viernes. 27.12.2024

El primer sistema de refrigeración en un automóvil data de 1884, pero ni mucho menos estaba destinado a los ocupantes. Se trataba de un rudimentario invento a base de hielo para evitar el sobrecalentamiento del motor. No sería hasta medio siglo más tarde cuando alguien empezó a pensar en el confort de los usuarios. Hoy, en coches como el nuevo Seat León, el Climatronic de tres zonas lo dispone todo para que el conductor, el copiloto y los que se sienten detrás viajen en todo momento a la temperatura que han elegido. Repasamos la historia de la climatización a través de 4 modelos de Seat.

 

 

Seat 1400: Abre la ventanilla. Aunque desde la década de los 40 existía la posibilidad de instalar en los vehículos un sistema embrionario del aire acondicionado, patentado por el norteamericano Willis Haviland Carrier, este costaba unos 300 dólares, una auténtica fortuna para la época. Por eso, el modo de refrigeración general era simple: abrir la ventanilla. El 1400, del año 1953, incorporaba dos de triángulo que, con su geometría específica, aseguraban que la corriente impactara sobre todo en manos y brazos del conductor y el copiloto. Por abajo, el aire entraba a través del radiador si la calefacción estaba desconectada.

Seat 132: Aire acondicionado de fábrica. El gran despegue del aire acondicionado se vivió cuando Nash Kelvinator se convirtió en el primer fabricante especializado en estos sistemas y lo suministró a diferentes marcas automovilísticas. El 132, un modelo de 1973, fue el primer Seat que permitía, si así lo solicitaba el cliente, instalárselo en fábrica. Además, el coche incorporaba unos parasoles con un diseño único. No eran vasculantes, sino que se escondían en el techo del vehículo y se deslizaban hacia abajo. Además, los incorporaba también en los laterales, evitando el impacto de la luz solar de frente y de lado.

Seat Ibiza 2ª generación: Graduando el frío. En el Ibiza de 1993 ya se podía optar por un aire acondicionado mucho más avanzado. Sin embargo, todavía no se podía seleccionar temperatura. El sistema refrigeraba más o menos dependiendo de la velocidad del ventilador interior, que el usuario podía regular. El sistema cumplía además una importante función de seguridad, ya que resecaba el ambiente, impidiendo que el parabrisas se empañara.

Nuevo Seat León: Climatronic 3 zonas. Con múltiples sensores (de temperatura exterior e interior, solar, de presión y de humedad), el sistema va regulando los elementos internos para mantener la temperatura escogida, sean cuales sean las condiciones exteriores. Además, en los modelos híbridos, el Climatronic puede accionarse a distancia para que una vez el usuario llegue al coche, esté a la temperatura idónea. Por otro lado, la función Air Quality Sensor detecta cuando hay un exceso de polución, cierra automáticamente las entradas de aire exterior y hace recircular el del interior. A su vez, el sistema Air Care lo purifica, incorporando incluso un filtro antialérgico.

El futuro: Conociendo al usuario. La eficiencia y el ahorro de energía, la calidad del aire y la personalización son las principales líneas de trabajo del equipo de Climatización de Seat.  En unos años, se podría crear un perfil de usuario, con datos como el peso y altura, la vestimenta, el metabolismo o las rutinas diarias y el sistema los podría utilizar para mantener un confort óptimo.

 

Los sistemas de refrigeración a través del tiempo