecto arco de seguridad que además de proteger a los pilotos hace que el coche gane en rigidez estructural, que para su nuevo uso, deportivo, es algo muy positivo. Además, la carrocería ha sido aligerada a la vez que reforzada con placas, chapas y soldadura extra. Son cambios que se pueden realizar para su nueva misión, porque en su tiempo, los coches de competición no llevaban ni arco de seguridad, ni baquets, iban con el asiento original, que en su caso era un banco largo de lado a lado… Si el objetivo es afrontar en las mejores condiciones una nueva misión, como es en este caso competir en un certamen regulado por la FIA, había que incluir las normas de seguridad en la medida que fuera posible, porque aunque se trate de rallyes de regularidad a 50 km/h hay un riesgo, en especial en Monte-Carlo, donde te encuentras condiciones climatológicas complicadas como agua, nieve y hielo en el mismo tramo casi a diario.
“El peso era el hándicap más importante que teníamos” nos explica Isidre. “Partimos de 1.150 kg de origen, que era lo que pesaba la unidad más lujosa y mejor equipada del 1400 pero ahora lo hemos dejado en 1.075 kg sencillamente prescindiendo de todo lo superfluo. Para conseguirlo también hemos trabajado en las puertas, que son más ligeras, monta ventanas de policarbonato y no de cristal, la luna trasera, que era panorámica y pesaba mucho también es de policarbonato. Los asientos originales pesaban mucho y ahora lleva solo dos ligeros baquets. Lo mejor es que además de bajar el peso hemos conseguido una distribución de pesos muy favorable, con un 51% de peso delante y un 49% atrás, así que está muy equilibrado”.
El 1400 fue un coche muy avanzado técnicamente para su época, de hecho, fue el primer coche con carrocería autoportante de su época, al menos en Europa. No había vigas ni traviesas y es la propia carrocería la que soporta el bastidor. El eje delantero es también sorprendente porque monta un subchasis con doble trapecio que permite ser muy elaborado, tanto que se ha modificado por completo la geometría de la suspensión hasta conseguir un equilibrio óptimo. El coche tiene un gran aplomo y se beneficia de unos amortiguadores muy trabajados, con una hidráulica hecha a medida. Conserva toda la filosofía de los coches de carreras de su tiempo, pero llevadas a la vida con una tecnología de otro tiempo. El tren trasero era un gran eje rígido parecido al del 124, pero más grande. Se mantiene fiel, pero mejorado con una barra estabilizadora y una barra Panhard para hacerlo más reactivo, lo mismo que un imprescindible autoblocante.
Una vez que salió de los talleres fue Mia Bardolet el encargado de ponerlo a punto. Suyo es el desarrollo dinámico y él es el más indicado para argumentar las delicias de este Seat 1400. “Ha sido un trabajo muy bonito”, comenta Mia Bardolet. “Muy divertido y también sorprendente porque lo cierto es que desde el primer momento todo ha ido o bien o razonablemente bien, no olvidemos que es un coche de 1953 y no se le puede pedir lo que le pedimos ahora a un Seat de última generación. Ha sido fácil de poner a punto y es un coche equilibrado que todo lo hace bien. Siempre quieres más potencia y también un cambio con desarrollos más cortos, pero me conformo con el aplomo, el equilibrio, el buen funcionamiento general, un sido agradable e incluso un razonable nivel de confort”.