Se trata por tanto de la culminación de un extenso programa de desarrollo, que se remonta a 2015 y que comenzó con el desarrollo virtual y las pruebas físicas en Gales en 2018. DBX supone una nueva era en la búsqueda de Aston Martin para ofrecer un rendimiento, estilo y facilidad de uso excepcionales en un segmento hasta ahora inexplorado por el fabricante de fama mundial, el de los vehículos SUV. Al aportar tanto la versatilidad, como la indulgencia que se espera de un todoterreno de lujo con niveles de rendimiento de un coche deportivo, el DBX establece un nuevo y audaz estándar en este sector.
Con su sistema de tracción sobre las cuatro ruedas, el DBX es un coche que permitirá a la empresa aumentar su presencia en mercados donde quizás el clima o el terreno no sea muy propicio para los coches deportivos de tracción trasera. El claro énfasis en una cabina espaciosa y lujosa, también permitirá a Aston Martin llegar a los clientes que prefieren que los lleven en lugar de conducir.
El director de operaciones interino de Aston Martin, Keith Stanton, aseguro: "Es un verdadero privilegio estar hoy aquí para presenciar la finalización de la primera producción DBX de Aston Martin. Estoy extremadamente orgulloso del equipo Aston Martin que ha trabajado tan duro para transformar este antiguo Ministerio de Defensa en una planta de fabricación de coches de clase mundial, lo que da una muestra de la capacidad de Aston Martin. Es un honor ver el primer DBX salir de la producción y mi único pesar es que, debido a la situación actual, todos los que trabajan para esta increíble marca, no puedan estar aquí para presenciarlo".
DBX es un verdadero Aston Martin; captura el espíritu de la marca como un coche bonito construido a mano, pero tecnológicamente avanzado. Se espera que, alrededor del 80% de la producción, sea exportada y vendida en el extranjero. Es un modelo importante para Aston Martin y una clara ilustración de la fuerza de la capacidad de fabricación británica.
