viernes. 22.11.2024

Inyección de moral

De locura se puede calificar el Gran Premio de Brasil vivido en Sao Paulo. Por si era poco aliciente tener en Interlagos el tercer capítulo del experimento de los chicos de Stefano Domenicali con la ya conocida calificación al sprint, varias decisiones de la FIA que perjudicaron los intereses de Lewis Hamilton y Mercedes consiguieron, sin embargo, un efecto contrario al esperado, engrandecer aún más la épica victoria del británico a falta de tres carreras para que termine el mundial.

De locura se puede calificar el Gran Premio de Brasil vivido en Sao Paulo. Por si era poco aliciente tener en Interlagos el tercer capítulo del experimento de los chicos de Stefano Domenicali con la ya conocida calificación al sprint, varias decisiones de la FIA que perjudicaron los intereses de Lewis Hamilton y Mercedes consiguieron, sin embargo, un efecto contrario al esperado, engrandecer aún más la épica victoria del británico a falta de tres carreras para que termine el mundial.

Hacía tiempo que una carrera de Fórmula 1 no me hacía vibrar tanto como esta. Con la decisión del equipo de Brackley de cambiar el motor de combustión del monoplaza número 44, todos sabíamos ya el viernes que el británico perdería el domingo en la parrilla cinco puestos de la posición en la que finalizase en la calificación al sprint del sábado. Sin embargo, lo que no podíamos esperarnos era que una verificación técnica podía tirar por los suelos cualquier esperanza de llegar a Abu Dhabi con el mundial en juego.

 

 

Jo Bauer, el Delegado Técnico de la FIA en los grandes premios desde que en 1997 Charlie Whiting dejó ese puesto para ejercer de director de carrera en todas las citas del mundial, era el encargado de lanzar el primer torpedo a la línea de flotación del Mercedes W12. El alemán se puso necio con la verificación del hueco que queda en el alerón trasero cuando el DRS se activa y la pletina superior se pone en posición horizontal para permitir que se reduzca la carga aerodinámica. El reglamento define que este hueco tiene que tener una altura de entre 10 y 85 milímetros. Dicha verificación, que se realiza con un disco de diámetro igual al límite del hueco, y con un dinamómetro para ejercer solo 1 kg de presión y simular el empuje que tendría en condiciones dinámicas en pista, fue negativa en la zona media del alerón y en la parte izquierda, pero fue positiva en la parte derecha.

Y aquí es dónde surgieron los problemas. Todos los ingenieros de los equipos consultados este fin de semana coinciden en que habitualmente la FIA explica este tipo de problemas a los equipos para que sean resueltos en la siguiente sesión. Más aún cuando los propios comisarios deportivos confirmaron que el hecho fue provocado por un daño en el alerón durante la calificación y que no era algo que se hubiese configurado así en el box de Mercedes. De hecho, esa asimetría, de afectar algo a la aerodinámica, algo en lo que todos coinciden que no es factible al haber superado la altura máxima en tan solo dos décimas de milímetro, habría ido en contra suya al no estar equilibrado el alerón.

Bueno, pues con todo esto, los comisarios deportivos encabezados por el ex piloto Vitantonio Liuzzi decidieron descalificar al heptacampeón de la calificación, con lo que debía partir de la última plaza en la calificación al sprint del sábado. Las malas lenguas afirman que los comisarios se vieron presionados a aplicar el reglamento por Bauer y evitar así la excepción habitual cuando no se cumple el reglamento, pero no se obtiene una ventaja con ello. Por si todo esto fuera poco, en lo que pareció un acto de compensación, los comisarios sancionaron también a Verstappen con 50.000 € por tocar precisamente el alerón del Mercedes de Hamilton tras acabar la calificación, cuando se considera que los coches están en parque cerrado y solo pueden ser tocados por los comisarios. Sinceramente, podría ser una casualidad, pero realmente no creo en ellas.

Eso sí, lo que nadie pensaba era que en lugar de minar la moral del británico y la de su equipo, lo que habían conseguido los hombres de la FIA era encender su amor propio y despertar al león que en las últimas carreras dormitaba en su interior ante el dominio que ha ejercido Red Bull en la pista este año. Nada menos que 15 posiciones remontó el de Stevenage el sábado para acabar quinto y poder salir el domingo en la décima plaza de la parrilla tras sumar la sanción por el cambio del motor de explosión. El objetivo de restar puntos a la diferencia con Verstappen con la que llegaba a Brasil era aún difícil pero ya no imposible.

Hamilton empezó la carrera en modo “Hammer Time” y en la quinta vuelta ya era tercero tras los dos Red Bull. Necesitó 14 vueltas para alcanzar y superar a un Sergio Pérez que luchó con garra para defender a su patrón, pero que no pudo hacer nada ante el segundo hachazo que le pegó el británico por el exterior en la frenada de la recta de meta. Pero ahí se frenó la progresión del heptacampeón.

 

 

En Mercedes intentaron primero un undercut en la vuelta 25, y luego un extraño overcut en la 44, y aunque sirvieron para acercar al británico al holandés, no fueron lo suficientemente efectivos para ganar la posición al líder de la carrera. Y ahí es cuando Hamilton se di cuenta que, o conseguía adelantar en pista al hijo de Jos, o sus opciones de pelear por el mundial se esfumaban. Lo intentó primero en la vuelta 48. Sabía que Verstappen no iba a picar como lo hizo Pérez en el final de la recta de meta, pero ese debía ser el punto de ataque para conseguir que el holandés no pudiera trazar bien las S de Senna y llegar al segundo punto de DRS lo suficientemente cerca como para lanzar un exterior en la cuarta curva. Y la jugada fue maestra, tal cual se había dibujado en la cabeza del británico, pero en ese momento el holandés optó por la única opción que le permitiría quedarse como líder, llevarse fuera de pista al británico.

