Pocos podían pensar en mayo que íbamos a tener un campeonato con 17 carreras después del aluvión de anulaciones y suspensiones habidas tras el conato de gran premio en Australia. Pues bien, este fin de semana se ha llegado a la décima carrera de la temporada y ya contamos con un calendario cerrado de 17 pruebas. Todo un logro en estos días de pandemia que vivimos y del que podemos responsabilizar en gran medida a Chase Carey, el CEO de la Fórmula 1 que sucedió a Bernie Ecclestone cuando Liberty Media se hizo con el control de las acciones que hasta entonces atesoraba CVC Capital Partners. Tanto esfuerzo parece haber cansado a este irlandés que asumió un rol de jefe en un deporte que desconocía, y que ahora pasará a un segundo plano para dejar el negocio en manos de un viejo conocido, el italiano Stefano Domenicali. Ocupémonos entonces de este cambio tan importante en el futuro de este deporte y dejemos a un lado el desastre de ayer de Lewis Hamilton en Scochi con sus arrancadas fuera de reglamento, y dejemos también de lado el triunfo de su compañero de garaje, y la peor actuación en bastante tiempo de Carlos Sainz. Hoy mandarán los despachos.
Por cierto, antes de empezar con los hechos me veo obligado a explicar lo que es un CEO antes de que mi amigo Fernando Azurmendi me recrimine la utilización de un anglicismo, y es que, dado que en el billete de hoy aparecerán varios CEO, prefiero prevenir que curar. El cargo proviene en inglés de Chief, Executive Order, lo que en español sería Oficial Ejecutivo en Jefe, y que traducido a la calle sería el mandamás de una empresa. Una vez aclarado esto, centrémonos primero con el que abandona su puesto.
Criado en la FOX de Rupert Murdoch, Carey ha sabido bailar con la más fea. Suceder a Ecclestone, un hombre que no solo dominó con puño firme este negocio, sino que lo inventó tal y lo conocemos no ha podido ser fácil. Y menos después de que el “pequeñín” gobernase a su antojo durante casi cuatro décadas. Entre sus logros destaca la renovación del Pacto de la Concordia en su octava edición por el que la FIA, la Fórmula 1 y los equipos se reparten los derechos de televisión de los grandes premios, y sobre todo, haber conseguido sacar adelante la temporada más difícil desde que en 1950 se disputó el primer mundial de la especialidad.
Si las temporadas de Fórmula 1 se negocian con años de anticipación, conseguir involucrar a circuitos que nunca habían albergado carreras de la máxima categoría, y cerrar un calendario digno de un mundial en tiempo récord es obra de la gente de Liberty Media y sobre todo de su máximo mandatario, el señor Carey.
En su entrada en este deporte en 2017, el irlandés ya anunció que trataría que su paso por la Fórmula 1 no fuera dilatado, y así ha sido. El hombre de los bigotes retorcidos dejará su puesto al finalizar el año, y tan suculento cargo no ha estado exento de una lucha feroz por hacerse con su control. Eso sí, esta vez no ha ganado Mercedes. Han sido los chicos de Maranello los que se han llevado el gato al agua impidiendo que Toto Wolff se hiciese cargo del Gran Circo. Podríamos incluso afirmar que lo que no están consiguiendo en la pista este año los de Maranello lo han conseguido en los despachos, que es ganar a Mercedes.
El austríaco lleva un tiempo deshojando la margarita acerca de en qué va a ocupar su tiempo cuando deje de ser el jefe del equipo Mercedes. Y es que su contrato finaliza el 31 de diciembre de este año y aún no está claro si va a mantener su relación contractual con la firma germana, y más aún, su relación de negocios, puesto que Wolff es propietario del 30% del equipo AMG F1.
Por el momento él se ha encargado de asegurar que va a continuar en la formación que comanda Lewis Hamilton y que Mercedes va a continuar siendo propietaria del equipo de competición. Pero la rumorología trabaja en su contra. Por un lado, su mala relación con el nuevo presidente de Daimler, Ola Källenius, lo situaría lejos de la toma de decisiones en el quipo, lo que podría llevarle a comandar el nuevo proyecto que estrenará Lawrence Stroll con Aston Martin sobre la base del actual Racing Point. Y es que el austríaco se ha hecho hace pocos meses con el 0,95% de Aston Martin justo después de que el padre de Lance Stroll se hiciera con el control de la compañía británica. Wolff se ha encardo de afirmar que la inversión se debe exclusivamente al bajo precio de las acciones de la firma británica que no pasa por sus mejores momentos, pero nadie se cree que no haya un por qué detrás de este movimiento accionarial. Incluso se llegó a sospechar que el dúo Stroll-Wolff podría opositar a hacerse con el control de Mercedes AMG F1, para lo que solo necesitarían hacerse con otro 21% de las acciones, pero eso parece ahora descartado.
