La labor del copiloto en una carrera como el Rallye Dakar es crucial para lograr que el equipo llegue sano y salvo a la línea de meta. Sin él, optar a un buen resultado es imposible, además de por su labor como navegante y guía en medio del desierto, por su compañerismo y ayuda hasta en las situaciones más complicadas, tanto a nivel personal como mecánico.
Diego Vallejo y Edu Blanco son los dos experimentados copilotos del Astara Team y quienes se sentarán a la derecha de Óscar Fuertes y Jesús Calleja, respectivamente. Ellos se encargarán de leer el ‘roadbook’ e indicar el rumbo en los caminos más complicados del mundo a los pilotos. Ambos cuentan ya los días para iniciar esta aventura, pero antes han analizado el recorrido del Dakar 2022 para descubrirnos los pocos detalles que conocen.
La 43ª edición del Dakar arrancará el día 1 de enero en Jeddah con la primera parte de la Etapa 1, de solo 19 kilómetros cronometrados, antes del inicio real al día siguiente, con nada menos que 334. En total, los participantes en el rally tendrán que recorrer más de 4.000 kilómetros cronometrados, que les llevarán por terrenos imposibles, con rocas, dunas, arena, pistas rápidas y un sinfín de obstáculos que los integrantes del Astara Team tendrán que superar para llegar a meta.
“Este será el tercer año en Arabia Saudí, y después de un primer año de ‘calentamiento’ y uno un tanto ‘light’ por el COVID en 2021, creo que ahora llega la hora de la verdad”, pronostica Edu. “Vamos a tener mucha arena y dunas, como ha dicho la organización, y a descubrir nuevos territorios. Me llama la atención que hay hasta cinco etapas en bucle, y por ello podemos esperar muchos obstáculos y dificultades en la navegación, ya que es el único momento en el que la organización se lo puede permitir”.
“En definitiva, creo que será un Dakar duro, con etapas de 300 kilómetros de media pero que se pueden complicar mucho y durar hasta siete horas. Al principio, en la zona de Ha’il espero que tengamos mucho desierto y navegación, después esperamos que la navegación se complique con las dunas y rocas, ya cerca de Riyad. Pensamos que la arena va a ser protagonista”, asegura el argentino.
Vallejo, por otro lado, advierte que hay etapas que se prevén especialmente largas y agotadoras. “Me llaman la atención la Etapa 4 y la Etapa 7, y no solo por el kilometraje, sino porque en una de ellas la organización nos marca que el último coche llegará al vivac a las siete de la mañana del día siguiente. Eso ya nos dice que vamos a sufrir, porque vamos a llegar tarde”.
“Tenemos la experiencia del 2020, cuando corrimos aquí, pero no nos sirve para mucho más que para hacernos a la idea del tiempo, del país y algunas cosas más, porque el recorrido ha cambiado mucho y cada edición del Dakar es otra historia totalmente distinta”, añade el gallego, con más de 400 rallyes y cinco Dakar a sus espaldas.
Un reto imposible de preparar
Correr el Dakar es, literalmente, enfrentarse a lo desconocido. Si bien un piloto de circuitos puede entrenar las horas que desee en el simulador y un equipo de rallyes puede analizar y entrenar en el tramo donde van a correr, en el raid más duro del mundo eso no es posible.
El recorrido de cada día es un absoluto secreto hasta diez minutos antes de la salida de cada etapa, que es cuando los copilotos pueden desbloquear el libro de ruta. Hasta entonces, solo saben las localidades de salida y llegada, los kilómetros cronometrados a los que se enfrentarán, cómo de largo será el enlace, las horas de salida y llegada, y unas pocas líneas sobre la orografía donde competirán.
“Tenemos muy pocos datos antes de viajar hasta Arabia Saudí, o en realidad antes de cada etapa. Analizamos los datos y detalles que publica la organización para hacernos una idea de por dónde vamos a ir o pasar, pero luego nada se asemeja con lo que nos encontramos”, explica Vallejo. “Al final debes ser consciente de que en el Dakar todo es difícil y no puedes confiarte: he tenido etapas que habíamos calificado como fáciles y luego fueron todo lo contrario, y viceversa. En definitiva, mejor esperar y ver qué nos encontramos”.
Blanco coincide con Vallejo: “Intentamos imaginarnos las etapas, porque ni siquiera el recorrido que proyecta la organización luego coincide con el real. Hay que mirar el mapa e intentamos coger alguna pista y calcular más o menos por dónde va a ir la carrera. Nos ayuda a conocer el terreno donde vamos a correr, pero como dice Diego, solo salimos de dudas una vez arrancamos y nos enfrentamos a cada etapa”.
Lo que sí pueden hacer los equipos es entrenar con su propio coche antes de la carrera. Los dos pilotos-copilotos del Astara Team han realizado diversos test en lugares como Zaragoza, Túnez o Madrid para entender el vehículo con el que competirán y adaptarse al mismo. Calleja y Blanco ya compitieron el 01 Concept en la Baja Aragón y lograron la victoria en la categoría T1.2… ¡mejor estreno, imposible!
Roadbook digital diez minutos antes de la salida, una ‘ayuda’ para los copilotos
El año pasado se estrenó el roadbook digital, dejando atrás los ya clásicos libros de ruta en papel. Es la primera vez que tanto Vallejo como Blanco lo utilizan en esta carrera, y aunque no han corrido con el mismo que llevarán allí, pues no está permitido, sí que han podido entrenar con sistemas similares.
“Ya he corrido en el Rallye de Andalucía con el roadbook digital y tengo que decir que el sistema me parece adecuado. Ya nos lo dan con indicaciones y eso es una gran ayuda para los copilotos, porque antes, al acabar el día, nos teníamos que poner nosotros mismos a marcar los peligros, cambio de rumbo y a analizarlo… ¡a veces apenas dormíamos! Nos podía llevar fácilmente cuatro o cinco horas”, comenta Blanco, que lleva nada menos que 30 años ejerciendo como copiloto – entre otras facetas dentro del mundo del motor – y que pensaba que le costaría más el cambio.
“Yo, gracias a mis amigos de CleverCAP, también he podido entrenar en Galicia con un sistema parecido al del Dakar que me ha permitido quitarme las dudas que tenía sobre este nuevo libro de ruta. Es interesante, parece cómodo, y también iguala las cosas con respecto al resto de equipos… ya que todos recibimos al mismo tiempo el roadbook de cada jornada”, añade Vallejo.
Desde el año pasado, equipos reciben el roadbook diez minutos antes de la salida de la etapa, lo que descarga de trabajo a los copilotos, pues ya van todos los peligros e informaciones marcados en el libro de ruta. Al mismo tiempo, la organización impide que se hagan trampas realizando un examen del recorrido la noche anterior.