sábado. 23.11.2024

¿Quién dijo que la F1 es aburrida?

Con dos grandes premios disputados, ya empezamos a tener claro lo que nos espera este año, emoción a raudales. Una vez que sabemos que la dictadura de los Mercedes que empezó a flaquear la temporada pasada ha finalizado, nos encontramos por fin en un escenario que no domina un solo equipo. Red Bull y, sobre todo Ferrari, son los que se llevan las notas altas en los exámenes de esta evaluación de los meses invernales.

Hace cuatro meses el circuito de Jeddah nos deleitaba con uno de los finales de temporada más emocionantes de la historia. Ayer, el trazado urbano de Arabia Saudí nos volvió a ofrecer una carrera de las que hace afición. Eso sí, para colmo de males para Sergio Pérez, Nicholas Latifi volvía a erigirse en juez arrebatando al mexicano toda opción de triunfo en un gran premio que tenía en su bolsillo. Con la salida de Nikita y el dinero de su padre Dimitri de Haas, el canadiense parece empeñado en convertirse en el nuevo “Mazepin” de la parrilla tras arruinar a Lewis Hamilton y a Pérez los dos grandes premios celebrados en el país saudí. Con todo ello la última parte de la carrera vivida entre dos eternos rivales, Charles Leclerc y Max Verstappen, fue para grabar y volver a ver en diferido.

Con dos grandes premios disputados, ya empezamos a tener claro lo que nos espera este año, emoción a raudales. Una vez que sabemos que la dictadura de los Mercedes que empezó a flaquear la temporada pasada ha finalizado, nos encontramos por fin en un escenario que no domina un solo equipo. Red Bull y, sobre todo Ferrari, son los que se llevan las notas altas en los exámenes de esta evaluación de los meses invernales.

Los de la bebida energética han refrendado con la nueva normativa lo que ya nos enseñaron el año pasado, y encima, han conseguido por fin encontrar un compañero para Verstappen que sume y ayude en la lucha por el mundial, por mucho que Cristian Horner se empeñe en afirmar que a él lo que le importa es el mundial de pilotos, no el de constructores. Si tras la carrera de Bahréin podíamos pensar que el mexicano iba a estar fuera de la lucha por los podios con su compañero y los dos Ferrari, en Jeddah se marcó la primera pole de su carrera, eso sí, tras 215 calificaciones disputadas, y de no haber sido por el accidente del canadiense podría haber firmado su tercera victoria.

Con todo esto, afirmar que puede estar al final de temporada por delante del holandés nos parece una utopía, pero sí que tendrá oportunidades puntuales de brillar con luz propia y ganarse la opción de rubricar una nueva temporada con Helmut Marko. El hambre de triunfos de Verstappen parece infinita, y no está dispuesto a permitir que los Ferrari le arruinen la fiesta una vez que los Mercedes han desaparecido de escena. Y es que, de momento, a los de la estrella no se les espera en la fiesta.

Los de Brackley son el tercer equipo de la actual parrilla, aunque a un mundo de los nuevos dominadores del gran circo. Lo sabe George Russell, los sabe Toto Wolff, y por su puesto lo sabe también Peter Bonnington “Bono”, el ingeniero de pista del heptacampeón mundial. Sin embargo, parece que Hamilton se niega a aceptar la cruda realidad. Si antes hablábamos del hambre de victoria que tiene Max Verstappen, podemos afirmar sin equivocarnos que en el paddock solo hay un piloto que pueda luchar en este curioso apartado con el holandés, y no es otro que el de Stevenage.

Tras los terceros entrenos libres sabía de sobra que, de no haber fallos arriba, tan solo podía aspirar a ser quinto, y por eso, se lo jugó todo a una carta en la calificación cambiando los reglajes que llevaban usando desde que empezaron a rodar en Jeddah. Una decisión que en la mayoría de equipos sería anulada nada más mencionarla, pero que cuando la propone un heptacampeón del mundo no se duda en llevarla a cabo porque no sería la primera vez que Hamilton arregla un problema con su varita mágica.

Pues en esta ocasión el experimento salió rana, y el británico se quedó fuera de la Q2 por primera vez en cinco años. Para la carrera, los de Mercedes anularon el ensayo-error en su monoplaza, y Hamilton ya rodó en los tiempos de su compañero, pero con diez pilotos por el medio de ambos. Aún así, que no se preocupen sus fans. Desde luego Mercedes no va a ser el que marque el ritmo este año, pero mucho nos defraudarían si no acaban ganando alguna carrera. Por el momento Montmeló aparece en rojo en su calendario para introducir un paquete de reformas que cambie por completo el rendimiento de sus monoplazas, aunque la carrera española es la sexta de la temporada y a esas alturas, o sus rivales han tenido alguna debacle como la de Red Bull en Sakhir, o ya no habrá opciones de alcanzar este año el octavo mundial que lo diferencia del Kaiser.

