viernes. 22.11.2024
Rallye Dakar etapa 2

Barreda y Loeb, alma de cazadores

ado por el agua, el vivac de Al Artawiyah se vio privado de la velada tan especial que le tenía reservada la etapa maratón. Si hay algo que forma parte del ADN es la aceptación implícita de que la naturaleza manda: tanto la organización como los competidores se dirigieron sin rechistar hacia el vivac de la etapa 3

Anegado por el agua, el vivac de Al Artawiyah se vio privado de la velada tan especial que le tenía reservada la etapa maratón. Si hay algo que forma parte del ADN es la aceptación implícita de que la naturaleza manda: tanto la organización como los competidores se dirigieron sin rechistar hacia el vivac de la etapa 3. El programa deportivo de la segunda etapa no se vio trastocado porque al término de la especial de 338 km rumbo a la provincia de Riyadh, un nuevo enlace de 270 km permitía a la caravana alcanzar Al Qaysumah, donde pernoctarán dos noches. La categoría Dakar Classic, que estaba llamada a recorrer un itinerario paralelo que se ha visto seriamente afectado por las inundaciones, se ha desplazado en convoy hasta la nueva ciudad etapa. La especial se ha desarrollado en un 90% en arena, del cual un tercio correspondía a cordones de dunas que han recortado las distancias entre los pilotos de motos, justo antes de que el apasionante duelo entre Al-Attiyah y Loeb se decantara del lado del BRX Hunter.

LO ESENCIAL

Nunca ha tirado la toalla y sigue peleando sin descanso por su primer título en el Dakar. Joan Barreda, conocido como uno de los más rápidos del plantel de pilotos, no ha superado nunca su 5ª posición en la general de 2017. Ayer, un buen despiste hizo peligrar seriamente sus opciones. Pero como es habitual en él, su carácter le lleva siempre a intentar la “remontada”. Al redoblar al máximo su ataque, ha puesto la directa hacia su 28ª victoria de especial, mientras que, aunque lejos por delante de él, Sam Sunderland y Adrien Van Beveren se hacían respectivamente con los dos primeros puestos de la tabla, con 2’51’’ de distancia.

En lo que a coleccionar etapas se refiere, Sébastien Loeb es también un maestro. Con su 15ª victoria, cosechada al seguir la estela de Nasser Al-Attiyah, encargado de abrir la pista, el francés se acerca a 9’16’’ y se consolida al volante de su Hunter BRX -que está respondiendo a las mil maravillas- como el rival a seguir en la pugna por el título. El duelo es evidente entre Al-Attiyah y Loeb y no debería ser arbitrado por los Audi, por mucho que Carlos Sainz y Stéphane Peterhansel quieran seguir dando de qué hablar:  tras el percance de ayer, se han colocado 3º y 4º en la etapa del día respectivamente.

Manuel Andújar también sufrió lo suyo ayer, pero los problemas del inyector de su quad parecen haber quedado atrás. El argentino se ha impuesto al inspirarse en el método Barreda pero sigue acusando un retraso de media hora sobre el líder lituano, Laysvidas Kancius.

En T3, Guillaume De Mevius ha dado un importante golpe de efecto al imponerse por 4 minutos a “Chaleco” López, quien ha heredado sin embargo el sillón del líder tras la ruptura del cárter del diferencial de Seth Quintero a 30 km de la meta.

En SSV, Polonia mantiene el liderato en la clasificación por etapas, en este caso gracias a la actuación estelar de Michal Goczal, que firmaba el mejor tiempo, si bien es Austin Jones quien toma las riendas de la general con una pequeña ventaja de 1’52’’.

Un tercer Kamaz diferente se ha llevado hoy el gato al agua, concretamente el pilotado por Andrei Karginov, que ha adelantado a sus tres compañeros de equipo. Las cuatro primeras posiciones de la general lucen un abrumador color azul, con Sotnikov reinando en las alturas.

