martes. 24.12.2024

Escribir un billete de opinión como este de un gran premio que se ha hecho llamar de la “Emilia Romagna” suena, cuanto menos, raro. Claro está que, cuando uno explica que la carrera ha tenido lugar en Imola, en el Autódromo Enzo y Dino Ferrari, la cosa cambia. Para cualquier seguidor de la Fórmula 1, no digo ya a un fanático como el que suscribe, los viejos trazados europeos tienen un atractivo muy superior a las nuevas pistas que han ido apareciendo en los últimos veinte años. Imola debería despertar por lo tanto nuestro instinto racing, sin embargo, para mí nunca es así. Ni lo fue ayer, ni lo fue los doce años que se disputó desde 1994. La muerte de Ayrton Senna ese fatídico 1 de mayo, y la del austríaco Roland Ratzenberger un día antes en la calificación, han hecho que el trazado italiano sea maldito para mi memoria. Y aunque sería injusto echar toda la culpa de la desaparición del brasileño al trazado de Imola, no es menos cierto que la pista estaba anticuada y era todo menos segura. La prueba, los cambios que se llevaron a cabo en el trazado al año siguiente.

Sin embargo, una pandemia mundial ha devuelto al primer plano al trazado que en su día rivalizó con Monza para albergar el Gran Premio de Italia, algo que por cierto solo consiguió en 1980. Y por si fuera poco, el regreso a la categoría reina del automovilismo, Imola ha tenido dos hechos importantes para que este fin de semana sea recordado en el tiempo. Por un lado, el ensayo de un fin de semana de carreras reducido a dos días, y por otro, el heptacampeonato que ha conseguido Mercedes.

Así que, vamos por partes. La FIA y Liberty Media siguen empeñadas en hacer un campeonato con más carreras. El hecho de que esta campaña hayan tenido que reducir las citas no ha sido óbice para que su objetivo vuelva a la palestra. La razón es sencilla. A más carreras más dinero en juego de las televisiones y de los países que siguen pegándose por albergar una cita del mundial de Fórmula 1 por mucho que las audiencias hayan bajado. Y como todo tiene un límite, parece que la decisión pasa por reducir los días que el gran circo coloniza un circuito.

En la actualidad los equipos llegan normalmente de martes a los trazados y la primera jornada pública es la del jueves. Los miércoles no tienes a nadie importante en el paddock, pero es un buen día para acercarte a los monoplazas, poder charlar con los mecánicos y ver las novedades que cada formación trae a la carrera si perteneces al reducido número de personas acreditadas en un gran premio, algo imposible este año. Mientras que los jueves acude todo el mundo al circuito y es el día destinado a los medios de comunicación y los eventos con los patrocinadores. Pues bien, lo que han hecho en Imola es pasar esa jornada para el viernes a costa de eliminar las dos jornadas de entrenamientos libres que tenían lugar en la víspera del fin de semana.

Algo como lo que ya vivimos en Eifel obligados por la lluvia y la niebla que hubo en Nurburgring. Desde luego habrá quien se queje de la reducción de entrenamientos, pero no cabe duda que podremos vivir carreras menos perfectas y más emocionantes. Con tres sesiones de entrenamientos es muy difícil que haya algún piloto que no consiga cuadrar el setup de su monoplaza y consiga destripar los detalles que el simulador no le haya permitido descubrir del asfalto. Y con esto no quiere decir que vayan a ganar, por ejemplo, los Williams, pero si podremos tener carreras más imprevisibles y lo que es seguro, más económicas. Por el momento el balance que han hecho los pilotos ha sido positivo, y los equipos están más que de acuerdo con lo que se ahorran, así que parece que la medida tiene todas las papeletas para instaurarse en 2021.

 

 

Pero si por algo será recordado este Gran Premio de la “Emilia Romagna” será por la hazaña de Mercedes. El séptimo campeonato del mundo de constructores los coloca en quinto lugar en la escala de los fabricantes por detrás de Ferrari (16), Williams (9), McLaren (8) y empatados con Lotus (7). Sin embargo, Mercedes rompe con este entorchado el empate que tenía con Ferrari en cuanto a títulos consecutivos. Y es que los de Maranello ganaron como constructor de 1999 a 2004, o sea, empezaron a dominar un año antes de que Michael Schumacher comenzase su dictadura.

Se abre así la mayor era de dominio de un constructor en la Fórmula 1, y lo más importante, su fecha de caducidad no aparece por ningún lado. Por lo pronto podemos aconsejarles que apuesten sin problemas por la escudería de la estrella de cara al 2021. Nunca hasta ahora nadie había dominado con tal claridad. Ni los Ferrari de principio de este siglo, ni los McLaren de finales de los 80, ni los Williams de principios de los 90, ni si quiera los Red Bull de principios de la pasada década. Y, ¿por qué? se preguntarán. Pues sencillamente por haber invertido dinero, trabajo, y haber sabido hacer un equipo que ha sido renovado varias veces en estos años y que, sin embargo, sigue siendo el rey, como diría Vicente Fernández.