Si a estos movimientos sumamos el interés que pueda tener el gigante químico Ineos en la compra de Mercedes AMG F1 para pasar de ser uno de los patrocinadores de referencia este año a controlar la formación de Brackley, parece que la salida de Wolff hacia Aston Martin puede tener sentido. Ineos ya hizo algo similar en el equipo ciclista Sky.
Sin embargo, el expiloto austríaco intentó por el medio una salida a lo grande, pasar a suceder a Carey al mando de la Fórmula 1. En contra estuvo su papel como accionista de Mercedes AMG F1, de Aston Martin y, sobre todo, el veto que ha ejercido Ferrari en la decisión de Liberty Media. Y es que la escuadra de Maranello es la única que cuenta con ese comodín de poder vetar cualquier decisión importante que afecte a la categoría reina del automovilismo. Para ellos era impensable que el jefe del equipo que lleva siete años pasando el rodillo en los circuitos se convirtiera en el máximo mandatario de este deporte.
Curiosamente, el hombre elegido tras ejercer su veto Ferrari ha sido Stefano Domenicali, un hombre de la casa que trabajó en Maranello durante 23 años y que, tras haber pasado por un montón de puestos organizativos, como director de personal, director de logística, director deportivo o jefe de equipo, se convirtió en el director de la Scudería en 2008 tras la marcha de Jean Todt para dirigir la FIA. Tras su cese en 2014, Domenicali fichó por Audi, y fue nombrado más tarde CEO de Lamborghini, a la que ha llevado a sus cotas más altas de ventas en años. Curiosamente, una de las últimas apariciones públicas de Domenicali en España tuvo lugar el año pasado en el centenario del Salón del Automóvil de Barcelona. El italiano era uno de los ponentes de una rueda de prensa reducida, a la que tuve el honor de asistir, y donde otro protagonista actual de la Fórmula 1 ejercía de anfitrión como CEO de Seat, el también italiano Luca di Meo, impulsor ahora del nuevo proyecto de la firma gala con Fernando Alonso.
Ahora, este amante de la Fórmula 1 vuelve al paddock como el gran capo del negocio, y cierra así un triunvirato que debe designar el futuro de este deporte con dos socios que también defendieron el color rojo de Ferrari. Ross Brawn, director deportivo de la Fórmula 1, Jean Todt, presidente de la FIA, y el propio Domenicali, ahora CEO de la F1, formaron equipo juntos a finales de los años 90 y principios de los 2000 en la era dorada de Ferrari con Michael Schumacher. Ahora los tres vuelven a juntarse con un rol bastante diferente, o al menos eso esperan los rivales de la mítica Scuderia.
@luismanuelreyes
CLASIFICACION
1.-Valtteri Bottas (Mercedes) 53 - 1:34'00.364
2.-Max Verstappen (Red Bull/Honda) 53 - 1:34'08.093
3.-Lewis Hamilton (Mercedes) 53 - 1:34'23.093
4.-Sergio Pérez (Racing Point/Mercedes) 53 - 1:34'30.922
5.-Daniel Ricciardo (Renault) 53 - 1:34'52.429
6.-Charles Leclerc (Ferrari) 53 - 1:35'02.550
7.-Esteban Ocon (Renault) 53 - 1:35'08.370
8.-Daniil Kvya (AlphaTauri/Honda) 53 - 1:35'30.130
10.-Alexander Albon (Red Bull/Honda) 53 - 1:35'38.224
11.-Antonio Giovinazzi (Alfa Romeo/Ferrari) 52 - 1:34'12.509 1 vuelta
12.-Kevin Magnussen (Haas/Ferrar) 52 - 1:34'14.419 1 vuelta
13.-Sebastian Vettel (Ferrari) 52 - 1:34'15.467 1 vuelta
14.-Kimi Räikkönen (Alfa Romeo/Ferrari) 52- 1:34'16.339 1 vuelta
15.-Lando Norris (McLaren/Renault) 52 - 1:34'26.176 1 vuelta
16.-George Russell (Williams/Mercedes) 52 - 1:35'22.195 1 vuelta
Carlos Sainz (McLaren/Renault) 0 Colisión
Lance Stroll (Racing Point/Mercede) 0 Colisión