lunes. 23.12.2024

Cada día en el Dakar es una película, y la de este martes ha sido de las cortas, de las que pasan rápido. Y es que la novena etapa, con salida y final en Wadi Ad Dawasir, al sur de Arabia Saudí, solo ha tenido 287 kilómetros de especial con pistas muy rápidas entre valles y cañones, que han alternado arena, tierra y piedra. Laia Sanz y su copiloto Maurizio Gerini solamente han tardado 2 horas y 40 minutos en completarla, o lo que es lo mismo, 17 minutos más que el primero. En la general, mantienen la 23ª posición a la espera de días más favorables.

Las cifras de la jornada son una muestra más de lo apretadas que están las clasificaciones en la presente edición. Y es que entre el 15º y la piloto de KH-7, que hoy ha sido 30ª, ha habido únicamente 10 minutos de diferencia, y siete entre el 15º y el primero. Curiosamente, delante de la española solo encontramos a dos coches T1, el BMW de Vladimir Vasilyev (16º) y el Mini de Vaidotas Zala (23º), ambos con evoluciones de última generación. El resto son todos vehículos T1+ y buggies 4x2, con mayores recorridos de suspensión y ruedas de más diámetro, lo que se traduce en más prestaciones, justo lo que demandaba la jornada.

 

 

Con rueda pequeña no teníamos muchas opciones. Era un día totalmente desfavorable, así que nos lo hemos tomado con paciencia y filosofía”, explicaba Laia Sanz al bajarse del Mini ALL4 Racing del Primax X-raid Team.

Ha sido una etapa muy rápida. En la primera parte había mucha piedra, hemos tenido que vigilar mucho para evitar los pinchazos y no romper el coche. Creo que ha ido bastante bien y hemos hecho lo que teníamos que hacer. Luego, la última parte de especial, sobre todo después del refuelling, era de aguantar el gas, con muy poca conducción, así que había poco que hacer con los buggies. Creo que hemos sido listos, estamos bien en la general, así que toca continuar igual hasta el último día”.

En la zona de piedras podríamos haber corrido un poco más, pero hubiera sido arriesgar demasiado sin necesidad. Nuestra misión es seguir adelante y llevar el coche hasta la meta, lo que supondría todo un éxito para todos. Si podemos quedar más adelante, iremos a por ello, pero hoy no era el día para intentarlo”, asegura la catalana. Una muestra más de su gran entendimiento a la hora de afrontar y superar la prueba más dura del mundo.

Este miércoles, Sanz y Gerini empezarán desde la 23ª posición de la general la décima etapa, entre Wadi Ad Dawasir y Bisha, con 374 kilómetros de especial y 384 de enlace. El Dakar pone rumbo oeste. La meta de Jeddah ya está más cerca…

 

Otro día de gestión “made in Laia Sanz”