No nos olvidemos que el equipo Mercedes, como ahora lo conocemos, nace de la compra de Brawn por parte del fabricante germano. Por cierto, recuerden que el equipo comprado debería haber sido McLaren, pero Ron Dennis se opuso con todas sus fuerzas a la venta. Por el medio hemos tenido al frente en la parte ejecutiva primero a Norbert Haug, y luego a Toto Wolff y al desaparecido Niki Lauda, mientras que en la parte técnica primero estuvo Ross Brawn, luego Paddy Lowe, y ahora a James Allison, sin olvidar a otros ingenieros de renombre como Geoffrey Willis, Bob Bell, Andy Cowell, Hywel Thomas o Aldo Costa. Y si analizamos los pilotos tenemos a Michael Schumacher, Nico Rosberg, Valtteri Bottas y Lewis Hamilton. Vamos, que ni ha sido casualidad, ni ha sido cosa solo de tener el mejor motor ni les han regalado nada. Simplemente han sabido hacer lo que otros muchos no han podido, que es un equipo ganador en la parte deportiva, técnica y ejecutiva.

Eso sí ¿hasta cuando durará la tiranía con la que gobiernan el mundial?. Pues, aunque hace unas líneas les he invitado a apostar porque en 2021 repetirán al frente de las clasificaciones, es probable que la estructura sufra un giro difícil de creer en estos momentos. Dos de las patas del equipo, Hamilton y Wolff no han firmado sus contratos de renovación para la próxima temporada. Es más, no hace mucho que les anunciábamos la posibilidad de que Mercedes se retire como constructor vendiendo su negocio a Ineos y se quede únicamente como fabricante de motores. Y aunque esto último parece más que probable, lo que ha cobrado fuerza en Imola es la opción de que Hamilton no siga en el equipo. Sus declaraciones, tras la carrera, han hecho pensar a más de uno y han revuelto el gallinero del paddock.

Los asientos que hay libres ahora mismo parecen estar más que adjudicados. Queda la duda en Red Bull si el segundo monoplaza será para Sergio Pérez, que parece partir con ventaja gracias a los pesos mexicanos de Carlos Slim, o para Nico Hülkemberg. En Haas el dinero de Nikita Mazepin y los motores Ferrari de Mick Schumacher parece que van a ser determinantes a la hora de adjudicar los volantes de la formación americana, mientras que en Alpha Tauri el Dr. Helmut Marko ya ha abierto las puertas a un piloto de la academia de Honda, el nipón Yuki Tsunoda para acompañar a Pierre Gasly.

Se imaginan que el volante más deseado, el de Hamilton en Mercedes, al que por cierto nadie ha osado a presentar el currículo, realmente estuviese libre. Realmente no lo quiero ni pensar, aunque cosas más raras hemos visto en este deporte. Sin ir más lejos, su excompañero Nico Rosberg dejó la competición justo cuando se proclamó campeón del mundo. El beneficiado en ese caso sería George Russell, piloto de Toto Wolff en Williams, mientras que los perjudicados seríamos los amantes de este deporte porque perderíamos al piloto más condecorado de la historia, o al menos eso es lo que va camino de conseguir en lo que resta de temporada. Personalmente no creo que ocurra, y Russell deberá seguir un año más en Williams, mientras que Bottas estará un año más a la sombra del británico. Pero ver veremos que nos deparan las cuatro citas que quedan, y es que en la primera Hamilton tendrá su primera bola de partido esta temporada, la cita en Estambul en quince días.

@luismanuelreyes

 

 

CLASIFICACION
1.-Lewis Hamilton (Mercedes) 63 - 1:28'32.430 
2.-Valtteri Bottas (Mercedes) 63 - 1:28'38.213
3.-Daniel Ricciardo (Renault) 63 - 1:28'46.750
4.-Daniil Kvyat (AlphaTauri/Honda) 63 - 1:28'47.571
5.-Charles Leclerc (Ferrari) 63 - 1:28'51.541
6.-Sergio Pérez (Racing Point/Mercedes) 63 - 1:28'52.082
7.-Carlos Sainz Jr. (McLaren/Renault) 63 - 1:28'52.660
8.-Lando Norris (McLaren/Renault) 63 - 1:28'53.561
9.-Kimi Räikkönen (Alfa Romeo/Ferrari) 63 - 1:28'54.654
10.-Antonio Giovinazzi (Alfa Romeo/Ferrari) 63 - 1:28'58.828
11.-Nicholas Latifi (Williams/Mercedes) 63 - 1:28'59.565
12.-Sebastian Vettel (Ferrari) 63 - 1:29'00.883
13.-Lance Stroll (Racing Point/Mercedes) 63 - 1:29'01.593
14.-Romain Grosjean (Haas/Ferrari) 63 - 1:29'05.365
15.-Alexander Albon (Red Bull/Honda) 63 - 1:29'29.714

ABANDONOS
     George Russell (Williams/Mercedes) 51 - 1:09'44.149
     Max Verstappen (Red Bull/Honda) 50 - 1:06'23.648
     Kevin Magnussen (Haas/Ferrari) 47 - 1:04'14.971
     Esteban Ocon (Renault) 27 - 36'58.496
     Pierre Gasly (AlphaTauri/Honda) 8 - 10'56.787

La dictadura de la estrella