La historia de Jordi Gené está íntimamente ligada al Circuito del Jarama. De hecho, toda su exitosa trayectoria como piloto profesional se debe a que un día, en 1982, acompañó a su padre, Esteban Gené, a realizar en el Circuito del Jarama un curso de conducción en la Escuela de Pilotos de Emilio de Villota.
El actual piloto de Cupra en la Copa del Mundo de Turismos Eléctricos (ETCR) tenía tan solo doce años y en sus planes no estaba subirse al Porsche 930 Turbo de su padre, pero De Villota le pidió que diese una vuelta para ver cómo lo hacía. Y, por supuesto, Jordi no se negó, e hizo bien, porque sorprendió a todos los presentes con la vuelta más rápida del día.
“Yo venía para acompañar a mi padre, para pasar el día y nada más”, recuerda Gené con una sonrisa en la cara, ahora enfundado en el uniforme de Cupra, la compañía a la que representa desde hace años y para la que, además de piloto de competición, ejerce de piloto de pruebas. “La Escuela de Pilotos daba un premio a los que mejores tiempos hicieran a lo largo de la jornada, y cuando todo estaba a punto de acabar, Emilio le propuso a mi padre que yo diese una vuelta con el coche en el circuito. Mi padre aceptó y lo hice”.
Aquel fue el primer día en el que Jordi se enfrentó a un circuito de carreras, y no defraudó. Aunque nadie lo sabía, estaba dando sus primeros pasos como piloto.
“Para mí fue emocionante. Tenía doce años y nunca había entrado antes en un circuito. Conocía el coche más o menos, porque lo había conducido alguna vez por la urbanización. El caso es que algo debió ir ‘mal’ cuando, al acabar mi vuelta, me pidieron que la repitiera. Yo estaba encantado; di otra vuelta y resulta que fui el más rápido del día. De Villota le dijo a mi padre que tenía un chaval que podía hacerlo bien y le propuso que me apuntara a la escuela”, relata el barcelonés.
Aquel fue el inicio de una larga carrera deportiva para Gené, quien solo unos años después, en 1986, se alzó con el Campeonato de España de Karting, un título clave en su salto a los monoplazas para competir en la Fórmula Fiat, Fórmula Ford, Fórmula 3 y Fórmula 3000… antes de rozar el sueño de la Fórmula 1. A pesar de no cumplirlo, Jordi no tiró la toalla y pasó a competir en turismos tras aceptar la llamada de Seat.
Durante su trayectoria, Jordi ha regresado en numerosas ocasiones al Jarama, y siempre ha dejado su huella en el histórico trazado madrileño. “Aquí gané en la Fórmula Fiat y también en la Fórmula Ford. Después me fui a Inglaterra y cuando volví fue con el Toledo (1994). Estuve a punto de dejar el automovilismo, pero seat me pidió hacer una carrera en el Jarama… Este circuito siempre acaba siendo mi piedra filosofal. Después me fichó Opel; no gané con ellos, aunque fue un gran año; con Audi gané el Campeonato de España de Superturismos y regresé al Jarama cuando corrí con camiones y también con los GT”, explica.
Cuarenta años después de aquel día de 1982, Gené sigue regresando al Jarama para luchar por la vuelta más rápida, y lo sigue consiguiendo: el sábado conquistó la “Pole Position” de su grupo en el FIA ETCR. La vida le ha cambiado radicalmente y ahora aquel niño de 12 años, a sus 51 primaveras, es uno de los pilotos más experimentados y reputados del mundo. Ya no lleva un coche de calle por diversión, sino un Cupra e-Racer 100% eléctrico de 680 CV con el que el domingo logró su primer podio en el FIA ETCR. Han pasado los años, el automovilismo deportivo se ha transformado y muchos de los rivales de la época ya se han retirado… pero el Jarama permanece intacto y la velocidad continúa corriendo por las venas de Jordi.
“¿Mi mejor vuelta este circuito? La de la pole de este fin de semana con el e-Racer está en el top. Creo que ha sido mejor… o bueno, en realidad es la mejor después de aquella vuelta con el Porsche 930 Turbo. Aquel día comenzó todo”, concluye Jordi.