jueves. 26.12.2024

El coche más vendido de Skoda entre las dos guerras mundiales fue el popular. Sin embargo, el superventas de la marca de Mladá Boleslav, presentado en 1934, siguió ampliando su gama durante los años siguientes. De esta forma, el modelo de gama media creó un espacio en la gama para una alternativa más asequible: el 995 Popular “Liduska’” con un motor de cuatro cilindros refrigerado por agua. El desarrollo empezó en 1936 con prototipos únicos, que el fabricante empleó para experimentar con sistemas de propulsión poco habituales. Dos de los llamados Sagitta han llegado hasta nuestros días.

En los años 20, los coches eran un privilegio de los ricos en muchos países, y Checoslovaquia no era ninguna excepción. Por un lado, esto se debía a las bajas cifras producción y, por otro, a los altos impuestos, que perjudicaban la demanda. Cuando llegó la crisis económica mundial en otoño de 1929, llevándose por delante el espíritu de optimismo de los "Dorados Años 20", la situación empeoró aún más. Skoda estaba relativamente bien preparada para este momento de inflexión: la compañía, fundada en 1895 - hace 125 años - por Václav Laurin y Václav Klement, había abierto una planta con modernas líneas de producción en Mladá Boleslav apenas unos meses antes, por lo que fue capaz de fabricar a bajo precio. Skoda también dio un paso importante hacia la producción de coches asequibles para un mayor segmento de la población cuando abandonó los vehículos basados en bastidores de tipo escalera. El desarrollo de una nueva generación de modelos con un chasis tubular central, significativamente más ligero, y una avanzada suspensión independiente, que ofrecía un mayor confort durante la conducción y requería un menor mantenimiento, empezó en verano de 1932 en el distrito praguense de Letnany, bajo el liderazgo de Josef Zubaty.

Los distintos prototipos que probó el ingeniero Zubaty muestran los grandes esfuerzos realizados por Skoda para ir más allá de las tecnologías de probada eficacia y pensar en ideas originales para desarrollar nuevos vehículos - aún cuando el fabricante checo ya tenía mucha experiencia con el motor de cuatro tiempos de cuatro cilindros en línea refrigerado por agua, acumulada desde 1906. Sin embargo, en enero de 1933, desarrolló una alternativa: un motor V2 de cuatro tiempos y dos cilindros refrigerado por aire, con un desplazamiento de entre 750 y 800 cc y cerca de 16 CV de potencia. En junio, el prototipo se estrenó en el Skoda 112. Sus ruedas traseras estaban impulsadas por un motor V2 de dos tiempos y un solo cilindro instalado en la parte trasera. Pero eso no fue todo: en otoño, se creó otro motor V2 de cuatro tiempos refrigerado por agua y con un desplazamiento de 850 cc, y en septiembre le siguió un V2 de dos tiempos. Pero ni siquiera este, el Tipo 222, pudo ganarse a la dirección de la compañía. En octubre de 1933, dieron luz verde a la realización de pruebas adicionales con otro prototipo de cuatro tiempos. Finalmente, esto condujo al prototipo 215 con un motor de dos cilindros en línea de 804 cc y 15 CV de potencia.

Sin embargo, en el nuevo modelo de serie, el 420 Standard introducido en 1933, volvió a imponerse el silencioso, económico y fiable motor de cuatro tiempos de cuatro cilindros. Al igual que el 418 Popular, que se presentó en febrero de 1934, tenía un desplazamiento de 902 cc. A partir de abril de 1934, se sumó a la gama el 420 Popular con un motor de cuatro cilindros y 995 cc de 22 CV de potencia. Aunque la producción de estos motores costaba 650 coronas más, Skoda fue capaz de ofrecer el nuevo vehículo a un precio que rivalizaba con los modelos de dos cilindros de la competencia. Aunque se usaron materiales de una calidad significativamente superior, el precio del 418 Popular cayó de 29.800 a 18.800 coronas respecto al modelo anterior - el 420 Standard de cuatro plazas - gracias a la eficiente línea de producción.

Sin embargo, el Popular, con una considerable longitud exterior de hasta cuatro metros, se estaba haciendo aún más grande, e incluso las versiones básicas seguían siendo demasiado caras para resultar atractivas para una amplia clientela. En Skoda empezaron a tomar forma los planes para un vehículo más pequeño y económico, que pronto daría lugar a un boom de la propiedad de automóviles. Estos llegaron en la forma de los prototipos conocidos como Sagitta, cuyo nombre significa "flecha" en latín, en referencia al logo de la marca. No ha sido posible dar con la fecha exacta de su desarrollo en el archivo de Skoda Auto, pero otros registros sitúan el proyecto entre 1936 y 1938. Las dimensiones del coche pequeño son claras: con una distancia entre ejes de 2.100 milímetros, los vehículos de prueba medían 3.400 mm de largo, 1.320 mm de ancho y 1.420 mm de alto.

