viernes. 08.11.2024

Desde 2003, Lexus no ha dejado de investigar nuevos colores exteriores, centrándose en tecnologías de pintura innovadoras para conseguir un aspecto cada vez más brillante y radiante.

El nuevo Lexus LS trae el más reciente avance en este campo, el color Lunar Silver –plata lunar–, que resalta el relieve de las curvas y aristas de la carrocería del vehículo y contrasta los toques de brillo con sombras intensas, lo que añade impacto e intriga a las sutilezas del diseño.

El acabado Lunar Silver cambia su tono en función del ángulo desde donde se mira el vehículo y del momento del día, con un aspecto distinto bajo el sol de mediodía que al atardecer. El efecto es aún más intenso con el Lexus LS en movimiento, cuando el paisaje se va reflejando en las superficies de la carrocería como si de espejos se tratara.

La clave para conseguir ese efecto es un nuevo avance en la tecnología de pintura sónica. La pintura de color estándar suele tener un espesor de entre 13 y 14 micras, pero los anteriores colores sónicos de Lexus ya habían reducido ese valor a unas 4 micras. Con Lunar Silver, la técnica ha alcanzado cotas superiores, de modo que la pintura queda comprimida en apenas 2 micras. El resultado es que las láminas de aluminio que normalmente flotan de forma aleatoria en la pintura quedan alineadas en un patrón más denso y uniforme, lo que acentúa su brillo y reflectancia.

 

 

Esa finísima película, claro está, no resulta eficaz por sí sola. Hace falta una gran habilidad para aplicarla, y es muy sensible a las cualidades de las capas de base e imprimación sobre las que se coloca, por lo que Lexus también ha tenido que perfeccionar la calidad y suavidad de estas. Para ello, ha sido necesaria una estrecha colaboración entre los ingenieros especializados en pintura y el equipo de fabricación, que han ido mejorando múltiples detalles hasta conseguir el acabado deseado, de plata pura con efecto espejo.

La influencia del “Diseño en el tiempo” también ha dado lugar a una nueva combinación de acabados interiores, disponible a juego con la pintura Lunar Silver. La ornamentación Nishijin y Haku de las puertas se suma al impresionante cristal tallado Kiriko y los acabados plisados a mano que ya aparecían en el LS y que reinterpretan de forma similar el arte clásico japonés.

Nishijin evoca la alfombra de luz centelleante que crea la luna llena sobre el mar. Se consigue empleando la misma técnica que se usaba históricamente para tejer las prendas de los nobles japoneses: se montan unas delgadas láminas metálicas sobre papel washi y se cortan en finas tiras para obtener un hilo. Para el LS, los hilos se tejen minuciosamente creando un patrón de jacquard con un efecto tridimensional en tonos de plata, gris y negro.

El resultado se fusiona con delicadeza con un panel Haku que se curva en torno al tirador de la puerta. La historia del Haku –palabra japonesa que significa “hoja metálica”– se remonta 400 años atrás. Se trata de un proceso muy especializado en que, a base de martillear un lingote o masa de metal, se obtiene una lámina de apenas unas diezmilésimas de milímetro de grosor. A continuación, la lámina se coloca sobre la superficie del panel para conseguir un acabado con una delicada textura.

La nueva gama LS incorpora asimismo una nueva opción de acabado de poros abiertos con ceniza especial por corte láser, que se vale de una madera natural con tinte negro para destacar su marcado patrón granulado. A continuación, se aplica un preciso proceso de corte por láser para dejar al descubierto detalles brillantes del metal bajo la madera, basado en una técnica desarrollada por los maestros japoneses fabricantes de instrumentos musicales.

Lexus LS 500h, explorando las fronteras del diseño y tecnologías de pintura