En el Siglo XXI y con el enorme avance de la técnica y la tecnología, los cambios automáticos son toda una obra de ingeniería. En términos generales, muchos de ellos superan a los equivalentes manuales consiguiendo mejores prestaciones y menores consumos. Aunque su precio de partida es mayor, suele compensarse con su nulo mantenimiento, ya que, por ejemplo, no hay pedal de embrague con lo que nunca podremos "quemarlo".
Si las prestaciones no son tu prioridad, una ventaja que disfrutarás seguro es la de la comodidad de circular sin tener que accionar el embrague y la caja de cambios. Y, si quieres diversión, podrás accionar el cambio secuencial, subiendo o bajando marchas a tu antojo en, por ejemplo, una carretera de montaña. Pero este vídeo nos retrotrae a 1970, cuando los cambios automáticos eran torpes, pesados y “gastones” y donde el cambio manual estaba a la orden del día.
En realidad, hoy en día siguen gozando del favor del público y siguen siendo más baratos que los automáticos. Situados en esa época, vemos un R8 Gordini con su piloto realizando la maniobra del "punta tacón", muy importante y necesaria para tener el máximo control sobre el coche. Se trata de dar un golpe de gas, con el tacón del pie, justo cuando la palanca de cambios pasa por el punto muerto al reducir. Mientras la punta del pie sigue frenando. El pie del embrague hace su juego particular, embragando y desembragando dos veces, una para sacar la marcha larga y otra para meter la más corta.
Hoy en día, también lo puedes hacer con tu coche con cambio manual... ese arte sigue reservado para la tradición (en cualquier época).