Pensada para ofrecer un pequeño respiro a los competidores tras las “grandes” etapas 7 y 8, cada una de ellas con unos 400 km de especial, la etapa 9 permitía bajar un poco el listón con menos de 300 kilómetros. En el programa del día, un recorrido en bucle alrededor de Wadi Ad-Dawasir en dirección de la provincia de Aseer y sus pistas bordeando los cañones de Wajid para una especial de 287 kilómetros entre 800 y 1200 metros de altitud con más de la mitad de arena y un 14% de dunas al estilo del desierto. Los candidatos a la victoria en la etapa 12 ya saben que se trata del tipo de distancia de especial que encontrarán mañana y pasado mañana. Algunos esperan poder abordar esta etapa como preparación a las dos vueltas de pista de las etapas 10 y 11 y de cara a un posible sprint final el 14 de enero. Sin embargo, ni las motos ni los coches han cometido errores de navegación y la caravana ha regresado al vivac sin que se produjeran grandes cambios.
LO ESENCIAL
Aún no se ha dicho la última palabra. Entre los ganadores del día, Nacho Cornejo en motos y Giniel De Villiers tienen en común haber pasado una primera semana que se podría calificar al menos de delicada, antes de recuperarse y convertirse en protagonistas de la general dentro del Top 10… ¡Así que conviene no quitarles ojo en 2023! El chileno se imponía hace dos jornadas y repite la hazaña en el bucle de Wadi, con un tiempo que le permite subir del duodécimo al octavo puesto de la general. Está un poco lejos para poder participar en la pugna detrás del trío a la cabeza como el año pasado, en uno de esos puestos en los que se sacan las calculadoras. Sam Sunderland, encargado de abrir pista, cedía algo de tiempo… el suficiente para tener que ceder también el puesto de líder a Matthias Walkner, que cuenta ahora con una ventaja de 2’12’. Adrien Van Beveren conserva, por su parte, el tercer puesto provisional, pero con tan solo una ventaja de 45 segundos sobre Pablo Quintanilla, mientras que Kevin Benavides parece no querer contentarse con un quinto puesto, a 10 minutos del nuevo líder. Las diferencias en coches generan menos incertidumbre. Nasser Al-Attiyah ha logrado sacar otro minuto de ventaja a Sébastien Loeb (segundo a 39’05’’), pero sin poderse adjudicar en esta ocasión la etapa del día, al colocarse por delante de él sus dos compañeros de equipo sudafricanos de Toyota: Giniel De Villiers y Henk Lategan, por ese orden. Las cosas parecen aún más tranquilas en T3 donde asistimos al mundo al revés: Chaleco López, líder de South Racing avanza hacia el título con una ventaja de 1h20’ sobre el Can-Am amigo de Sebastian Eriksson, mientras que el coleccionista de etapas Seth Quintero tiene que enfrentarse a la presión de saber si logrará o no igualar o batir el récord de 10 victorias en un mismo Dakar. En South Racing también, Austin Jones tiene claras opciones a la victoria, pero su ventaja de 13’47’’ sobre Gerard Farrés no supone ninguna garantía. En el tercer puesto encontramos también al hermano menor de los Goczal, Michal, a 16’27’’. No hay ninguna intriga sobre cual será el color del camión que subirá al podio final, pero Eduard Nikolaev ha acercado su Kamaz a 8’51’’ del Kamaz del vigente campeón Dmitry Sotnikov.
LA ACTUACIÓN DEL DÍA
En la categoría de coches no se había asistido a un podio del mismo color en las nueve primeras especiales disputadas en 2022. Los Toyota Hilux han logrado esta proeza y con este concentrado de ganadores han podido hacer gala también del talento tan diverso que hay en el seno del equipo. Empezando por “el último de la clase”, Nasser Al-Attiyah ya no necesita presentación: triple ganador del Dakar con 44 victorias de especial en el contador. Cabe suponer que no le habrá hecho mucha gracia que le haya superado el sudafricano Henk Lategan, después de ganar su especial en la primera semana. Y menos aún que le haya superado Giniel De Villiers, antiguo cómplice que empezaba su carrera en el Dakar tan solo un año antes que él, en enero de 2003. Desde entonces, De Villiers destacó al imponerse en la primera edición sudamericana en 2009, pero sobre todo por ser un dakariano con 18 ediciones en su haber y ningún abandono. Sin embargo, el año empezaba muy mal para De Villiers: casi tuvo que quedarse en casa por la covid y luego pesó sobre él una penalización de 5 horas, que finalmente se retiró tras una investigación pormenorizada. Sin embargo, fiel a su apodo “el metrónomo”, no pierde nunca la sangre fría y ha logrado permanecer concentrado y ganar hoy la 18ª especial de su carrera, con 9 segundos de ventaja sobre su joven compañero y compatriota. Además, sube así al quinto puesto de la general, no muy lejos del cuarto puesto ocupado por “Orly” Terranova. A menos que sufra un duro revés, poco habitual en él, De Villiers está a punto de finalizar el Dakar por 18ª vez en el Top 10 de coches… ¿Alguien da más? Nadie.
