Luces y sombras
Domingo cuatro de marzo de 2001. Tres pilotos tomaban la salida por primera vez en un gran premio de Fórmula 1, Juan Pablo Montoya, Kimi Raikkonen y un asturiano que cambiaría para siempre la percepción de la F1 en España, Fernando Alonso. Desde entonces han pasado 21 años, tres meses, y 8 días, lo necesario para batir el récord de Michael Schumacher de la trayectoria más larga en este deporte, a pesar de que ambos pilotos pasaron dos temporadas por el medio apartados del gran circo. Lejos de los gloriosos mundiales en la primera época con Renault, o de los grandes duelos de 2007 en McLaren o de principios de la década pasada en Ferrari, Alonso tiene en su agenda objetivos diferentes. El de ayer en Bakú por ejemplo, centrado en continuar sumando puntos en una temporada en la que el famoso “Plan” se ha esfumado, y en la que prima buscar la regularidad que no le aleje en el casillero de su compañero de equipo Esteban Ocon.
Pero, ahora que se habla de si ésta será o no la última temporada del ovetense en la categoría reina, aún sumará este año otro récord difícil de igualar, el del número de grandes premios disputados. Será en Singapur, donde alcanzará las 351 arrancadas, una más que las que ostenta Raikkonen. Con todo ello, se nos antoja ahora mismo complicado que pueda lograr encumbrarse también en el apartado de temporadas disputadas. Este es su décimo noveno ejercicio, los mismo que alcanzaron Rubens Barrichello y los mencionados Schumacher y Raikkonen. Tras las declaraciones de Luca di Meo en Montmeló que ya comentamos, parece compleja su continuidad en Alpine salvo que encuentren una salida al diamante australiano de Oscar Piastri. Los galos no pueden tenerlo un año más en el dique seco tras haber ganado de forma consecutiva la Fórmula Renault, la F3 y la F2, y solo el ir cedido a un equipo de tercera fila como Williams podría permitir que el asturiano mantenga su asiento en Alpine. Eso sí, aún podría ser una pieza apetecible para Aston Martin si Sebastian Vettel cuelga definitivamente los guantes a final de temporada.
Por el momento nos cuesta creer que la firma francesa vaya a anunciar su formación para la temporada 2023 en un mes como ya indicó hace unas semanas, así que, de momento, habrá que esperar y disfrutar de los récords que el asturiano suma a su mochila una vez que ya han caído todos los referentes a la precocidad en este deporte. Los de primera victoria, vuelta rápida, podio, y liderato ahora en manos de Max Verstappen, y los de pole position y título mundial con Sebastian Vettel al frente. Su objetivo ahora es acabar el año por delante de Ocon y no sumar así un tercer ejercicio por detrás de su compañero de equipo como le sucedió en 2007 con Lewis Hamilton, y en 2015 con Jenson Button, los únicos de las 18 temporadas disputadas.
Y una vez que abandonamos la melancolía, centrémonos en el desastre que ayer protagonizó Ferrari en Bakú. En una temporada en la que tras años de rodillo de Mercedes por fin parecía difícil saber cual es el mejor monoplaza al analizar el Ferrari y el Red Bull, resulta que los de la bebida energética llevan seis victorias por las dos de los italianos. Mi padre siempre me machacó en el futbol, ya fuese en el Molinón o en el Suárez Puerta, con una frase lapidaria que es perfectamente aplicable a la Fórmula 1, “el que perdona pierde”. Y que razón tenía.
Tras los problemas iniciales de Red Bull en Bahréin, esta parecía ser la temporada tan esperada en Maranello para acabar con los trece años de sequía desde que se llevaron el mundial de constructores con Raikkonen y Felipe Massa, y los catorce desde que el finlandés les robó la cartera a los muchachos de Ron Dennis un año antes. Y aunque en la península soñábamos con que un español pudiera poner fin a esa sequía que estuvo a punto de truncar Alonso en sus cinco años en la Scuderia, lo cierto es que enseguida supimos que el elegido para esta gesta iba a ser Charles Leclerc. Sin embargo, con ocho citas disputadas ahora vemos esa empresa como una quimera que se añadirá a ese desierto en el que se ha visto Ferrari tras la marcha de los uno de los equipos más grandes que ha visto este deporte, Michael Schumacher, Jean Todt, Ross Brawn y Rory Byrne.
