martes. 23.04.2024

Imágenes, copas o monos de competición son los típicos recuerdos de una carrera en el deporte del motor. Pero Paolo Barilla, ganador absoluto de las 24 Horas de Le Mans en 1985 al volante de un Porsche 956 privado, ha elegido algo diferente y mucho más dinámico en relación con su mayor éxito deportivo. Con motivo de su 60º cumpleaños, ha sido el primer cliente en realizar un proyecto de coche completo junto a Porsche Exclusive Manufaktur. El empresario italiano quería diseñar un Porsche 911 GT3 (992) único, basado en su coche ganador de Le Mans, y participar plenamente en su creación. Además del característico aspecto de carreras en amarillo, blanco y negro, este automóvil especial lleva el número 7 en el capó y las puertas, el mismo con el que venció en la mítica prueba francesa. Elementos como el alerón trasero y la palanca de cambios han sido reinterpretados y desarrollados de forma independiente.

“Ofrecer una experiencia única al cliente es algo que está en el corazón de la marca Porsche”, explica Alexander Fabig, Vicepresidente de Personalización y Clásicos de Porsche AG. “Por eso, la importante ampliación del programa Sonderwunsch (solicitudes especiales) es otro hito para los clientes de todo el mundo. Y este proyecto de automóvil es la joya de la corona en cuanto a personalización en Porsche Exclusive Manufaktur”.

“En los años ochenta, tuve la oportunidad de pilotar el maravilloso Porsche 956, un icono del rendimiento y la belleza”, comenta Paolo Barilla, ex piloto y Vicepresidente de la empresa italiana de alimentos que lleva su apellido. “La interpretación de algunos elementos de aquel vehículo en un GT3 moderno hace que ese recuerdo sea emocionante y vital, tanto para mí como para mis personas cercanas”.

Como cuenta Alexander Fabig, “la cooperación con Paolo Barilla fue también un proyecto muy especial para Porsche. Porque no se trata solo de un 911 GT3 con un alto grado de personalización, sino que el proceso de diseño también es único”.

Único desde cualquier ángulo

Una de las características especiales de este 911 GT3 es su llamativa pintura exterior en amarillo, blanco y negro, que reinterpreta el diseño con franjas de distinto color del histórico coche de competición. El faldón delantero y los embellecedores redondos de los faros también están pintados en ese amarillo especial (Summer Yellow). El diseño de las llantas con tuerca central está inspirado en las del Porsche 956. Las delanteras, cuando se usaban en carrera, tenían aeroblades (láminas aerodinámicas) blancos. Por eso, las llantas del 911 GT3 también son blancas en el eje frontal, mientras que en el trasero están pintadas en un moderno color dorado, como entonces.

Los laterales del alerón posterior también están influenciados por el diseño y la geometría de su histórico predecesor. Para las primeras muestras se desarrollaron rápidamente unos prototipos. Por supuesto, era necesario mantener el rendimiento aerodinámico y, en particular, el equilibrio entre los ejes delantero y trasero, por lo que los ingenieros del 911 GT3 producido en serie se involucraron en el proyecto desde el inicio: el alerón trasero modificado tuvo que demostrar su eficacia en el túnel de viento. En los flancos se ha grabado la inscripción “PB 60”, que representa las iniciales y la edad de Paolo Barilla. El estilo de este logotipo está inspirado en el gráfico del entonces patrocinador principal del coche vencedor de Le Mans.

El negro domina el interior, como era de esperar en un coche de carreras. El umbral de las puertas y la moldura decorativa amarilla en la parte del salpicadero situada frente al pasajero están decorados con un logotipo especialmente creado pensando en el cliente. Combina el número 956, el escudo de “Le Mans 1985” y la silueta estilizada del vehículo de competición. Este logo y el circuito de 1985 están bordados en los reposacabezas. La palanca de cambios recuerda a la bola de magnesio del 956 y es una elaborada pieza hecha a medida: la parte superior se fresó a partir de un bloque de aluminio para pulir después la superficie.

 

Un Porsche 911 GT3 basado en el 956 de Le Mans