miércoles. 24.04.2024

A pesar de haber nacido en Benavente, Adolfo Posada se siente asturiano por los cuatro costados puesto que desde los cinco años reside en Gijón. Este industrial de 58 años le gusta, a parte de los coches, el ciclismo y la caza, y lleva muchos años involucrado en el mundo de la competición.

¿Te cuidas físicamente?

Me cuido bastante, al practicar la caza hago mucho deporte durante todo el invierno, después sigo andando en bicicleta y también unas horas a la semana siempre voy al gimnasio.

¿Cómo te iniciaste en el automovilismo y en que año?

Empecé a correr en el año 72, más o menos dos años antes que Víctor Abraham y dos años después que Monchu. La iniciación fue como suele ser en la mayoría de los pilotos de nuestra época, comprabas un coche competitivo, que andaba un poco más que los demás, que en este caso fue un Mini 1275 GT, y en Feriauto, el concesionario de aquella, había un jefe de taller que hacía sus pinitos, entonces medio me lió, me dijo que porque no hacía la Manzaneda con él y así empecé, con el Mini prácticamente de serie, y me enganché.

Trayectoria hasta el momento.

Después de la subida, corrí el rallye San Cristóbal. Así empecé a poner un escape al coche, carburación, amortiguadores y a meterme en lo que era la competición. Al año siguiente hice un campeonato nacional de rallyes que era la Copa Auti Coupe, la gané y entonces a mi me prometieron en Auti que me daban un Mini Cooper con culata inglesa, relación cerrada, autoblocante, que era lo que llamaban los Mini gordos, pero fue cuando los ingleses decidieron cerrar la fábrica de España y me quedé sin coche.

Posteriormente pasé a un Alpine, pero sin posibilidades de salir de Asturias porque el coche y el mantenimiento eran más caros y me quedé aquí. Después ya fue cuando vino la época de los Seat Grupo 1, que eran más baratos, y ya teníamos opciones de correr más gente e hicimos una guerra en los rallyes de Grupo 1 que resultó muy bonita, muy espectacular y duró dos o tres años más o menos hasta que desaparecieron.

Más tarde decidí comprar un fórmula para pasar a la montaña porque era mas asequible, y tenía mas posibilidades. Entonces en la montaña Víctor y Monchu siguieron, pero yo estuve 2 años y ahí fue cuando lo corté 20 años, no iba ni a las carreras. En una ocasión Emilio Peña, hizo el Infanzón, y tuve la mala suerte de que los coches pasaron por delante de mi casa, y desde la ventana los veía, entonces decidí subir a ver la carrera y ahí fue donde me volví a enganchar otra vez.

Compre un Ralt a Vicente Arnau, y volví otra vez a la montaña. Hice muchas pruebas a nivel nacional, y todo el regional, tuve el Ralt dos años. El tercero fue una barqueta, después compré el F3000 y posteriormente volví otra vez a la barqueta.

¿Entonces fuiste uno de los precursores en ganar una copa monomarca nacional?

Si, porque de aquella los asturianos no ganábamos nada, no había medios, no había coches tampoco. No hice el campeonato total, hice el rallye de Logroño, el de San Mateo (Valladolid), el Firestone (Soria), el Ciudad de Oviedo (actual Príncipe de Asturias), no había presupuesto para correrlo todo y entonces corrí los rallyes elegidos de más puntuación, y así fue como gané la Copa.

¿Qué meta te has fijado y que proyectos tienes?

Pues estoy pensando en dejarlo. El automovilismo está pasando por un momento malo, lo estamos destruyendo. Yo tengo una visión del automovilismo, después de 6 años que volví a la montaña, muy negra, porque creo que no colaboramos nadie. Los pilotos en primer lugar porque no nos preocupa nada más que tener un presupuesto para correr, pero hay otros aspectos del automovilismo que son muy importantes que hay que tener unos representantes a nivel federativo que nos den los derechos que tenemos todos los pilotos.

Por poner un ejemplo, en el año 72, cuando yo empecé a correr, en las subidas de montaña como en los rallyes, había una imposición por la nacional de poner unos premios fijos según coeficientes, eso se ha perdido totalmente, quiere decir que en el 72-73, había unos premios a la scratch que el que ganaba aproximadamente la carrera o la subida de montaña tenía por lo menos 100.000 pesetas de premio. Así que desde hace seis años cuando volví a correr, no he cobrado en ninguna de las 25 subidas que he ganado, más de 100.000 pesetas.

