viernes. 22.11.2024

Enero de 1990. Acaban de terminar los espléndidos años 80 y el sentimiento de bienestar social sigue estando presente. En esa época nacieron auténticos iconos automovilísticos y Peugeot lanzó modelos que llegaron a los corazones de muchos. Uno de ellos fue el icónico 205.

Su historia en los años 80 está repleta de éxitos deportivos y comerciales gracias al tambien legendario GTI. Versiones que hicieron que los automovilistas redescubrieran el concepto de deportividad, hecho posible gracias a una carrocería muy ligera impulsada por un motor de mayor capacidad cúbica, como lo había hecho más de cuarenta años antes el 402 B Ligero. Pero, en el caso del 205 GTI, también era muy ágil y reactivo, haciendo las delicias de los mejores paladares de la conducción. Fue un éxito mundial y, a principios de los 90, se presentó una serie especial disponible con los motores 115 CV 1.6 y 130 CV 1.9, pero que fue adquirida casi exclusivamente con el motor más grande. Se trataba de una versión especial que combinaba deportividad con un cierto nivel de lujo en el interior: el 205 GTI Plus, una serie especial diseñada solo para unos pocos mercados.

 

El 205 GTI Plus nació con la clara intención de atraer a una clientela más sofisticada con un producto de acabados más cuidados gracias a los equipamientos y a los materiales utilizados, casi queriendo aspirar a un segmento de lujo. Se caracterizó por el color de la carrocería disponible en un elegante verde Sorrento metalizado que le aportaba clase y elegancia. Un color que a primera vista podía parecer negro, pero que con la luz del sol devolvía reflejos verdes muy intensos, diferenciándose visualmente de los colores más descaradamente deportivos con los que hasta entonces los clientes compraban el GTI, es decir, blanco, rojo o negro.

El equipamiento interior era el de un coche de un segmento claramente superior, con servodirección y aire acondicionado. Posteriormente, también se se incorporó el ABR, acrónimo francófono que indicaba el precursor del ABS. Un conjunto de equipamientos que encontró su máxima expresión con la incorporación de serie de asientos de cuero, algo muy raro en la época en vehículos de esas características. Gran lujo y una marcada deportividad gracias a la capacidad del motor de mayor tamaño de 1.900 cm3, capaz de suministrar 130 CV y un par máximo de 16,8 kgm a 4.750 revoluciones/min. Un motor que fue utilizado por su hermana mayor (con algunos caballos menos) la berlina y por el SW 405 SRi pero que, con una carrocería como la del 205, casi permitía despegar. En 1991, Peugeot introdujo en el mercado la versión catalizada del 1.9 y su pontecia se redujo a 122 CV, sin perder el placer de conducir ofrecido por la marca.

Peugeot 205 GTI Plus, lujo deportivo