jueves. 07.11.2024

Los organizadores del Rallye Dakar prometieron una penúltima jornada de máxima dificultad y fueron fieles a su palabra. Sometieron a una prueba extrema a los ya fatigados supervivientes en la prueba antes de dirigirlos hacia Jeddah, donde todos los que salieron soñaban estar y donde solo los más fuertes lo conseguirán.

Óscar Fuertes y Diego Vallejo volvían a partir con las ideas muy claras y con el planteamiento de no cometer errores y cuidar el 01 Concept en la medida de lo posible, con la llegada a Jeddah en mente como objetivo prioritario.

 

 

Su posición de salida no era la ideal, por el retraso acumulado en las dos primeras etapas de esta semana, pero ello no fue obstáculo para ir remontando algunas posiciones a los vehículos que salían delante. La llegada de los primeros cordones de grandes dunas de arena muy blanda pusieron muy alto el listón de la supervivencia, como comprobó uno de los participantes de la categoría de camiones que partía delante de los pilotos del Astara Team. Quedó varado en la bajada de una duna, en una zona muy estrecha y la única por la que se podía transitar en esa zona. Fuertes y Vallejo, que venían justo detrás, tuvieron que esperar a que el camión pudiera desatascarse y, aunque luego ellos mismos sufrieron para salir de la arena removida por el camión, continuaron su marcha.

Pero estaba visto que la carrera no se lo quería a poner fácil y de nuevo dos pinchazos hacían que tuvieran que echar mano de las dos únicas ruedas de recambio que llevaban a bordo del 01 Concept. A partir de ahí no había más remedio que rodar con la máxima cautela para no pinchar otra rueda más y poder estar en la llegada de la especial.

Lo consiguieron y lo hicieron en el puesto 52º de la general, lo que significa que al término de la jornada se situaban trigésimo cuartos.

Pese al tiempo perdido, Óscar Fuertes enfatizaba el lado positivo al final de la jornada: “Ha sido un día muy complicado y la suerte no nos ha acompañado. Llegamos a un cruce de dunas y justo delante de nosotros se atascó un camión, dejándonos detrás sin hueco para pasar ni posibilidad de retroceder. Hasta que el camión no pudo salir, nosotros tampoco pudimos continuar, así que ahí nos dejamos mucho tiempo. Después, hemos tenido dos pinchazos y hemos tenido que continuar con mucho cuidado. Por suerte, hemos conseguido llegar a la meta, de nuevo con el coche intacto y deseando acometer el tramo de mañana, a ver si podemos alcanzar el objetivo de poder subir al podio final reservado a los vehículos que completan todo el recorrido”.

 

 

El atasco en una duna y dos pinchazos condicionan la etapa