Nosotros no corremos por dinero (la PA20 como la mía, nueva en Italia, vale 24 millones), pero por lo menos que se nos respete y no vayamos para atrás en lugar de hacia delante, por lo que pienso que el futuro del automovilismo es solamente en circuito. Tanto en rallyes como en montaña, lo que no podemos permitir es que los dirigentes y la federación nacional nos quieran borrar de un plumazo. De las subidas de montaña con fórmulas y con barquetas ya nos borraron hace mas de 10 años, ahora nos quieren borrar en subidas de los regionales.

Todos los pilotos tenemos asumido que estamos practicando un deporte de alto riesgo, y lo que nos puede pasar en un momento puntual, lo que no se puede hacer es que por otros motivos ajenos al deporte del motor, como comisiones de seguros a nivel nacional...

Cuando hay un siniestro como el de Yosu Ugarte del año pasado es cuando nuestro presidente nacional dice que hay que quitar los fórmulas de los regionales porque son peligrosos. Peligroso es todo, los fórmulas, las barquetas y los turismos, entonces habría que apartar los intereses de cuando una compañía de seguros asegura muchísimas pruebas a través de la Federación Española de Automovilismo y dicen que no pueden pagar el siniestro de un muerto como el de Ugarte, pues no, ustedes están asegurando una prueba que es de motor y en un momento puntual hay una desgracia que nadie la queremos, pero todos sabemos que puede pasar, entonces se bajan las comisiones. Eso es una cosa muy personal que pienso yo y cuando hablo de esto es porque tengo bastantes pruebas de que esto se hace así. Hay un familiar de este señor que cobra unas comisiones de los seguros de las pruebas nacionales y cuando ocurre un accidente de esta índole dicen: Esto hay que cuidarlo porque estos coches son misiles y hay que apartarlos, no señor, estamos todos metidos en el mismo saco, quiere decirse, que nosotros estamos prácticamente apartados ya, los CM todavía no se ha reconocido el flaco favor que han hecho la Federación Española de Automovilismo.

Inicialmente fue BRC (Jesús Bango) el que empezó a fabricarlas. Cuando este señor las quiso meter en el nacional le ofrecieron las migajas, las que a nosotros nos habían ofrecido en una reunión a través de Aladino Mtnez. que tuvo con Vilariño, Zabaleta, Abraham, Monchu y yo, en un hotel de Oviedo, y nos ofrecían volver al nacional pero en un Campeonato paralelo al de España de turismos, cuyas inscripciones teníamos que pagar nosotros y los premios nos los teníamos que sacar de nuestro bolsillo para repartir a final de año.

Al Pibe le dijimos que no y Jesús Bango vino detrás ofreciendo las mismas condiciones que nosotros, y el aceptó, que lo vimos muy bien que lo aceptase porque era un fabricante de unas CM que nadie conocía y tenía que dar salida a su empresa. Pero todavía es el día de hoy que no se ha reconocido la labor que han hecho, porque después vinieron los catalanes Speed Car, los vascos Silver Car, ahora las fabrican en Portugal, hay también gallegos que fabrican los Montiños, y la nacional todavía no se ha caído de la burra de que hay unos señores que han invertido muchos millones y que tienen que darle un campeonato acorde a lo que están dando a los turismos.

Si mañana se mata uno de una CM ¿que van a quitarlas del nacional también como nos han quitado a nosotros?. Por lo tanto, llega un momento que, al igual que Monchu, que se quemó y lo dejó, ves tantas injusticias, un año y otro, que no hay premios, que las subidas están devaluadas, que te cobran más por inscripción de lo que vale en el seguro y te tapan la boca diciendo que lo que te cobran de inscripción es lo que vale el seguro, y no es cierto, y encima tienes que a partir del 2007, andar llamando a las organizaciones para preguntar si admiten las CN y los fórmulas, creo que para ir a correr a estos niveles tienes que tener las puertas abiertas en todos los lados y no tengas que preguntar si puedes correr o no puedes correr. Entonces por lo tanto me estoy planteando que el 2007 igual tengo una oferta para alquilar la barqueta a un buen piloto asturiano para el campeonato regional, y me estoy pensando si correr yo o alquilarla, seguro que la acabaré alquilando y lo dejaré y como lo vamos a dejar los que estamos metidos un poco en edad, al estar un poco quemadillos ya.

