Isidre Esteve y Txema Villalobos completaron la penúltima especial cronometrada del Rally Dakar 2022 con buena nota, después de tener que buscar en varias ocasiones pasos alternativos en dunas realmente complicadas y con la arena blanda y removida por el paso de los coches que les precedían. Los españoles lograron ser 33º en meta, después de arrancar 42º y tener que gestionar el tráfico y el polvo en suspensión.
La etapa 11 del Dakar ofreció una buena dosis de dunas, salpimentadas con pasos complicados por cañones arenosos y cauces de ríos secos con navegación compleja. Esteve y su copiloto fueron capaces de evitar quedarse enganchados en la arena blanda de esta zona de Arabia Saudí y cuidaron de la mecánica de manera magistral, como han venido haciendo a lo largo de estas dos semanas de carrera. En la general, a falta del último día de competición, la pareja apoyada por Repsol, MGS Seguros, KH-7 y Toyota marcha 27ª.
“Hemos tenido una etapa realmente complicada, con muchísimas dunas. Ya nos habían avisado que sería la más compleja de este Dakar y así ha sido. Nos ha costado mucho subir algunas dunas porque el terreno estaba muy blando y había roderas por todas partes. Hemos tenido que buscar pasos alternativos por abajo en cuatro ocasiones y eso ha implicado muchos minutos de pérdida. Pero lo importante es que estamos aquí, que no hay ningún problema con el coche y que estamos contentos con el ritmo y por cómo ha ido todo”, ha comentado el catalán en el vivac de Bisha.
“Creo que a nivel de dificultad ha sido la jornada más dura de este Dakar, sin duda. Cuantos más coches pasan por estas dunas blandas, más complicado es coronarlas. Además, a los que llevan rueda grande les cuesta la mitad. En la parte final hemos perdido alrededor de cinco minutos, porque nos han pasado los tres Kamaz y hemos tenido que dejarles espacio por el polvo en suspensión. Mañana la etapa es muy corta, pero hay que estar atentos hasta el final por lo que pueda pasar. Estamos listos y con ganas de correr estos últimos kilómetros”.