Una acción clara para que los comisarios deportivos sancionaran al pupilo de Christian Horner que ni si quiera acabó en investigación. Michael Masi, director de carrera que heredó también en 2019 el puesto de Charlie Whiting cuando este falleció repentinamente antes del inicio del gran premio de Australia, quiso que el protagonismo del fin de semana no acabase en manos de su subordinado Bauer. El australiano y su equipo estimaron que la acción de Verstappen no merecía ser investigada por los comisarios deportivos, y simplemente quedaba anotada en su libro de incidencias.

Mucho tiempo hacía que no veíamos una cacicada semejante en un gran premio. Realmente no sé lo que entendieron Masi y sus técnicos para no ver que el holandés no habría tomado la curva nunca con la trayectoria que hizo y que su único fin era sacar de la pista a Hamilton para que no le sobrepasara al final de la zona de DRS.

Pues ni aún así se apagó el hambre del heptacampeón. Se serenó, volvió a estudiar a su rival, y tras confirmar que la mejor opción de adelantarle era repetir la jugada de meterle el morro al final de recta y provocar una mala trazada del de Red Bull, lanzó de nuevo el ataque en la vuelta 59 y esta vez no dejó opciones a que se repitiese la jugada del líder del mundial.

Llevamos tiempo avisando que todas las carreras que restan para terminar el mundial son finales, probablemente desde que había seis citas pendientes. Ahora, con tan solo tres carreras en el calendario y 14 puntos de separación entre Verstappen y Hamilton, serán más que finales. Más aún cuando dos de los trazados son nuevos en esta disciplina, el de Qatar y el de Arabia Saudí. Eso sí, llegamos con las espadas en todo lo alto porque la actuación de Hamilton en Brasil le permite afrontar este final de campeonato dependiendo de sí mismo, algo que el viernes dudábamos todos. Y no se engañen, si creen que el protagonismo de los chicos de la FIA se ha acabado en Brasil, me parece que no será así. Veo difícil que superen lo de este fin de semana, pero a buen seguro que nos tienen sorpresas guardadas. Habrá que esperar para verlas. Mientras tanto, no se olviden que el británico tendrá que luchar contra el holandés y contra la historia. El hecho de que Verstappen llegue a Qatar con nueve victorias debe hacerle recordar al pupilo de Ron Dennis que solo hay un piloto con más triunfos en un año que no ha conseguido ser campeón del mundo esa temporada. ¿Saben quien es? Pues él mismo en 2016 cuando perdió el título a pesar de sus diez victorias frente a las nueve de Nico Rosberg. Por cierto, el de Hasselt es el piloto con más victorias en la fórmula 1 sin título mundial con 19 triunfos, un récord que hasta este año ostentaba Stirling Moss con 16 victorias. Curioso, ¿verdad?

@luismanuelreyes

 

 

CLASIFICACION
1.-Lewis Hamilton (Mercedes) 71 - 1:32'22.851 
2.-Max Verstappen (Red Bull/Honda) 71 - 1:32'33.347
3.-Valtteri Bottas (Mercedes) 71 - 1:32'36.427
4.-Sergio Pérez (Red Bull/Honda) 71 - 1:33'02.791
5.-Charles Leclerc (Ferrari) 71 - 1:33'12.368
6.-Carlos Sainz (Ferrari) 71 - 1:33'14.671
7.-Pierre Gasly (AlphaTauri/Honda) 70 -1:32'27.043 - 1 vuelta
8.-Esteban Ocon (Alpine/Renault) 70 - 1:32'43.369 - 1 vuelta
9.-Fernando Alonso (Alpine/Renault) 70 - 1:32'43.860 - 1 vuelta
10.-Lando Norris (McLaren/Mercedes) 70 - 1:32'46.857 - 1 vuelta
11.-Sebastian Vettel (Aston Martin/Mercedes) 70 - 1:32'48.145 - 1 vuelta
12.-Kimi Räikkönen (Alfa Romeo/Ferrari) 70 - 1:32'53.939 - 1 vuelta
13.-George Russell (Williams/Mercedes) 70 - 1:33'20.939 - 1 vuelta
14.-Antonio Giovinazzi (Alfa Romeo/Ferrari) 70 - 1:33'23.413 - 1 vuelta
15.-Yuki Tsunoda (AlphaTauri/Honda) 70 - 1:33'27.652 - 1 vuelta
16.-Nicholas Latifi (Williams/Mercedes) 70 - 1:33'31.663 - 1 vuelta
17.-Nikita Mazepin (Haas/Ferrari) 69 - 1:32'58.069 - 2 vueltas
18.-Mick Schumacher (Haas/Ferrari) 69 - 1:33'35.425 - 2 vueltas
      Daniel Ricciardo (McLaren/Mercedes) 49 - 1:06'27.514 -Motor
      Lance Stroll (Aston Martin/Mercedes) 47 - 1:04'21.731 - Retirado

Inyección de moral