Realmente parecía complejo que Christian Horner y sus muchachos pudieran reeditar el éxito de la pasada campaña, y a este paso lo van a superar con creces porque ya hay pocas dudas de que añadirán el título de constructores al de pilotos. Por si fuera poco, y tras el espejismo de Mónaco y la calificación del sábado en Bakú, Horner contradijo las declaraciones previas de Helmut Marko en las que el austriaco afirmaba que Pérez y Verstappen iban a poder luchar por el mundial este año. Y fue en boca del ingeniero de pista del mexicano, Hugh Bird, en las que se escuchó por la radio el “no fighting” (no lucha) por el que se apagaba cualquier tipo de incendio de cara a que Pérez plantara batalla al líder natural de la formación cuando este lo alcanzaba tras la alta degradación que tenía Pérez en sus gomas.
Sin ser unas órdenes tajantes de inversión de la posición como las habidas en Montmeló, si parece claro que la firma del contrato de Pérez por dos años más en Mónaco servirá para mantener las aguas calmadas dentro de la estructura de Milton Keynes durante una buena temporada. Mucho tiene que cambiar el mundial para que Red Bull y Verstappen no se lleven este año los dos entorchados. Con todo esto pierde la Fórmula 1 y pierden los aficionados, porque volvemos a una época de dominio de una formación, pero así es este deporte.
Se nos antoja difícil que Leclerc y su equipo consigan consolidar esas maravillosas calificaciones que está haciendo el monegasco y que le han dado seis poles esta temporada. Cuando no es por el motor, o por la mecánica, los de Maranello fallan en la estrategia, en los pit stop, o sus pilotos la lían en la pista, mayormente el madrileño. Si uno piensa en Mercedes esta temporada solo ve el desastre que atraviesa la formación de Brackley. Sin embargo, analizando la clasificación vemos que George Russell está por delante de Carlos Sainz, y que tan solo 38 puntos separan a los dos equipos tras las ocho carreras disputadas. Pues con todo esto, Ferrari es la única que puede apartar a Red Bull de llevarse el gato al agua.
Mercedes promete cambios en Silverstone, pero antes tendrán que pasar por Canadá este fin de semana y, además, las promesas de Toto Wolff ya no tienen la misma credibilidad que cuando eran los reyes de este deporte, y eso que desde ese momento, solo ha pasado medio año.
@luismanuelreyes
CLASIFICACION
1.-Max Verstappen (Red Bull) 51 - 1:34'05.941
2.-Sergio Pérez (Red Bull) 51 - 1:34'26.764
3.-George Russell (Mercedes) 51 - 1:34'51.936
4.-Lewis Hamilton (Mercedes) 51 - 1:35'17.620
5.-Pierre Gasly (AlphaTauri) 51 - 1:35'23.240
6.-Sebastian Vettel (Aston Martin) 51 - 1:35'30.040
7.-Fernando Alonso (Alpine) 51 - 1:35'34.537
8.-Daniel Ricciardo (McLaren) 51 - 1:35'38.148
9.-Lando Norris (McLaren) 51 - 1:35'38.497
10.-Esteban Ocon (Alpine) 51 - 1:35'54.125
11.-Valtteri Bottas (Alfa Romeo) 50 - 1:34'11.535 - 1 vuelta
12.-Alexander Albon (Williams) 50 - 1:34'13.151 - 1 vuelta
13.-Yuki Tsunoda (AlphaTauri) 50 - 1:34'14.807 - 1 vuelta
14.-Mick Schumacher (Haas) 50 - 1:34'53.380 - 1 vuelta
15.-Nicholas Latifi (Williams) 50 - 1:35'51.437 - 1 vuelta
16.-Lance Stroll (Aston Martin) 46 - 1:27'37.724 – No rueda
Kevin Magnussen (Haas) 31 - 58'11.318 - Motor
Zhou Guanyu (Alfa Romeo) 23 - 43'50.798 - Retirado
Charles Leclerc (Ferrari) 21 - 40'00.013 - Motor
Carlos Sainz (Ferrari) 8 - 14'38.446 - Retirado