Sebastien Loeb, el hombre record
Año y medio después de su última particiación en el WRC, el alsaciano Sebastian Loeb, copilotado por Isabelle Galmiche, conseguía su triunfo número 80 en el mundial de rallyes, además de empatar a victorias en tierras moaguescas con su gran enemigo deportivo Sebastien Ogier, con un total de 8 victorias.
Año y medio después de su última particiación en el WRC, el alsaciano Sebastian Loeb, copilotado por Isabelle Galmiche, conseguía su triunfo número 80 en el mundial de rallyes, además de empatar a victorias en tierras moaguescas con su gran enemigo deportivo Sebastien Ogier, con un total de 8 victorias.
REGRESO A LOS ORIGENES
La prueba más famosa del mundo regresaba a Mónaco, aunque solo por un año, después de 12 temporadas fuera del Principado y, para la ocasión, se había diseñado un criticado itinerario que no fue del agrado de nadie. La próxima edición regresara a Gap, donde tendrá su sede por tres años más.
Con total ausencia de nieve y hielo, el rallye carecía de asistencias intermedias, algo fuertemente criticado por los equipos, a la vez que el improvisado shakedown, que solo los Rally1 pudieron disputar.
Las montañas circundantes al mítico Col del Turini, fueron las que abrieron el fuego, en horario nocturno, para completar esta primera etapa con un bucle por los alrededores de Puget Theniers, donde había un reagrupamiento y cambio de neumáticos.
La larguísima segunda etapa, contaba como estrella con el siempre decisivo Sisterón y un par de tramos más, para finalizar el domingo otra vez, en las cercanías de Puget Theniers, con un bucle de dos tramos repetidos.
TRES ERAN TRES…
Loeb, Ogier y Evans, estos fueron los protagonistas reales de una prueba que, en los tramos nocturnos ya hacia presagiar la debacle de Hyundai, dado que Loeb y Ogier enseguida pusieron tierra de por medio con el resto, aunque Evans también se colocaba con opciones de pelear la victoria.
La segunda sección de esta primera etapa dejaba claro que estos tres pilotos estaban en otro nivel, con Neuville y Tanak cargados de problemas mecánicos y, Breen, después de lo acontecido en días anteriores, se le notaba demasiado presionado, como para intentar metas mayores.
Greensmith que marcaba el primer “scratch” de su vida mientras a Oliver Solberg, se le atragantaban las “epingles” alpinas, lo mismo que al japonés Katsuta Y al francés Fourmaux, víctima de una espeluznante salida de carretera en la que destrozaba el Puma y ahí finalizaba su rallye.
LA HORA DE LA VERDAD…
Todo el mundo sabía que la verdera dificultad de la prueba radicaba en Sisteron, donde además había algo de hielo en el mítico Col de la Fontbelle y que al final fue fiel a su fama.
Loeb que estaba literalmente pegado a Ogier, arriesgaba con los neumáticos, aunque la táctica se zanjaba con una veintena de segundos perdidos, mientras Evans se salía de la carretera y perdía 20 minutos hasta que le sacaron los espectadores.
Ogier iba a lo seguro y eso dió sus frutos porque finalizaba la jornada con 21 segundos de ventaja sobre Loeb, mientras en este punto, Tanak confirmaba su divorcio con los Alpes, al sufrir mil y un problemas mecánicos y acabar saliéndose de la carretera, lo mismo que Oliver Solberg, siendo Neuville el único que conseguia mantenerse en carrera, con un i20 que no daba la talla y que arrastraba los mismos problemas de suspensiones de temporadas anteriores, hasta tal punto que uno de los amortiguadores acabó perforando la chapa y salió por una aleta.
COSAS DEL DESTINO
Son muchos los que dicen que hasta el rabo todo es toro y, sin dud, Monte-Carlo ha sido fiel al refrán, y cuando ya todos rodaban tranquilamente esperando la Power Stage, Ogier se vió sorprendido por un pinchazo en la primera pasada por La Penne, donde se dejaba 34 segundos, lo que sumado a una posterior penalización de 10” por adelantarse en la salida, dejaba a Loeb en cabeza, con un margen lo suficientemente amplio como para conseguir su octava victoria en esta prueba, las mismas que tiene Ogier.
El podio lo completó un cauto Breen sin demasiadas pretensiones de meterse en lios y Rovanpera, a pesar del tiempo perdido en una salida el primer dia, por lo que sumó un buen puñado de puntos en la cuarta plaza, por delante de un pletórico Greensmith autor de un sonoro scratch.
Un enfadado y decepcionado Neuville, fue sexto a más de seis minutos con un montón de problemas mecánicos, cerrando el cupo de los Rally1, el japonés Katsuta, después del abandono de Oliver Solberg por problemas de salud, a consecuencia los gases que fluyeron dentro del habitáculo.
EL DRAMA DE LOS PEQUEÑOS…
Andreas Mikkelsen empezó el año, de la misma manera que terminó, ganando en WRC2, después de que el francés Lefebvre se saliera de la carretera y Yohan Rossel se cayera a una zanja donde perdió mas de tres minutos hasta que fue sacado por los espectadores. El podio de esta categoría lo completaron Erik Cais con el Fiesta, que ademas fué el vencedor de la categoría junior y el propio Rossell.
En WRC3 sería el finlandés Sami Pajari, después de una tremendísima pelea con el checo Jam Cerny, al que superó por solo siete segundos.
Luis Eiriz
CLASIFICACION
1.-Sébastien Loeb / Isabelle Galmiche (Ford Puma Rally1) 3h00m32.8s
2.-Sébastien Ogier / Benjamín Veillas (Toyota GR Yaris Rally1) +10.5s
3.-Craig Breen / Paul Nagle (Ford Puma Rally1) +1m39.8s
4.-Kalle Rovanperä / Jonne Halttunen (Toyota GR Yaris Rally1) +2m16.2s
5.-Gus Greensmith / Jonas Andersson (Ford Puma Rally1) +6m33.4s
6.-Thierry Neuville / Martijn Wydaeghe (Hyundai i20 N Rally1) +7m42.6s
7.-Andreas Mikkelsen / Torstein Eriksen (Skoda Fabia Rally2 evo) +11m33.8s
8.-Takamoto Katsuta / Aaron Johnston (Toyota GR Yaris Rally1) +12m24.7s
9.-Erik Casi / Petr Tesinsky (Ford Fiesta Rally2) +12m29.2s
10.-Nikolay Gryazin / Konstantin Aleksandrov (Skoda Fabia Rally2 evo) +13m41.3s