En la vida es muy difícil decir que uno ama una especialidad deportiva sin que prime el tomar partido por uno de los deportistas inmersos en ella. Es más, aunque uno ame la disciplina, la parte emocional de nuestro cerebro que todos tenemos acaba decantándose por una de las partes implicadas, aunque algunos lleguemos o pretendamos priorizar la competición por encima de todo. En el futbol, por ejemplo, cuando uno nace del Madrid, del Barça, o del Sporting o del Oviedo, normalmente salvo raras excepciones, mantiene sus colores hasta la muerte. De hecho, yo solo conozco el caso de mi hermano, que pasó de San Lorenzo a las Ramblas por entrar en el acuerdo contractual del Brujo, aunque solo tuviera cinco años.
Es cierto que en el futbol esa pasión por los colores se centra siempre en los equipos, mientras que en la Fórmula 1 son los pilotos los protagonistas, y obviamente estos tienen fecha de caducidad. Por eso, este fin de semana en Montreal hemos vivido momentos extraños que, en aquellos que priorizamos el deporte, hicieron aflorar en nuestra cabeza ciertos ramalazos de forofismo que por momentos nublan el objetivo de disfrutar viendo una carrera independientemente de quien gane.
La caprichosa climatología nos proporcionó el sábado una situación diferente en el Gilles Villeneuve capaz de romper el status de la parrilla. Y en esa situación extraña, y sin haber sido nunca un amante del asfalto mojado, brilló con luz propia Fernando Alonso. Hacía diez años que el asturiano no alcanzaba la primera fila de la parrilla, desde Alemania 2012 y, por si fuera poco, era la primera vez que dos españoles se colaban en el top 3 de una calificación. Así, mientras que los incondicionales soñaban con un podio en Canadá, los que tratamos de alejarnos de ese sentimiento ultra disfrutamos de una jornada que nos hizo recordar la primera década del siglo con las actuaciones del ovetense allá donde participaba.
Por cierto, para los amantes de la estadística, decir que el pupilo de Flavio Briatore se unía con esta actuación a un elegido grupo de pilotos que han alcanzado esa primera fila con más de 40 años, Michael Schumacher, Nigel Mansell, Mario Andretti, Jack Brabham, Graham Hill y el gran Juan Manuel Fangio, todos, eso si, mayores que él cuando alcanzaron esa posición por última vez.
Aunque Leclerc y Pérez estuvieran KO, era muy difícil creer que el Alpine podía alcanzar los cajones de honor. No imposible, porque ya lo hizo el año pasado en Catar, e incluso su compañero consiguió vencer en Hungría, pero si muy difícil. Con el estado de forma del asturiano, y la situación global que tenemos en todos los equipos en cuestión de fiabilidad con pilotos de Ferrari y Red Bull quedándose en la estacada por averías, no sería de extrañar que ese sueño de verlo de nuevo en la celebración del champagne se cumpla de nuevo, pero no será fácil, ni mucho menos habitual.
En este deporte no sirve solo con estar en buena forma, incluso que tu coche sea rápido, y aquí el Alpine volaba. Además, tienen que respetarte las averías y tu equipo tiene que hacer un fin de semana redondo, tanto en los pit stops como en la estrategia, y a Alonso esta vez le falló la estrategia y no le respetó la mecánica. De nada vale fustigarse con que se quedaron fuera de la segunda ventana de Virtual Safety Car porque dos de los pilotos que acabaron en el podio utilizaron la primera, Max Verstappen y Lewis Hamilton. Además, los fallos en el motor de su Alpine en la parte final debieran haberlo retrasado más aún de no haber sido por la protección del DRS de su compañero Esteban Ocon, aunque al final los comisarios lo castigaran por la protección que hizo contra Valtteri Bottas en la penúltima vuelta para ser noveno.
La marea azul tendrá que seguir esperando para ver a Alonso en un podio igual que lo tendrán que hacer los seguidores de Carlos Sainz. Lo del madrileño empieza a ser de estudio. Ya es el sexto piloto en número de participaciones sin alcanzar la victoria con 149 arrancadas, y el cuarto en podios sin triunfo con once, y a tan solo dos del recordman Nick Heidfeld. Ayer estuvo cerca de romper estas estadísticas, eso sí, con su compañero fuera de juego por la mala fiabilidad de su Ferrari.
