domingo. 22.12.2024

Elfyn Evans ha conseguido en la 70 edición del Rallye de Finlandia, la segunda victoria de la temporada, que le da muchas opciones de disputarle el título de pilotos a un Ogier que se encuentra a tan solo 24 puntos, a falta de dos rallyes.

Todo el mundo conocía su potencial pero este afable galés, no acaba de afianzarse definitivamente, cometiendo absurdos errores a lo largo del año que permitieron al campeón del mundo, Ogier, adquirir una considerable ventaja, algo que Evans está dispuesto a enmendar y en los bosques finlandeses ha iniciado su camino, mostrándose intratable, frio, calculador e implacable, tanto con el crono, como con sus rivales: “Luchamos y trabajamos muy intensamente todo el año, para adaptar el Yaris a nuestro estilo de pilotaje aunque lo más destacable de este triunfo, ha sido brindárselo a todo el equipo Toyota que ha vencido en su casa, aunque personalmente, si no lo hago bien en España, este triunfo no habrá servido para nada”.

El segundo lugar del cajón fue para Ott Tanak que ha presionado mucho, pero la necesidad de puntos para su equipo le ha obligado a tomar otro tipo de decisiones, con las que posiblemente, el estonio no vaya muy de acuerdo, a pesar de que es la primera vez que los coreanos, hacen podio en Finlandia.

El irlandés Craig Breen ha hecho una soberbia carrera, que le ha llevado a la tercera plaza, aunque un pequeño trompo le alejó lo suficiente de la lucha, como para mantener y sumar para su marca, que tiene a su máximo rival Toyota con 61 puntos de ventaja. “Tres podios seguidos es para sentirse muy orgulloso del trabajo realizado, pero me hubiera gustado más, poder disputarle la victoria a Ott y Elfyn”.

El hombre del rallye fue sin duda el finlandés Esapekka Lappi, que finalizó en cuarta posición, con un Toyota privado, mantenido y gestionado por la casa matriz, lo que le puede dar el espaldarazo definitivo, para saltar el equipo oficial, en la nueva era híbrida.

 

 

Ogier por su parte, ha tenido un nefasto fin de semana, con muchos problemas mecánicos que le han impedido luchar por los puntos de la Power Stage y además, ha sido sancionado con 800 euros y un minuto de penalización, por no atarse bien el casco, lo mismo que le ha ocurrido en Monte-Carlo: “Ha sido una semana para olvidar pero ya he pasado página y solo tengo ganas de asfalto”.

Greensmith se ha limitado a terminar, lo mismo que Fourmaux, de todas formas en el caso del francés, se ha llevado el privilegio del mayor salto del rallye, con los 68 metros de Ruuhimaki, superando al segundo clasificado, Gryazcin, que había conseguido volar 59, con el Polo GTI.

Los peor parados, sin duda Kalle Roanpera, víctima de una absurda salida de carretera que además de romperle el coche, le ha roto la espalda, lo que ha provocado que no pudiera disputar la Power Stage por los fuertes dolores.

Si alguna esperanza conservaba Neuville en Finlandia, se le diluyó totalmente al romper el radiador en la caida de un salto, lo que provocó su abandono.

En WRC2 sería Teemu Sunninen el vencedor con un VW Polo GTI, superando a Ostberg y un Citroën que no acaba de ir bien: “Esta victoria es un reconocimiento de que el cambio de equipo y coche, ha sido positivo y, estoy deseando llegar a España, para subirme al Hyundai Rally2”.

EN WRC3, sería Emil Lindholm quien con su Skoda Fabia superase a Mikko Heikkilä con otro vehículo similar, estando siempre en los tiempos, pero un pinchazo el sábado le hizo perder 30 segundos.

Eerik Pietarinen y Teemu Asunmaa pasaron la mayor parte del fin de semana luchando por el último escalón del podio, la pugna acabó con el Polo estrellado contra un árbol y el Fabia de Aunmaa volcado unos metros más adelante. Pepe López ascendía de esta manera desde la sexta plaza hasta la cuarta. Miguel Díaz Aboitz por su parte, ha finalizado en el puesto 30, con un Skoda que ha dado muchos problemas.

Texto y fotos: Luis Eiriz

CLASIFICACION FINAL

Elfyn Evans hace historia