UN DURO REVÉS
Tal vez algo más discreto que su compañero de equipo Mason Klein desde el pistoletazo de salida de este 44º Dakar, Bradley Cox había logrado acceder a un puesto de honor en la clasificación Rally2. Su primera incursión en el rally raid más exigente empezó por todo lo alto con una victoria en la categoría al término de la etapa inaugural. Sin embargo, desde entonces, el hijo de la leyenda sudafricana Alfie Cox (13 participaciones en el Dakar) iba cediendo siempre tiempo a Klein en la general. La molesta tendencia, apreciable en el Rallye de Marruecos, parecía continuar. Antes de la especial del día, Cox contaba con un retraso de algo menos de una hora frente a Klein: una diferencia más que significativa, pero no del todo insuperable. A 24’’ del mejor tiempo en el primer punto intermedio, lograba incluso una ligera ventaja sobre Klein. ¡Todo parecía ir sobre ruedas! Pero luego todo se torció y Cox cedía más de 1h10’ en la meta. ¿Cuál ha sido la razón? Pasar demasiado cerca de una roca en el km 92, lo que le dejó con el depósito delantero perforado y vaciándose a la misma velocidad que se acumulaba el tiempo perdido. Así que se vio obligado a terminar la especial “a la pata coja” y cruzando los dedos para no quedarse sin combustible en medio del desierto saudí. Y lo consiguió gestionando de la mejor forma posible las aceleraciones. Sin embargo, en la general, el golpe ha sido muy duro. Se queda fuera del podio provisional de Rally2, que ocupan ahora Klein, seguido de Camille Chapelière y Jan Brabec. Un duro revés, pero a sus 23 años todavía le queda una prometedora carrera por delante… y muchos errores que cometer para ir aprendiendo el oficio.
EL DATO: 158 Km/h
Esta mañana, Sébastien Loeb tomaba la salida de la especial, metía la sexta marcha de su BRX Hunter y aceleraba al máximo durante 35 kilómetros. El francés ha recorrido esa distancia en 13’43’’, en otras palabras, a una velocidad media de 158 km/h, a modo de calentamiento matutino. Según los datos registrados por el equipo Prodrive en ese periodo de tiempo, el piloto solo ha levantado ligeramente el pie del acelerador en cuatro ocasiones. Así que todavía podría haber ido algo más rápido. A la espera de contar con más datos, parece ser que el Hunter tiene instalada una limitación electrónica de velocidad fijada en 168 km/h, con el fin de no correr el riesgo de superar el límite reglamentario de 170 km/h, por ejemplo, en un tramo con un desnivel negativo que pudiera “empujar” al vehículo a superarlo. En ese caso se aplicaría una penalización automática de 10 minutos. A esto se le llama tantear los límites.
W2RC: LOEB DELANTE DE AL-ATTIYAH
En el campeonato del mundo, tanto Al-Attiyah como Loeb han logrado puntos importantes: 5 para Nasser y 4 para Loeb, que conserva en la general 32 puntos frente a los 30 del catarí. Mathieu Serradori de SRT sigue con la misma racha que la víspera y entra en el Top 3 del día de los inscritos en el W2RC, empatando con Lucio Álvarez y su Toyota Overdrive en quinta posición. Tras dos jornadas de sequía, Roma suma dos puntos que le acercan a Al Rajhi.
En T3, Quintero suma 5 puntos por séptima vez consecutiva. Cristina Gutiérrez y Chaleco se reparten el podio, segunda y tercero, respectivamente. El chileno de South Racing Can-Am cuenta con 32 puntos frente a los 40 del estadounidense de Red Bull Off Road Junior Team y los 22 puntos de la española. Fernando Álvarez suma 2 puntos y empata con De Mévius con un total de 9 puntos.
En T4, Marek Goczalse adjudica una cuarta victoria, en esta ocasión delante del piloto oficial Can-Am Austin Jones de South Racing y de su hermano de Cobant-Energylandia Rally Team. En la clasificación provisional, Marek cuenta con 31 puntos, su hermano Michal, con 27 y el estadounidense, con 26.
En camiones, el jefe de filas de Big Shock Racing, Martin Macik se coloca a la cabeza de los inscritos en el W2RC por octava vez. ¡Con 48 en el marcador cuenta con el máximo número de puntos en el campeonato! 13 puntos le separan de Kees Koolen y ya son 20 puntos los que le protegen de su compañero de equipo Maryin Soltys.
CON SABOR A CLASSIC
Marc Douton, vigente campeón con un buggy Sunhill en 2021, había anunciado que no venía a “defender su título, sino a ponerlo en liza”. ¿Se trataba de un farol? Aquella tarde en el vivac, mientras esperaba la llegada de los últimos competidores, podía esperar de forma legítima ganar la primera jornada de esta segunda edición del Dakar Classic. En séptima posición al término del primer test de regularidad, un error de navegación le costó al vehículo 700, 710 puntos de penalización. Suponía una caída al 25º puesto en la general al inicio del rally, a lo que siguió una remontada metódica. 21º, luego 15º y por último 12º ayer, el dúo Douton-Athymon esperaba poder entrar en el Top 10 esta tarde. Detrás de las cifras se escode el sudor, el polvo, ¡pero ni una lágrima! Inscrito en H2, la media intermedia, el Porsche 911 tipo East Safari y sus dos ruedas motrices no está destacando necesariamente en el desierto saudí. “Primero, hay coches increíbles, mucho mejor adaptados que el nuestro. Pagamos el precio cada día. Thomas, nuestro mecánico, tiene muchísimo trabajo. Aunque parece superfiable, cada día hay que prever pequeños detalles. Segundo, la parrilla es increíble, del Peugeot T15 a los Mitsubishi, pasando por los Nissan Dessoude. En tercer lugar, Jérémy no es mi copiloto del año pasado y el 60% del trabajo lo hace el copiloto. Es la primera carrera de Jérémy. Ahora que ya nos conocemos, conseguimos trabajar de forma concertada, pero sin ninguna presión, porque el héroe del equipo es el coche”. Todavía le quedan tres etapas al coche para convertirse en rey de 2022 y permitirle a Marc seguir siendo el rey del desierto en Classic.