Se acerca el gran día: el próximo 24 de junio a primera hora de la mañana María Salvo emprenderá el reto de pedalear en su bicicleta entre Madrid y Lisboa. Tres días a razón de doscientos kilómetros diarios, el reto vital que María se ha propuesto realizar en recuerdo y homenaje a Laura, su hermana pequeña, que perdió la vida en un accidente de rallye el año pasado.
Joven, divertida, deportista, enfermera y copiloto de rallyes… Hablamos con María ante el inminente inicio de su reto vital y nos confiesa que hay nervios, preocupación y muchas más cosas. María está en forma, “estoy a tope, mejor que nunca”, nos dice, y es que lleva seis meses entrenando seis días a la semana un mínimo de dos horas diarias, y en ocasiones el doble. “Nunca he estado mejor físicamente, y también psicológicamente. La vida nos pone pruebas difíciles y nos golpea duro, pero hay que seguir luchando y yo he tenido mucha ayuda. Gracias a eso he conseguido seguir adelante”.
Nunca fuimos ángeles… “se ha convertido un símbolo, es ahora el nombre del reto vital, es la frase que da sentido a todo esto y lo cierto es que es muy gracioso su origen. Lo llevaba mi hermana en el casco y la frase se ha viralizado. Mucha gente la usa para identificarnos y hablar de esta acción y de otras cosas relacionadas con los rallyes. Muchos creen que es por una canción, también es el título de una película, pero no; en realidad es gracioso porque Nunca fuimos ángeles es el nombre de una tienda en Ibiza, que patrocinaba a Laura y al piloto con el que corría”.
María responde a nuestras preguntas entre distraída y preocupada porque no llega un paquete que está esperando, desde Oporto, y que es importante para ella. “El reto me preocupa por muchas cosas. Una de ellas es que pueda no estar a la altura de la exigencia física y no pueda completarla. Sería muy duro para mí, pero no descarto que pueda ocurrir, no es nada fácil. He hecho tiradas en bici de 100 y 120 km, incluso una vez hice una de 160 km… pero nunca de 200 km, y menos en tres días consecutivos haciendo lo mismo. No sé cómo reaccionará mi cuerpo. Después de años compitiendo en los rallyes y de algunos accidentes tengo problemas en la espalda y tantas horas sobre la bicicleta no lo he hecho nunca. También me preocupa que todo salga perfecto, soy muy perfeccionista y me cuesta mucho delegar, y aquí tengo que hacerlo, tengo un equipo sensacional y gracias a Terra Training y a Suzuki, todo es fácil por su apoyo, por la logística, pero también eso me preocupa”.
Maria se relaja, parece que el paquete ya ha llegado… se trata de su inseparable bicicleta, con la que últimamente comparte tantas horas y con la que el pasado fin de semana completó el Triatlón de Coimbra. Era la primera vez que afrontaba una prueba tan dura; dos kilómetros nadando, 90 km en bici y 21 kilómetros corriendo. A pesar de ser su debut, finalizó segunda en su categoría.
Nacida en Cuenca hace 24 años, aunque valenciana por genes y familia, María Salvo está hecha de una pasta especial. De esas que ponen el rumbo y no varían por mucho que el viento sople en una u otra dirección. Tras la pérdida de su hermana Laura, con la que tenía la más absoluta complicidad, posiblemente aún en shock y sin saber qué hacer con tanto dolor siguió compitiendo en rallyes como copiloto. Iban primeros en el campeonato y no podía perder la oportunidad de ganar la Beca Junior de la Federación Española de Automovilismo en R2, porque ganarla significaba seguir compitiendo, pero ya en el Campeonato de Europa de rallyes en la categoría R2. Un accidente y varias vueltas de campana y finalizar en segunda posición el campeonato la han apartado de los rallyes, quizás de forma definitiva. “Seguir en los rallyes me vino bien. Fue duro, pero era lo que más deseábamos mi hermana y yo. Cuando estás ahí siempre piensas que hay riesgo, es un deporte peligroso, eso lo sabemos, pero siempre piensas que esas cosas a ti no te pueden pasar. Hasta que todo cambio aquel día. Luché por llegar hasta el final, pero al terminar lo dejé, en buena parte para dar descanso a mi familia”.
Detalles del viaje… alimentación, hidratación, descanso…
“La logística y el cómo lo vamos a hacer está perfectamente definido desde hace algún tiempo gracias a Terra Training y a SUZUKI, que me han apoyado en todo. Tengo los alojamientos a los que espero llegar cada día a eso de las 20 horas para dormir un mínimo de siete horas. Llevamos físio, nutricionista y en todo momento estaremos muy controladas con vehículos de apoyo. Cada día debemos completar aproximadamente 200 km y cada día pararemos a comer una hora. Tenemos que beber mucha agua con sales minerales porque además del esfuerzo va a hacer mucho calor. Es un reto, es emocionante y quiero superarlo junto a todos los que me acompañan en este homenaje a Laura, pero no las tengo todas conmigo. Va a ser duro”.
Eres joven, pero la vida te ha dado ya unos cuantos golpes que te han curtido, ¿qué le dirías a la gente que cada día debe afrontar retos, injusticias y pruebas que muchas veces les superan?
“El viaje entre Madrid y Lisboa va a ser un tiempo de esfuerzo, de superación, de concentración y de ordenar pensamientos. Pero tal y como yo lo veo, es una comparativa de la vida misma. Como ya he dicho, no sé si acabaré, es posible que no pueda hacerlo. Pero llevo seis meses preparándome a fondo, luchando, y eso es la vida, seguir luchando siempre, hay que seguir adelante y hay que contar con la ayuda de los demás, saber apreciarla y disfrutarla. La ayuda de los demás es fundamental y lo único que tengo que decirle a todos es que, pese a lo que he pasado en mi vida, la vida sigue, y no me refiero solo a la pérdida de mi hermana. Como enfermera de urgencias he vivido cosas muy duras e intensas en la pandemia y esto me ha ayudado también a hacerme más fuerte”.
Cuándo todo esto acabe, ¿qué harás?
“Creo que el deporte formará parte de mi vida siempre. Y seguiré luchando…”.