¿Has realizado algún curso de conducción?

Lo que hicimos la mayoría en la época anterior a la que volví, como Bernardino Hevia, Monchu, Víctor, José Mª Puig, yo… más o menos los pilotos que estábamos en activo, fue un cursillo de pilotaje de tres días con Zanini, que lo organizó Paco Pevida en el Polígono de Silvota, en Oviedo.

¿A cuántas puertas has llamado solicitando patrocinio?

Picar a puertas, buff… muchísimas. En aquella época toqué muchos sponsor, el mejor que tuve fue Feriauto (concesionario Morris), el único que me ayudó. En la segunda época, me lo financié yo siempre con mi patrimonio.

¿Cuál es el vehículo que mejores sensaciones te ha producido?

El Ralt BMW me dio unas sensaciones fantásticas, gané muchas carreras con el y nunca tuve ninguna salida ni ningún toque, de ahí pase a una barqueta Osella BMW que esa es la que más sensaciones y más seguridad me ha dado. En cuanto al F3000 es el que peor experiencia tengo, y en el que nunca más me montaría en mi vida para hacer montaña con él, radical totalmente, ese si es peligroso.

¿Qué vehículo te gustaría pilotar?

Si soy capaz de dejar el automovilismo me va a quedar una espina clavada porque mi mayor ilusión era haber hecho un nacional pero con un turismo atómico. Este año van a meter los GT y era mi oportunidad de haber comprado uno y haber hecho el nacional, pero a partir de ahora vamos a ver si eso va a seguir.

De todas las pruebas en las que has participado ¿cuál es la que te trae mejores recuerdos?

Siempre te queda la que ganas, pero hay otras que no has ganado que son importantísimas, yo de una que no me voy a olvidar y que ya no se puede hacer nunca mas es la Bien Aparecida. Otra de la que tengo también muy buenos recuerdos, es la de Valdelinares en Aragón y otra es La Cobatilla, en Béjar.

¿Y peores?

Carbayín mas que nada por lo que era la salida hasta llegar a la general, el cruce que hacíamos era muy malo, y la peor de todas la Cruz, en Bimenes.

¿El automovilismo te ha proporcionado buenos amigos?

Generalmente me ha proporcionado más amigos que enemigos, pero algún enemigo también.

Seguro que te ha ocurrido alguna anécdota significativa en todo este tiempo.

En una Subida a la Plata, que estaba con el Selex que había sido de Emilio de Villota, usaba la rueda inglesa de circuito, porque me las dió todas el que me lo vendió. Como un compuesto de goma de circuito y uno de montaña no tiene nada que ver, estaban como si fuesen macizas. Víctor y Monchu estaban corriendo con Avon, y Monchu me dijo: vete que Víctor estrena ruedas hoy en la Plata y tiene las que quitó para vender, entonces yo piqué y fui a ver a Víctor, y le pregunté: me dijo Monchu que habías cambiado ruedas y yo necesitaba unas Avon usadas. De aquella las Avon valían 75.000 pesetas y me contestó: si, te las vendo. Cuando las vi estaban en alambres y me pedía 65.000 pesetas por ellas, entonces le dije: pues quédate con ellas y cuando estropees estas que vas a poner hoy vuelves a ponerlas otra vez.

Cuando corrías en rallyes, ¿quién te acompañaba de copiloto?

Tuve a Jorge Morán, un chico que murió (que fue copiloto de Segismundo Trigo), tuve a César (el copiloto de Carlos Fdez. Miranda), una vez que acabó el Desafío Simca a Vitorín el Americano.

¿Cuántas pasadas de reconocimiento necesitas dar a una prueba?

En la que no conozco suelo dar unas 30 ó 40 pasadas, mínimo, también dependiendo del kilometraje que tenga. Nosotros entrenamos para arriba y para abajo, quiere decir, hay un secreto en la montaña que el piloto maduro y el veterano dice que cuando la sepas al revés ya la sabes en la dirección correcta, eso me lo dijo Zabaleta cuando reinicié las carreras. Si ya la he corrido varios años seguidos suelo dar unas 10 ó 12 pasadas.

¿Qué te gustan más las pruebas largas o las cortas?

Me encantan las pruebas largas.

