Una larga historia de amor con la aventura y la competición
Una trayectoria legendaria que arranca en los raid africanos de los años 20 hasta llegar al dominio absoluto del DS en los años 60 y la primera mitad de los 70, cuando las carreras aún se disputaban con automóviles estrictamente de serie en trazados infernales con muchos miles de kilómetros sobre carreteras, caminos de herradura, pistas de gravilla e, incluso, campo a través.
Los DS de la escudería "Ecurie Paris", dirigida por René Cotton y que después acabaría convirtiéndose en el equipo oficial del constructor, vencieron en todas las competiciones imaginables: desde el Rally Montecarlo (dos veces) a maratones como la Lieja-Sofía-Lieja, el East African Safari, el Rally de Córcega, el de San Remo, el Acrópolis, el de Alemania, el de Polonia, el de Noruega, el de los Mil Lagos... Sin olvidar el dificilísmo Rally de Marruecos en el que, primero el DS y después el SM, dejaron boquiabiertos a sus rivales en muchas ocasiones como en 1969, una edición en las que ocuparon las tres plazas del podio con los equipos Neyret-Terramorsi (DS coupé), Verrier-Murac (DS21) e Ogier-Veron, (DS21).
Los que se inscribieron el año siguiente buscando revancha acabaron decepcionados: los DS volvieron a hacer pleno de victorias, llevándose a cada los dos primeros puestos absolutos, con Neyret-Terramorsi a bordo del mismo DS 21 Coupé del año anterior, seguido de Bernard Consten en el DS 21, acompañado de un copiloto que acabaría haciendo historia: Jean Todt, actual Presidente de la Federación Internacional del Automóvil (FIA).
En 1971, el SM se sumó al DS en la escudería de rallies. Con la desaparición prematura del director deportivo René Cotton, el equipo pasaría a ser dirigido por su viuda, la fascinante Marléne Cotton, que se convertiría en la primera mujer en asumir este puesto en la escudería oficial de un gran constructor, con resultados destacados en las siguientes temporadas.
El SM pilotado por Jean Deschaseux con Jean Plessard como copiloto se impondría con maestría en la prueba marroquí. Una demostración evidente de la calidad y la robustez de un coupé sofisticado y tecnológicamente avanzado, que supera las pistas imposibles del Rally de Marruecos imponiéndose en una carrera que no tiene nada de sencillo.
En 1972, la escuadra de Marlène Cotton debería "conformarse" con el segundo puesto absoluto con el DS 23 de serie, tripulado por Neyret y Terramorsi.
Mientras tanto, los reglamentos empezaron a cambiar y los coches que compiten empiezan a no tener demasiado que ver con los que se pueden comprar en los concesionarios.
Sin embargo, el DS tendría aún bazas que jugar. En 1975, cuando la producción de este modelo había concluido algunos meses antes, el DS 23 de Jean Deschaseux y Jean Plessard terminó el Rally de Marruecos como primero en la categoría Turismos y cuarto en la Clasificación General.
Fue el último año en el que el DS y el SM fueron participaron en competiciones deportivas: el equipo oficial se suprimió a principios de 1975 y el DS 23 que corrió en Marruecos fue inscrito por una escudería local. Para el DS y el SM, fue un final a lo grande.