Isidre Esteve, ante su mayor desafío en el Dakar
El ilerdense del Repsol Rally Team se ha propuesto luchar contra los equipos más potentes en busca de su mejor resultado en el rallye más duro del mundo.
Isidre Esteve se enfrenta a uno de los retos más difíciles de su carrera deportiva, al participar en el Dakar 2021 con el coche más competitivo que jamás ha pilotado. El ilerdense del Repsol Rally Team se ha propuesto luchar contra los equipos más potentes en busca de su mejor resultado en el rallye más duro del mundo. Para intentar esta gesta, contará con un Toyota Hilux Overdrive, con los mandos adaptados en el volante.
De sobras es conocida la enorme capacidad de superación de Isidre Esteve y su infatigable espíritu de sacrificio, siempre con el objetivo de normalizar su vida y ser lo más competitivo posible. Esa gran calidad humana y deportiva le permitirán cumplir su sueño en el próximo Dakar: pilotar un coche de primer nivel, gracias al apoyo de Repsol, MGS Seguros, KH-7 y Toyota España.
“Se acerca el momento importante de este proyecto tan maravilloso como es el Repsol Rally Team que comenzamos hace cinco años. Estamos muy contentos de esta gran oportunidad que nos brindan los patrocinadores y de la confianza que nos han depositado, especialmente en un año tan complicado. Poder disponer de este proyecto es un lujo que valoro muchísimo. Me siento orgulloso de este equipo. Estoy donde siempre había soñado estar”, ha declarado Isidre Esteve durante la presentación online celebrada este martes.
En su sexta participación en coches, el piloto de Oliana se ha propuesto mejorar el 21º lugar que logró en las ediciones de 2018 y 2019: “Somos conscientes de que el Dakar es una carrera de dos semanas y que la regularidad es muy importante. Nuestro objetivo es ser competitivos cada etapa, no cometer errores que nos penalicen mucho y estar siempre cerca de los 15 primeros. Si lo conseguimos, al final estaremos en el top 10 y eso sería un resultado extraordinario, ya que el nivel es altísimo”.
Para luchar con los mejores en igualdad de condiciones, pese a su lesión medular, Isidre Esteve dispondrá de un Toyota Hilux preparado y asistido por Overdrive, con los mandos adaptados al volante por Guidosimplex y neumáticos BFGoodrich. Un prototipo que ya probó con éxito en el pasado Andalucía Rally, donde rodó más cerca que nunca de los equipos oficiales. En ese escenario, consiguió un cuarto puesto en la tercera etapa y finalizar el rally en octava posición, su mejor resultado sobre cuatro ruedas en una prueba internacional.
“Me fascina la entrega de potencia y las sensaciones que transmite el Hilux: es seguro, rápido, fácil de conducir y muy fiable. Además, trabajaremos a diario con los ingenieros de Overdrive y contaremos con una asistencia rápida en carrera por si tenemos algún problema en la pista. Somos optimistas porque llegamos con los deberes muy bien hechos”, asevera.
Junto a Isidre, volverá a estar su inseparable copiloto Txema Villalobos, así como su pareja y preparadora física Lidia Guerrero, y sus tres mecánicos de confianza: David Pigem, Carles Méndez y Albert Soler. “Llevamos muchos años creciendo juntos y nos ha llegado el momento que todos esperábamos. Estoy orgulloso de todo el equipo, especialmente por su calidad humana. Cuando yo compito, competimos todos (copiloto, mecánicos, patrocinadores, colaboradores…) y me gusta que así lo sientan”, reflexiona el de Oliana.
La hora de la verdad llegará el 3 de enero, cuando arranque el Dakar 2021 en Arabia Saudí. Los participantes deberán recorrer 7.646 kilómetros, de los cuales 4.767 km serán cronometrados. La organización ha diseñado 12 exigentes etapas que agradan al piloto del Repsol Rally Team. “La carrera se disputa más al norte que el año pasado, por lo que evitaremos las zonas rápidas que se hacían interminables. Será una edición de terreno muy variado, que obligará a trabajar mucho cada día para conseguir un buen resultado. No habrá una etapa extrema y otra de trámite, sino que todas tendrán una dureza equilibrada y una navegación complicada”, presagia.
La pasada edición se vio obligado a abandonar en la etapa 7 tras vivir una auténtica odisea, provocada por una avería en el turbo. Tan amarga experiencia le sirvió para extraer conclusiones positivas y regresar con más fuerza que nunca: “Aprendimos una lección que nos servirá para el futuro, seguro. Este año volvemos con un coche distinto, una máquina pensada para el Dakar, que siempre había soñado pilotar”.