En la primera jornada de la Subida a Sto. Emiliano, tras haber disputado la primera manga, que correspondía a los entrenamientos libres, la demora en la puesta en marcha de la segunda, cuando la anterior se había desarrollado perfectamente sin ninguna incidencia, empezaron las preguntas, principalmente para aquellos que se encontraban a lo largo de la prueba, en una jornada de intenso calor, por cual era el motivo por el que no se ponía en marcha la carrera.
Las primeras noticias que llegaban eran muy alarmantes, ya que un piloto participante en la prueba, José Ramón Fonseca, había sufrido una indisposición y todo hacía pensar que se trataba de un infarto, y los servicios sanitarios estaban tratando de recuperar. Sin palabras se ha quedado la afición, los organizadores, los pilotos… cuando se conoció el fatal desenlace, por lo que la jornada competitiva se suspendía.
José Ramón Fonseca era una buena persona, con un largo recorrido en la competición primero en el autocross y más recientemente en la montaña, aunque sin duda por lo que más se le conocía era por regentar el Karting Pola, una instalación que se ha mantenido a lo largo de los años tras cambiar la actividad de un desguace que había en el mismo lugar, y que ha llegado hasta nuestros días como foco de inicio para muchos y que fue complementado por un bar-restaurante el cual regenta su hija Tamara, que también supo lo que era competir en el karting, durante varias temporadas.
Queda el recuerdo imborrable de Ramón Fonseca con su vitalidad y sonrisa. Aunque no será fácil para su familia poder superar su pérdida, pero seguro que encontrarán el apoyo de tantos amigos que ha dejado en su larga trayectoria.
