El equipo oficial de Porsche cuenta con dos 911 RSR para afrontar la primera prueba de la temporada del Campeonato del Mundo de Resistencia (WEC), que se disputa en Spa-Francorchamps el 1 de mayo. El fabricante de deportivos de Stuttgart se enfrenta a condiciones únicas en la región belga de las Ardenas.
Ningún otro circuito, aparte de Le Mans, es tan largo (7,004 kilómetros) ni tiene tanto desnivel (100 metros). Tampoco es nada usual su combinación de tramos de muy alta velocidad con curvas de aceleraciones laterales extremas.
Carga aerodinámica alta o baja
El Porsche RSR, que compite en la categoría GTE-Pro, ofrece varias posibilidades de ajuste a este respecto, sobre todo, relativas al alerón trasero y la altura libre al suelo en la parte delantera y trasera. Realizando las modificaciones pertinentes, cambia la manera en la que el flujo de aire incide en el coche.
En años anteriores, los equipos de LMP solían utilizar la carrera de Spa como prueba de entrenamiento de cara a las 24 Horas de Le Mans. En Bélgica, los ingenieros se preguntaban si estaban eligiendo la configuración aerodinámica más adecuada para la carrera de Francia, la más importante de la temporada. También se aseguraban aquí de que los datos recopilados en el túnel de viento se correspondieran con la realidad en la pista. Tales preguntas, sin embargo, no son relevantes en los vehículos GT.
Una configuración con alta carga aerodinámica facilita la tarea a los pilotos a la hora de afrontar curvas rápidas, cambios de rasante y bajadas. Además, los neumáticos Michelin funcionan de manera óptima en estas condiciones.
Transmisión de datos en un circuito montañoso
El circuito está ubicado en la campiña de las Ardenas, repleta de colinas. El trazado cubre una distancia que rebasa por poco los 7 kilómetros. Se utilizan tecnologías de vanguardia para establecer el contacto por radio entre el piloto y su equipo y mantener un flujo continuo de telemetría. La comunicación por radio bidireccional entre el coche y los boxes está garantizada por sistemas digitales suministrados por el proveedor británico MRTC.
El amplio ancho de banda que proporciona la comunicación digital asegura que haya un canal exclusivo disponible para cada vehículo. La tecnología que lleva instalada el Porsche 911 RSR pesa solo unos pocos cientos de gramos y está montada en el lugar donde se ubica el asiento del pasajero en un coche de calle. Los pilotos usan tapones para los oídos con auriculares integrados, mientras el micrófono se sitúa dentro en el casco. Por su parte, los miembros del equipo hacen uso de unos auriculares altamente resistentes para comunicarse con los participantes.
La tecnología decide de forma autónoma
Para intercambiar datos entre el vehículo y los boxes, Porsche confía en la tecnología de telefonía móvil.. A continuación, determina de forma independiente a qué proveedor se envían los datos de telemetría. Por ejemplo, desde la curva La Source cercana al municipio de Francorchamps -vía satélite- hasta el centro de datos del proveedor de comunicaciones móviles Vodafone en Gran Bretaña o Australia, y de ahí, de regreso hasta los boxes del circuito belga.
Los datos cubren decenas de miles de kilómetros para permitir el contacto dentro de un circuito. Pero en Porsche están preparados ante posibles fallos en la red. En caso de emergencia por una posible sobrecarga en las tres redes móviles locales más fuertes, existe una solución. Tenemos un módulo receptor en boxes para este tipo de situaciones. Si los datos no se pueden enviar de la forma habitual, los coches envían los paquetes directamente al servidor siempre que sea necesario. Las conexiones entre los ordenadores portátiles de los técnicos y el servidor de datos están protegidas, entre otros medios, a través de un túnel VPN; no es posible el acceso no autorizado.
Lectura de los datos de telemetría
Los paquetes de datos, que se envían desde el 911 RSR a los sistemas informáticos en el centro de control durante la calificación o la carrera, suelen ser de unos pocos megabytes. Las velocidades de exploración de los sensores para la transmisión de ciertos datos se ven reducidas, pero otros más importantes como la presión de los neumáticos, la temperatura del aceite, la posición del pedal del freno y del acelerador o el ángulo del volante siempre están disponibles.