¿Te gusta el agua para correr?

En montaña las condiciones climatológicas influyen bastante, yo no conozco ningún piloto en mi trayectoria que le haya gustado el agua. Nos gusta un día soleado y que las gomas cojan muy rápido temperatura,

¿Te asusta el público?

Si, te condiciona mucho. Ocurre muchas veces que preparas una subida, te cuesta muchos días de entrenamiento y la tienes muy memorizada, y tenemos que coger referencias de cierres de curvas, de frenadas, así que cuando hay un excesivo público que está incumpliendo toda la reglamentación de la subida y se echa a la carretera, te tapa las señales de tráfico, la casa, el árbol, y encima están invadiendo parte de los trazados que tienes que hacer, por lo que ya no te deja ir al sitio. Te mete bastante miedo porque no es lo mismo salirte en un sitio en el que no hay público que donde no lo hay.

¿Reclamarías a otro participante?

Me lo planteé muchas veces, incluso en alguna carrera hubo algún problema con otro piloto y coincidió que tuvimos reuniones para reclamar, y siempre fui contrario a ello. Nunca reclamé a nadie, pero yo creo que jugándote un Campeonato de España de Montaña o un Europeo a final de año, cuando te estas jugando los puntos para ganar o no ganar, aunque nunca haya llegado a ese caso, pero si hubo compañeros míos que si lo hicieron, nunca fue mi caso, pero en carreras normales y no jugándote campeonatos yo nunca reclamaría a ningún piloto porque todos nos conocemos.

¿Has tenido alguna salida de carretera en la que te hayas hecho daño?

No, nunca.

¿Quién te hace las asistencias?

El año y medio del 3000 me las hicieron B9 Racing de Pola de Siero, los dos años primeros que empecé a correr, Arnau, el preparador valenciano al que le compré el Ralt y las dos épocas de la barqueta, Marcos, el jefe de taller de Autosa.

¿Qué opina tu familia de esta afición?

A mis hijas les gusta, mi mujer es totalmente contraria, no le gustan los coches de competición, de hecho quizás los 20 años que dejé las carreras fue motivado por ella. Ahora sin embargo, desde que retomé la competición, nunca me dijo nada, ni va a ver las carreras ni se opone a que yo corra.

Cita alguna persona de la hayas recibido un apoyo especial.

En el motor es muy difícil encontrar una persona que te apoye moralmente, y económicamente mas difícil. Yo tampoco fui una persona que tuviese muchos allegados en el automovilismo, quizás el que más me apoyó para volver a las carreras y estar en ellas fue Monchu. Me apoyó a nivel de estar corriendo fuera y tener algún problema, y venir a intentar solucionarlo, porque claro, no en todas las carreras tenía asistencia, había algunas que no tenían ninguna complicación y entonces iba algún mecánico con el camión, pero ya cuando es un problema como en la caja de cambios, hay que ser muy técnico, y ahí Monchu si fue en realidad el único piloto que me apoyó a seguir corriendo.

Un consejo para los que empiecen.

Primero que en la competición hay que ser discreto y no ir de piloto campeón. Estar muy centrado, mucho sacrificio, porque las carreras no se ganan sino se entrenan. y estar apartado de lo que normalmente hacen ahora los jóvenes, salir por la noche Por ejemplo si corres un Campeonato de España se hace una carrera el sábado y otra el domingo, pues el sábado no puedes salir a tomar copas, ni ir a la discoteca, y eso en un ambiente de motor es muy difícil cumplirlo, pero es que hay que hacerlo porque es un deporte como otro cualquiera, que te tienes que dedicar a ello, con muchas exigencias. Al día siguiente tienes que estar muy centrado, no puedes estar con falta de sueño ni cansado y ese es el mayor consejo que le daría a la juventud. Después, que no tiene nada que ver con el deporte del motor de pura competición el coger un coche e ir por la carretera de carreras, cuando ya no estás compitiendo. No tiene nada que ver una cosa con la otra, porque los chavales jóvenes cuando vuelven para casa se olvidan de que la carrera ya se terminó. Para los que no practican el motor se puede competir con muy poco dinero, pueden comprar un kart e ir a un circuito o alquilar, y quitarse esa cosa del motor y la carretera respetarla, que no es lo que podamos hacer nosotros sino los daños que se originen a segundas personas.

Adolfo Posada