Dakar

El Repsol Rally Team, más que un equipo de competición

El Rallye Dakar no es un evento más. La dureza del recorrido y la exigencia para los pilotos, equipos y vehículos hacen necesaria una compenetración única entre todos y cada uno de los integrantes de una estructura de competición como la del Repsol Rally Team. El ambiente familiar y la complicidad entre sus miembros les ha convertido en mucho más que un equipo. Y esa es una de las claves para que Isidre Esteve pueda afrontar desafíos como el Rally Dakar o las otras pruebas en las que toma parte.

El de Oliana disputará su 17ª edición del Dakar, la séptima en coche después de sus 10 participaciones en moto desde finales de los 90 hasta 2007, del 1 al 14 de enero de 2022. Junto a él estará Txema Villalobos, su ángel de la guarda, que le guía en mitad del desierto, donde los caminos se entrecruzan y el horizonte aparece plano en varios kilómetros a la redonda. Pero, esperando al final de cada etapa, también estarán Lidia Guerrero, David Pigem, Carles Méndez y Albert Soler. Todos ellos conforman la pequeña familia del Repsol Rally Team.

La intensidad de los raids y la exigencia que pruebas como el Dakar demandan de cada miembro del equipo no evita que los seis integrantes de esta pequeña familia compartan mucho más que un lugar de trabajo. Los lazos que se entrecruzan a su alrededor llevan escritas las palabras compañerismo, compromiso y amistad. Y eso, en mitad del desierto, es la diferencia entre sufrir y disfrutar.

“He llegado a un punto en el que me gusta tanto el ambiente de las carreras, como la propia competición en sí. El hecho de estar todo el equipo, comer juntos, hablar juntos de todo lo que ocurre en carrera, compartir vivencias… luego salimos a la pista, e intentamos ser rápidos, pero es toda la experiencia completa lo que realmente cuenta y me llena”, apunta Isidre Esteve, que este enero de 2022 intentará luchar por entrar en el top 20 de la categoría coches al volante de un Toyota Hilux y con el apoyo de Repsol, MGS Seguros, KH-7 y Toyota España.

 

 

Isidre Esteve | Piloto | 15/5/1972 (Oliana, Lleida)

Isidre Esteve es una leyenda del Dakar, no solo porque lo atestigüen sus 16 participaciones, sino también porque en cada edición demuestra el coraje y la dedicación que atesora. Desde el accidente en la Baja Almanzora 2007 que le dejó en silla de ruedas, el piloto catalán se ha empeñado en demostrar una y otra vez que no entiende de límites y en 2022 luchará por entrar en el selecto club de los 20 primeros del Dakar. Su positivismo y su capacidad de liderazgo son el eje vertebrador del Repsol Rally Team.

Txema Villalobos | Copiloto | 29/12/1974 (Palafrugell, Girona)

Txema Villalobos soñaba con llegar a ser Ari Vatanen cuando era pequeño y veía con su padre, en el sofá de casa, a aquellas leyendas explorar los desiertos desconocidos de África. Mecánico de profesión, tuvo la oportunidad de acercarse a sus ídolos en el año 2000, cuando trabajó en la asistencia de Salvador Serviá en la edición Dakar-El Cairo. En 2017 le llegó el momento de convertirse en copiloto cuando le llamó Isidre Esteve, ocho años después de haber preparado el vehículo para el debut del de Oliana sobre cuatro ruedas. Desde entonces, es su mano derecha, un buen navegante y un seguro vital cuando se trata de solucionar algún imprevisto mecánico.

Lidia Guerrero | Preparadora física | 5/2/1970 (Barcelona)

Lidia Guerrero lleva toda una vida dedicada a la actividad física y el deporte. En 2005 descubrió lo que es trabajar dentro del Dakar, cuando completó el Barcelona-Dakar como recuperadora del equipo oficial de motos Repsol-KTM. Allí conoció a Isidre Esteve, su actual pareja, y desde 2007 es la preparadora física del piloto ilerdense. Durante la temporada compagina su cargo como directora de la Fundación Isidre Esteve con su trabajo como recuperadora de otros pilotos y deportistas de élite. Es uno de los pilares fundamentales del Repsol Rally Team, y es capaz de sacar una sonrisa aún en las jornadas más complicadas.

David Pigem | Jefe de mecánicos | 30/4/1973 (Quart, Girona)

David Pigem ha dedicado su vida a la mecánica desde que tenía 16 años. Llegó a trabajar con Seat Sport en el Mundial de rallyes (WRC) antes de dar el salto al Dakar y otras disciplinas. Pero hace unos años decidió dejar atrás su etapa como mecánico de competición y montar una empresa de material de construcción con otro socio con el objetivo de dedicar más tiempo a su familia. No obstante, en 2016 la llamada de Txema Villalobos, amigo desde hace años, volvió a avivar la llama de las carreras. Tras ir a un rallye para vivir una primera experiencia con el equipo que Isidre Esteve estaba formando por aquel entonces, quedó prendado del buen ambiente y decidió regresar. Tanto es así que asegura que seguirá de mecánico solo hasta que Isidre decida dejar de competir.