Tres títulos en cuatro años, casi nada. En una carrera más que disputada, el piloto Álex Palou logró retener por segundo año consecutivo el título de campeón de la INDYCAR en el circuito de Nashville, Tennessee, a falta de una carrera para finalizar el campeonato.
La victoria de Palou con Chip Ganassi Racing representa el vigésimo campeonato de pilotos de Honda en las 31 temporadas de competición de INDYCAR. Un hito para la compañía nipona que no ha resultado para nada fácil. La victoria del campeonato en Nashville vino precedida por una penalización al piloto de Sant Antoni de Vilamajor por cambio de motor, que lo dejó relegado en lo más bajo del grupo. Pero una épica remontada de hasta diez posiciones fue más que suficiente para retener la triple corona.
La carrera de Palou arranca desde la niñez, compitiendo en el mundo de los karts. Un escenario con olor a gasoil y asfalto que le permitió cruzar más de una trazada con algunos de los mejores pilotos del mundo del motor. Desde Carlos Sainz hasta el actual vigente campeón de la F1 en Red Bull Honda, Max Verstappen. De ahí dio el salto, en el año 2014, a la EuroFormula Open, y de qué manera, con una pole y triunfo en su estreno. Poco más tarde probó fortuna en las carreras de Fórmula Renault 3.5, Fórmula 2 y Super Fórmula, el máximo campeonato del mundo del motor en Japón, siempre con opciones a ganar el título.
No fue hasta 2020 que aterrizó como rookie en la INDYCAR a los mandos de un volante de Chip Ganassi, el equipo más potente de la competición. Esfuerzo, constancia y perseverancia y algún que otro chispazo para el joven piloto que alcanzó, al fin, el éxito en el circuito callejero de Long Beach. Su segundo campeonato lo confirmó como un piloto consolidado, capaz de establecer un legado, y es que hacía más de 16 años que no se alcanzaba un título antes de la última carrera. Un hito sólo al alcance de los más privilegiados, que se consumó en el circuito de Portland.
Palou se consolida como uno de los pilotos más talentosos del automovilismo mundial. No sólo por el tres de cuatro, por romper la tendencia de casi dos décadas sin ganar antes de la carrera final o por repetir título en dos años consecutivos, sino también por ser el segundo piloto más joven en la historia de la INDY en lograr tres campeonatos y situarse así entre los trece pilotos de la historia en obtener al menos tres títulos de INDYCAR. Y sólo tiene 27 años.