Ciertamente no sabemos que llegará primero, si el podio de Alonso o la victoria de Sainz, pero ambas se nos antojan difíciles de conseguir. El hijo del bicampeón mundial está sudando sangre para alcanzar su objetivo. Ni si quiera cuando firma un fin de semana sin errores parece que pueda alcanzarlo. Y es que coincidir en el tiempo con un crack como Verstappen, y un proyecto de crack como Charles Lecler, te hace la vida más cuesta arriba. Sin errores ni problemas ambos están por delante de él, así que, si yo fuese Heidfeld, empezaría a temblar por el único récord que atesora el alemán.
Y volviendo a los forofismos, hubo otro sector de la grada que volvió a ilusionarse el domingo. Cuando ya parecía que la vida deportiva de Hamilton había acabado, el de Stevenage volvió por sus fueros como si fuera ayer cuando acabó perdiendo el mundial en la última vuelta de Abu Dabi. Mucho se ha hablado estas semanas del británico y del asturiano. El primero parecía enterrado en vida por no tener este año un monoplaza acorde a sus posibilidades y por encontrarse de compañero de equipo a uno de los talentos que reinará en este deporte en poco tiempo. Y es que lo de George Russell empieza a ser una realidad, aunque solo sea porque es el único piloto que no se ha bajado del top cinco en las nueve carreras disputadas.
De hecho, ayer tuvimos que ver al mejor Hamilton para conseguir acabar por delante de su compañero. Cierto es que al finalizar no vimos dolor de espalda, aunque seguro que lo hubiera, y que por el medio el sábado calificó su monoplaza como inconducible y muy malo, pero volvió a ser el de antaño. Aquellos que sueñan con su retirada deberán de seguir esperando, y aunque este año ya esté fuera de la lucha por el mundial, más que nada porque parece que solo el holandés está inscrito en ella, a buen seguro que volveremos a verlo pelear por ese entorchado que lo separe del Kaiser.
Un poco más incierto se presenta sin embargo el futuro de Alonso. Aunque algún medio español haya llegado a escribir que ya había renovado con Alpine por un año más con opción a un segundo, lo cierto es que no hay nada oficial aún. Con esto no queremos decir que no se haya realizado la firma porque ya se sabe que en este deporte todo se anuncia con mucho tiempo de decalaje, pero cada semana hay un miembro del equipo que siembra incertidumbre. En esta ocasión fue su jefe Otmar Szafnauer quien aseguró que su joven promesa Oscar Piastri sí estará en la Fórmula 1 el año que viene, sin embargo, a pesar de esa capacidad de ver el futuro del australiano, afirmó que no podía ver el del asturiano al ser preguntado por él. Por el momento la teoría de Tom Coronel sigue siendo válida también para nosotros. El diamante en bruto para Williams con motores Renault debajo del brazo, y el asturiano un año más en la formación gala. Esperemos que esos sueños no se rompan como los de este fin de semana.
@luismanuelreyes
CLASIFICACION
1.-Max Verstappen (Red Bull Racing) 70 - 1:36'21.757
2.-Carlos Sainz (Ferrari) 70 - 1:36'22.750
3.-Lewis Hamilton (Mercedes) 70 - 1:36'28.763
4.-George Russell (Mercedes 70 - 1:36'34.070
5.-Charles Leclerc (Ferrari) 70 - 1:36'36.925
6.-Esteban Ocon (Alpine/Renault) 70 - 1:36'45.647
7.-Fernando Alonso (Alpine/Renault) 70 - 1:36'46.702
8.-Valtteri Bottas (Alfa Romeo/Ferrari) 70 - 1:36'47.004
9.-Zhou Guanyu (Alfa Romeo/Ferrari) 70 - 1:36'48.709
10.-Lance Stroll (Aston Martin/Mercedes) 70 - 1:36'59.979
11.-Daniel Ricciardo (McLaren/Mercedes) 70 - 1:37'04.804
12.-Sebastian Vettel (Aston Martin/Mercedes) 70 - 1:37'06.002
13.-Alexander Albon (Williams/Mercedes) 70 - 1:37'06.650
14.-Pierre Gasly (AlphaTauri/Red Bull) 70 - 1:37'a06.940
15.-Lando Norris (McLaren/Mercedes) 70 - 1:37'13.902
16.-Nicholas Latifi (Williams/Mercedes) 70 - 1:37'21.735
17.-Kevin Magnussen (Haas/Ferrari) 70 - 1:37'29.937
RETIRADOS
Yuki Tsunoda (AlphaTauri/Red Bull) 47 - 1:04'09.142
Mick Schumacher (Haas/Ferrari) 18 - 24'51.610
Sergio Pérez (Red Bull) 7 - 9'29.562
