Setenta años de historia y victorias de Abarth
Abarth cumplirá 70 años dentro de pocos días. Este importante hito en el automovilismo es otro récord de la marca italiana que hoy más que nunca sigue alimentando los sueños de los fans en todo el mundo. Celebrar este aniversario significa recordar a las personas valiosas, los logros deportivos y el legado tecnológico de Abarth, además de consolidar ese vínculo indisoluble que une a varias generaciones de clientes, todo ello bajo la bandera de la misión del fundador de máximas prestaciones, cuidado artesanal y constante perfeccionamiento técnico.
“Narrar las etapas clave de Abarth es una oportunidad para volver a descubrir los vehículos que batieron récords, los revolucionarios kits de transformación y las carreras legendarias que marcaron el progreso tecnológico y los logros en los deportes de motor de la marca”, ha explicado Luca Napolitano, director de las marcas Fiat y Abarth para la región EMEA. “Todo esto pertenece al pasado y al presente de Abarth, junto con el compromiso y el orgullo de las personas que a lo largo del tiempo han trabajado en las fábricas y oficinas y en los circuitos de carreras, pero también hay algo más. Junto con la satisfacción deportiva para los ingenieros y técnicos de la marca, las carreras para el emblema del Escorpión son los difíciles campos de prueba donde se pueden testar las soluciones tecnológicas más innovadoras en las condiciones más adversas antes de incorporarlas a los modelos Abarth street-legal. De esta manera, podemos lograr lo mejor en términos de prestaciones, seguridad y fiabilidad y ofrecerlo a nuestros clientes”.
1949-2019 – LOS PRIMEROS 70 AÑOS DEL EMBLEMA DEL ESCORPIÓN
La leyenda de la marca con el emblema del Escorpión comenzó el 31 de marzo de 1949 cuando Carlo Abarth (1908-1979) fundó Abarth & C. junto con el piloto Guido Scagliarini. Su primer coche fue el 204 A derivado del Fiat 1100. Llamó la atención el 10 de abril de 1950 cuando Tazio Nuvolari ganó su última carrera, la Palermo-Monte Pellegrino. Desde entonces, la historia de Abarth ha estado llena de récords de carreras e industriales, siempre con el espíritu del fundador combinando prestaciones máximas, cuidado artesanal y perfeccionamiento técnico constante.
En realidad, la interesante carrera de Carlo Abarth comenzó con las motocicletas, no con los coches. A la edad de veinte años, acumuló sus primeras victorias como piloto en una Motor Thun y al año siguiente construyó su primera moto personalizada bajo la marca Abarth. Desafortunadamente, durante una carrera en Linz, un accidente lo obligó a abandonar las motos. Siguió compitiendo en sidecar, un vehículo que él hizo famoso debido a sus grandes hazañas, como la carrera contra el tren Orient Express, que por supuesto ganó. Un segundo grave accidente en 1939 lo obligó a abandonar por completo las carreras. Esto marcó un nuevo comienzo para Carlo Abarth. En 1945, se mudó a Merano y se convirtió en ciudadano italiano a todos los efectos. Luego, después de una breve experiencia en Cisitalia, fundó Abarth & C. en 1949 y tuvo la intuición de complementar las actividades de carreras con la producción de sus famosos kits de transformación para vehículos de producción en masa, aumentando su potencia, velocidad y aceleración. Los componentes a destacar del kit eran los tubos de escape que, con el paso de los años, se han convertido en un auténtico icono del “estilo Abarth”. En el espacio de unos pocos años, Abarth & C. se globalizó. En 1962 produjo 257.000 tubos de escape, el 65 % de los cuales estaba destinado a los mercados de exportación.
Su máximo apogeo llegó a finales de los años cincuenta y en los sesenta. ¿Un ejemplo? Con un Fiat Abarth 750 diseñado por Bertone en 1956, la marca batió el récord de resistencia y velocidad. El 18 de junio, en el circuito de Monza, batió el récord de 24 horas cubriendo 3.743 km a una velocidad media de 155 km/h. Luego, del 27 al 29 de junio en el mismo circuito, acumuló varios récords: los 5.000 y 10.000 km, las 5.000 millas y también las 48 y 72 horas. El mismo vehículo fue diseñado por Zagato en dos versiones diferentes: el Fiat Abarth 750 Zagato (1956) y el Fiat Abarth 750 GT Zagato (1956). La fama del automóvil llegó a oídos de Franklin Delano Roosevelt Jr., hijo del presidente de los EE. UU., quien partió de inmediato hacia Italia para firmar personalmente un contrato de exclusividad con Abarth para la distribución de estos vehículos.
En 1958, Abarth completó una verdadera obra de arte con el nuevo Fiat 500, transformando completamente el pequeño vehículo utilitario y mejorando su potencial al máximo. Ese mismo año, la marca intensificó su colaboración con Fiat, ya que Fiat se comprometió a otorgar los premios en metálico a Abarth dependiendo del número de victorias y récords que el equipo lograra obtener. Lo que sentó las bases de la impresionante racha ganadora que estaba por venir: 10 récords mundiales, 133 récords internacionales, más de 10.000 victorias en circuito. La leyenda continuó creciendo más y más, convirtiéndose en un nombre muy conocido. La década de los sesenta fue la década de oro para Abarth. “Abarth” se convirtió en sinónimo de velocidad, valor, prestaciones y desarrollo. Y la lista de vehículos que grabaron el nombre de Abarth en la historia del automovilismo es larga: desde el 850 TC, que salió victorioso en todos los circuitos internacionales, incluido Nürburgring, hasta el Fiat Abarth 1000 Berlina y el 2300 S que obtuvieron una serie extraordinaria de récords en el circuito de Monza a pesar de las duras condiciones climáticas.
En 1971, Abarth pasó a ser de propiedad exclusiva del Grupo Fiat y la leyenda continuó con el Fiat 124 Abarth, ganador del título europeo de 1972 y 1975, el 131 Abarth campeón mundial de rally en 1977, 1978 y 1980, y el Ritmo Abarth. Lamentablemente, Carlo Abarth falleció el 24 de octubre de 1979, bajo el signo del Escorpión, al igual que en su nacimiento, que inspiró el emblema que lucen sus vehículos.
El pasado glorioso revivió nuevamente en 2008 cuando se relanzó la marca con una nueva gama creada para los entusiastas del automovilismo, como el Abarth Grande Punto (2007) y el Abarth 500 (2008), además de kits de puesta a punto para cada automóvil y las versiones de carreras del Abarth Grande Punto Rally Super 2000 y Abarth 500 Assetto Corse. Desde entonces, se han lanzado continuamente nuevos modelos: el Abarth 695 Tributo Ferrari (2010), el Abarth 595 Yamaha Factory Racing (2015), el Abarth 695 Biposto Record (2015), el Abarth 695 Rivale (2017), el Abarth 124 spider (lanzado en 2106), el Abarth 124 GT y la nueva gama Abarth 595 (ambos introducidos en 2018). Y hoy, la leyenda del Escorpión continúa con la gama “70th Anniversary” en el Abarth 595 y Abarth 124, además de los flamantes Abarth 595 esseesse y Abarth 124 Rally Tribute.