Nani Roma y Álex Haro llegaban bien entrada la tarde al vivac, cansados y tristes, tras abandonar en la cuarta etapa del Dakar, después de sufrir un vuelco con el coche en el km 80 y una rotura de rueda en el km 151, cuando habían retomado la carrera tras casi hora y media de trabajar reparando el coche.
“Otro día duro y triste para Álex y para mí en este Dakar, pero así son las carreras. A veces uno se pierde, a veces ganas, a veces pierdes y a veces tienes un accidente como nos ha ocurrido hoy”, comenta Nani, un tanto abatido por el cansancio y la decepción.
“Por suerte estamos bien los dos, que es lo importante. Hemos podido reparar el coche, hemos salido de la especial y ahora están los mecánicos cambiándolo todo para dejar el coche a punto para mañana”, añade el piloto de BXR.
A partir de ahora el rol ha cambiado para el doble ganador del Dakar: “Intentaremos dar soporte a los compañeros de equipo, sobre todo a Sébastien (Loeb), que está luchando para ganar la carrera”.
Veterano en esta carrera, Roma está acostumbrado a encajar estos reveses. “Así es el Dakar, A veces no importa lo mucho que trabajes, la dedicación que empleas en horas de trabajo, de test, para mejorar el coche e intentar ganar la carrera. Es lo genial y mágico que tiene este deporte, que no podemos controlarlo todo. Hoy nos ha tocado vivir la cara amarga del deporte y tenemos que aceptarlo”, dice.
Con pocas horas para recuperarse física y anímicamente, Nani afronta su nuevo papel dentro del equipo Prodrive en este Dakar: “Saldremos de nuevo a intentar correr bien. Quedan muchos días y vamos a intentar sobre todo ayudar al equipo. Trabajamos juntos y vamos a intentar ayudar a que Seb gane esta carrera”.