El primer prototipo se montó sobre ruedas en abril de 1936. Con un chasis tubular central y cuatro ruedas individualmente suspendidas de ballestas semielípticas de montaje transversal, estaba basado en el ya bien establecido concepto de Skoda. Desconocemos que carrocería tenía este prototipo. En cualquier caso, fue sucedido por dos descapotables, un coche de dos puertas con cuatro asientos de gran tamaño - en vez de la configuración 2+2 - y cuatro coupés, que se diferenciaban los unos de los otros, entre otras cosas, por si las ventanillas se abrían horizontal o verticalmente. De forma similar al Popular, sus transmisiones de tres velocidades, con la caja de transferencia situada en el eje trasero, formaban una avanzada unidad de eje transversal - aunque esta astuta distribución no fue ampliamente aceptada hasta más tarde, por ejemplo, en los caros coches deportivos y de carreras. En el Popular y el Sagitta, ofrecía al conductor y a los pasajeros un mayor espacio para las piernas y reducía el centro de gravedad del vehículo.

El hecho de que este concepto de eje transversal también mejorara la tracción en las carreteras mayoritariamente no asfaltadas de la época, a menudo cubiertas de barro o arena, fue una afortunada ventaja - aunque el Sagitta no necesitara engranaje diferencial, ya que, dado que su ancho de vía de tan solo 1.050 mm, sus ruedas de 16 pulgadas eran mucho menos propensas a resbalar, incluso sobre la nieve. La dirección de piñón y cremallera también contribuía a facilitar el control. Vacío, el Sagitta solo pesaba 580 kilogramos; con carga completa, su peso podía alcanzar los 860 kilogramos.

Debajo del capó, junto a la parrilla del radiador, los motores V2 de cuatro tiempos del programa de pruebas del ingeniero Zubaty hacían su trabajo - ahora con control de válvulas SV, 844 cc de desplazamiento y 15 CV de potencia, que se alcanzaba a las 3.000 revoluciones por minuto. En contraste con el diseño habitual de Skoda, estaban refrigerados por aire en vez de por agua, y tenían un ventilador de cuatro palas hecho de un metal ligero y un termómetro detrás de cada cabezal de cilindro acanalado. Sus indicadores, fácilmente reconocibles por los pilotos de prueba, se instalaron en el salpicadero, que era parecido al del Popular. En vez de los carburadores Zenith 26 VEH iniciales, se instalaron los más modernos Solex BRFH. Disponían de un filtro de aire que consistía en una malla metálica bañada en aceite. Precalentar el colector de admisión usando los gases de escape facilitaba el arranque del motor. La red eléctrica de a bordo estaba basada en un sistema de 6 voltios del especialista suizo Scintilla. El prototipo alcanzaba una velocidad de 70 km/h, con un consumo medio de carburante de 5,5 litros por cada 100 kilómetros.

Dos ejemplares del raro Sagitta son hoy parte de la colección del Museo Skoda en Mladá Boleslav. El coupé, plenamente restaurado y pintado de color marrón metálico, es parte íntegra de la exposición permanente. Tiene ventanillas correderas en las puertas laterales - una bien pensada solución que no requiere manivelas, mejorando así la sensación de espacio a la altura de los codos. Otro modelo coupé está pendiente de ser restaurado en el almacén del museo. Aunque estos atractivos coches pequeños no llegaron a la producción en serie, cumplieron con su propósito: muchos elementos, incluyendo el motor montado longitudinalmente por delante del eje frontal y la parrilla, que se levantaba junto al capó para hacer que trabajar en el motor de cuatro cilindros refrigerado por agua fuera más fácil, fueron incorporados al 995 Popular 'Liduska', fabricado a partir de noviembre de 1938. A pesar de su motor más elaborado, de 995 cc y 22 CV de potencia, y su carrocería 400 milímetros más larga, se convirtió en todo un éxito tanto a nivel de precio como a nivel de ventas: Skoda solo pedía por él 17.300 coronas, sin contar el IVA. En 1946, un total de 1.478 unidades del 'Liduska' habían salido de la línea de producción.

 

La historia del Skoda Sagitta