 

 

Pero ahora son tiempos de centrarnos de nuevo en Ferrari. El doblete en Bahréin no fue una casualidad. Charles Leclerc y Carlos Sainz son dos de los pilotos más en forma, y cuentan con el arma que los de Maranello llevan soñando desde que en 2019 la FIA les aguó la fiesta. El madrileño ha conseguido su tercer podio consecutivo a pesar de afirmar que aún no se encuentra a gusto con el nuevo monoplaza, y el monegasco parece haber despertado del letargo en el que estuvo sumido el año pasado cuando el hijo del bicampeón del mundo de rallyes le pasó por encima. Sainz es ahora mismo la única opción que tienen los aficionados españoles de ver un piloto pelear por victorias, o al menos, con asiduidad.

Él ha sido el responsable de que Montmeló haya colgado el cartel de “no hay billetes” para el gran premio que se disputará en mayo, aunque los responsables del Circuito trabajan ya en conseguir montar alguna grada provisional al estilo de cuando en 2007 Alonso consiguió meter allí 140.700 aficionados. Por mucho que nos empeñemos en cargar de responsabilidad al asturiano, él ya no está en esas guerras. Tras una primera carrera claramente por detrás de su compañero ayer estuvo muy por encima de Ocon. Sin embargo, su Alpine no ha llegado a la ansiada meta de la nueva normativa en el estado deseado por el ovetense. Si bien en Jeddah si tuvo ritmo, su motor dijo basta antes de que se diese la bandera a cuadros, y eso que el propulsor era el segundo de la temporada puesto que el de Bahréin se envió el viernes antes de los primeros libres a Viry-Chatillon para estudiar si se puede salvar de cara al resto de la temporada.

Eso sí, los galos pueden estar tranquilos de no tener que batallar este año con las otras formaciones que montan el propulsor Mercedes como McLaren, Williams o Aston Martin. Todos están muy por detrás, y este año son los satélites de Ferrari, Haas y Alfa Romeo, los que pelearán con los de Otmar Szafnauer para secundar a la terna de arriba. Aunque también es cierto que, viendo la carrera de ayer, el rumano-estadounidense que ahora dirige el equipo va a tener que lidiar primero con sus pilotos, o probablemente con sus ingenieros. Si bien es cierto que no se hizo pública ninguna radio con órdenes de equipo cuando Alonso alcanzó a Ocon, de no haber existido realmente sería una torpeza muy grande para el muro rosa. Las trifulcas entre los dos compañeros de equipo estuvieron a punto de dar al traste con las opciones de secundar a Russell en la clasificación. Es curioso que en 2018 Szafnauer ya tuvo este problema con Ocon y Pérez en Racing Point – Force India, y con el mismo patrocinador rosa, BWT.

Por cierto, igual que seguimos alabando las decisiones tomadas por Ross Brawn y su equipo para ofrecer mayor espectáculo, este fin de semana hay que criticar el exceso de celo del sábado de Liberty Media y la FIA para no enseñar lo ocurrido en el accidente de Mick Schumacher una vez que ya se supo que el alemán se encontraba bien. No hay que llevar a extremos los secretismos, sobre todo cuando se sabe que el piloto no corre peligro. Igualmente nos extraña que el nuevo director de carrera Niels Wittich permitiera a Alonso dar una vuelta completa con su coche averiado en el circuito más peligroso del mundial con zonas totalmente ciegas. Su avería fue en la curva 2, y acabó en la entrada del pit lane junto al McLaren de Daniel Ricciardo, aunque el coche del australiano se averió justo al inicio de la recta. Sin duda un riesgo muy alto para Alonso y sus rivales que era fácilmente evitable.

@luismanuelreyes

 

 

CLASIFICACION
1.-Max Verstappen (Red Bull) 50 - 1:24'19.293
2.-Charles Leclerc (Ferrari) 50 - 1:24'19.842 - 0.549
3.-Carlos Sainz (Ferrari) 50 - 1:24'27.390 - 8.097
4.-Sergio Pérez (Red Bull) 50 - 1:24'30.093 - 10.800
5.-George Russell (Mercedes) 50 - 1:24'52.025 - 32.732
6.-Esteban Ocon (Alpine/Renault) 50 - 1:25'15.310 - 56.017
7.-Lando Norris (McLaren/Mercedes) 50 - 1:25'15.417 -56.124
8.-Pierre Gasly (AlphaTauri/Red Bull) 50 - 1:25'22.239 - 1'02.946
9.-Kevin Magnussen (Haas/Ferrari) 50 - 1:25'23.601 - 1'04.308
10.-Lewis Hamilton (Mercede) 50 - 1:25'33.241 - 1'13.948
11.-Zhou Guanyu (Alfa Romeo/Ferrari) 50 - 1:25'41.508 - 1'22.215
12.-Nico Hülkenberg (Aston Martin/Mercedes) 50 - 1:25'51.035 - 1'31.742
13.-Lance Stroll (Aston Martin/Mercedes) 49 - 1 vuelta
14.-Alexander Albon (Williams/Mercedes) 47

NO CLASIFICADOS
      Valtteri Bottas (Alfa Romeo/Ferrari) 36
      Fernando Alonso (Alpine/Renault) 35
      Daniel Ricciardo (McLaren/Mercedes) 35
      Nicholas Latifi (Williams/Mercedes) 14
      Yuki Tsunoda (AlphaTauri/Red Bull) 0
      Mick Schumacher (Haas/Ferrari) 0

 

¿Quién dijo que la F1 es aburrida?