Laia Sanz pone rumbo a su 15º Dakar. La piloto de KH-7 afronta su cuarta participación en coche con el triple reto de superar su récord de ediciones completadas, mejorar el 15º puesto absoluto logrado en la pasada edición y luchar por la victoria en la categoría 4x2.
El desafío no es menor, habida cuenta de que habrá más equipos y pilotos oficiales que nunca, y la mayoría se han reforzado. Por si fuera poco, la de Corbera de Llobregat y su copiloto, Maurizio Gerini, no han disputado ninguna carrera durante la temporada ni han podido rodar con el vehículo que pilotarán esta edición, un Century CR-6T.
Acostumbrada a lidiar con las adversidades y a superar los retos que se le presentan, Laia Sanz se muestra confiada en sus opciones: “Durante este 2024 no hemos competido en rally raid, y eso se echa de menos, pero la experiencia del año pasado y tener la confianza de que el coche va muy bien, nos ayudará muchísimo. Tengo muchas ganas de empezar, porque ya es mi cuarto año en coche. Vuelvo a ir con el dos ruedas motrices y, tal como fue en el último Dakar, que vimos que podíamos estar delante, nos hemos marcado el objetivo de intentar ganar la categoría y acabar bien clasificados en la general. Si hacemos una carrera con pocos errores y sin problemas mecánicos, por mucho que los 4x4 estén un escalón por encima, podemos lograr un buen resultado, aunque la prioridad es luchar con los que nos podemos medir, que son los 4x2”.
La piloto de KH-7 tiene a su favor el nivel competitivo que ha adquirido en su todavía corta trayectoria sobre cuatro ruedas, y que la ha llevado a ser subcampeona 2023 y 2024 del campeonato eléctrico Extreme E.
“He evolucionado mucho en estos cuatro años como piloto de coches. Desde mi primer Dakar hasta ahora, creo que he subido muchísimo el ritmo. Haber podido correr la Extreme E con Carlos Sainz y Mattias Ekström ha contribuido decisivamente en ello. Esta evolución se ha visto claramente en la Extreme E, donde hay mucho nivel y grandes pilotos, y al final he estado peleando con los chicos, así que estoy muy contenta. Haber disputado 11 Dakar en motos también me ha aportado una experiencia que estoy aprovechando ahora en los coches. Obviamente, me gustaría poder hacer más kilómetros durante el año, pero siempre hay que luchar al máximo con las herramientas que se tienen para aprovechar las oportunidades que lleguen. Ya he vivido esta situación anteriormente en las motos, y ahora toca abrirnos el camino en las cuatro ruedas”, asegura.
En el Dakar 2025, la 20 veces campeona del mundo estará a los mandos de un Century CR-6T, un buggy de tracción trasera dotado de un motor V6 turbo idéntico al que ya pilotó en el pasado Dakar.
“Es un dos ruedas motrices, por lo que la arena es la parte más complicada; sufres más, es mucho más fácil cometer errores, vas con más nervios… aunque para mí, como piloto, las dunas es donde disfruto más y donde creo que con un 4x4 podría hacerlo mejor. A nuestro coche le van bien las etapas rápidas en desierto abierto o con terreno roto… Allí es donde puedes aprovechar todo su potencial, así que intentaremos perder poco cuando haya arena y hacerlo bien los días que sean propicios para nuestro vehículo”, explica.
Con 5.100 kilómetros cronometrados previstos para la 47ª edición del Rally Dakar, Laia Sanz tiene muy claro cómo tiene que afrontar la prueba para conseguir su objetivo de alcanzar la meta por 15ª vez consecutiva entre los mejores de la categoría de coches y con la categoría destinada a los vehículos 4x2 bajo el brazo.
“Planteamos la carrera de menos a más, porque la primera semana será muy dura, de criba, con la crono de 48 horas y la etapa maratón tan pronto. No tenemos que precipitarnos ni que nos cojan las prisas, aunque podamos salir más atrás en el orden de salida, que es muy posible que nos pase, ya que no tenemos la condición de prioritarios. En la última edición, subió mucho la dureza y espero un Dakar parecido, así que tendremos que tener la mente muy fría y entrar en la carrera poco a poco. Hay que hacer un planteamiento inteligente”.