 

 

LA ACTUACIÓN DEL DÍA

El equipo OT3-Red Bull sigue pasando por todos los estados. Mientras que Seth Quintero se veía contrariado por una avería a 30 km de la meta, la buena sorpresa del día ha sido para Guillaume de Mevius, un rookie que no consigue librarse del yoyó emocional que supone el Dakar. Tras un cambio de copiloto de última hora, el belga, a quien acompaña ahora Kellon Walch, se dejó siete horas ayer. La avería le provocó también una salida tardía que le obligaba a saltar a la pista por detrás de los pesos pesados. Ahora bien, este no es el tipo de contrariedad que le impide imprimir un buen ritmo, como demuestra el mejor crono del día al término de la especial de 338 km. ¡Ahí es nada! De paso, el ganador de la especial ha tenido la delicadeza de detenerse en el camino para echar un capote a su compañero de equipo Andrea Mikkelsen, con problemas en una rueda. El espíritu tranquilo es sin duda una visión del Dakar que ha heredado de su padre Grégoire, ganador de tres etapas al inicio de los años 2000.

UN DURO REVÉS

Decididamente, cuando no toca, no toca. Y el perfecto ejemplo de ello es lo que le ha ocurrido hoy a Danilo Petrucci. Todo comenzó el pasado 6 de diciembre cuando el oriundo de Terni se fracturó el tobillo y el talón derecho. Pese a ello se desplazó hasta Arabia Saudí para probar suerte y se dio cuenta en seguida de que podía competir, apretando eso sí bien los dientes para sobrellevar el dolor. Acto seguido, dio positivo en COVID a dos días de la salida. Tras un segundo control, el expiloto y ganador de MotoGP recibió luz verde para cumplir su sueño de competir en el Dakar. Segundo en la general en la categoría de Rally2 al término de la etapa 1B, Petrucci no va rápido: va rapidísimo. Tras lidiar con éxito con su lesión y la amenaza del COVID, ha sido finalmente un problema mecánico el que ha apeado al piloto de Tech3 de la carrera después de que su KTM decidiera no responder en el km 115 de la especial del día. Todos sus esfuerzos por repararla han resultado en vano y el piloto se ha visto obligado a solicitar su evacuación. Petrucci no ha tirado aún la toalla pues puede hacer uso del comodín que le permitiría continuar con la aventura e ir así acumulando experiencia en el rally. Si decide hacerlo, recibirá una penalización de tiempo como la impuesta a Stéphane Peterhansel en coches.

 

 

EL DATO: 15

La paciencia y la abnegación de Sébastien Loeb han sido al fin recompensadas entre Ha’il y Al Qaysumah. El nonacampeón de WRC ha sabido mantener su distancia frente a Nasser Al-Attiyah para imponerse al término de la segunda etapa de este 44º Dakar. Sébastian Loeb eleva así a quince sus victorias de etapa en la prueba e iguala a compatriotas de la talla de Jean-Louis Schlesser y Bruno Saby en la clasificación de coleccionistas de especiales en coches. Al ocupar el escalón más alto del podio del día, Loeb da una gran alegría al equipo Prodrive, que cosecha su primer éxito desde el año pasado con su proyecto BRX. Se convierte así en el 27º fabricante diferente en imponerse en la prueba. La guinda del pastel es que Nani Roma ha terminado quinto a ocho minutos de su compañero de equipo. ¡Un día redondo sin duda para el clan BRX!

CON SABOR A CLASSIC

El Dakar Classic ha llegado antes de lo previsto al vivac debido a la anulación de su programa deportivo del día. Poniendo a mal tiempo buena cara, los 301 corredores repartidos en 142 vehículos han podido aprovechar el parque de asistencia para admirar de cerca las joyas de esta segunda añada. Hoy hemos sido testigos de una verdadera peregrinación hacia el número 707: la definición misma de un clásico. Júzguenlo ustedes mismos. Hervé Cotel diseñó su buggy epónimo durante el año de creación del Dakar en 1979. El año siguiente, se inscribió en la carrera y logró una 13ª posición. En 1981, en su segunda incursión, solo se le resistió el Range Rover de Metge y Giroux. A punto de cumplir los 73 años, forma parte de quienes han tenido el privilegio de subir al podio de la capital senegalesa. Se trata, en definitiva, de uno de los verdaderos pioneros del Dakar. Con el buggy Sunhill, también en carrera este año, han abierto y escrito las primeras páginas de la profecía de los buggies en el Dakar, inspirada en su día por las carreras de la Baja, en California. En 2005, Hervé Cotel empezó a cerrar el círculo al participar junto con el fabuloso estadounidense Ronn Bailey… en un buggy, ¡como no podía ser de otra forma! En su vuelta al Dakar, ha reconstruido su propia creación a imagen y semejanza del original. Se mire por donde se mire, nos encontramos ante todo un mito del Dakar.

 

Barreda y Loeb, alma de cazadores