
Si tuviese que elegir cinco circuitos que pertenezcan al mundial actual de Fórmula 1, o que hayan albergado una prueba en el pasado, no tengo la más mínima duda que Mónaco y Suzuka estarían en esa selección. Sin embargo, los dos son capaces de darnos lo mejor y lo peor de una carrera de la categoría reina. Este año el trazado japonés nos ha dado la de arena. Tener una carrera en la que ocho pilotos de los diez primeros clasificados acabaron en la misma posición que lo hicieron el sábado en la calificación da buena muestra del aburrimiento que tuvimos en el Gran Premio. Sin embargo, como siempre decimos que la Fórmula 1 es mucho más que lo que vemos en carrera, vamos a tratar de exprimir el gran premio nipón y sacar algo de jugo a ese limón agrio que ha supuesto la tercera cita de este mundial.
Y si tenemos que empezar por algo, es por los prolegómenos del fin de semana. Si hay un animador claro estos últimos años fuera del “pit lane” ese es el equipo Red Bull. Cuando no están a palos entre ellos, como el año pasado cuando trataron de cargarse a Christian Horner, se dedican a arrancar la trituradora de pilotos para que el veterano Helmut Marko disfrute como un niño con zapatos nuevos. Este año, como las cosas parecen más tranquilas, entre bambalinas, después de los escándalos de la temporada pasada, ese juego cruel que practica el austríaco se ha puesto en marcha mucho ante de lo que suele ser habitual, y el primero en pasar por el cadalso ha sido Liam Lawson.

El neozelandés ha durado solo dos carreras en la primera formación de la bebida energética, todo un récord por cierto que lo sitúa al frente de la clasificación más surrealista de las estadísticas de este deporte, la de los pilotos que menos grandes premios han estado al volante de un Red Bull. Tras el recientemente destituido, figuran por este orden Robert Doornbos (3), Vitantonio Liuzzi (4), Pierre Gasly (12), Daniil Kvyat (21) o Alex Albon (24). Ellos son los figuras que no consiguieron acabar una temporada con los de Milton Keynes.
No nos vamos a alargar con esta tema porque ya hablamos en el pasado billete largo y tendido de lo que supone pelear contra Max Verstappen y de paso contra Helmut Marko, pero realmente lo de la escuadra de energética es para hacérselo mirar. Sin embargo, cuando tocaría analizar el primer contacto de Yuki Tsunoda con el primer equipo, debutando encima en su tierra, no nos queda más remedio que centrarnos en el piloto titular y para el que se ha diseñado ese endiablado coche, el hijo de Jos.

Quizás desde la carrera de Japón habría que preguntarse si realmente Max es hijo de un mediocre piloto de la Fórmula 1 como fue Jos, o es hijo de E.T., el extraterrestre. Lo que ha hecho en Suzuka, a pesar de que podamos catalogar la carrera como una de las más aburridas de este siglo, es realmente de locos.
No sabemos que va a pasar a partir del Gran Premio de España cuando entre en liza la nueva normativa que limitará la flexibilidad actual de los alerones, pero hasta entonces, nadie pone en duda que los McLaren van a seguir un paso por delante del resto de equipos. Ellos parece que son los que mejor han exprimido esa parte ambigua del reglamento que ahora trata de regular la FIA, y eso los coloca hasta esa carrera como principales favoritos al triunfo. Aún restan cinco carreras para llegar a Montmeló, y pueden estar seguros que si se dirigen a una casa de apuestas y juegan sus ahorros a los de Woking en esas carreras van a llevarse unos jugosos dividendos. O al menos así debiera ser si los papaya no la siguen liando y, claro está, si el tetracampeón no vuelve a ejercer de extraterrestre.

Zack Brown ha hecho lo más difícil en McLaren y está fallando estrepitosamente con lo más fácil. El americano consiguió resucitar a un equipo que estaba más muerto que vivo. Recuerden la travesía por el desierto de Fernando Alonso con ellos con el famoso motor Honda. Pero además logró reunir a un plantel de pilotos que puede catalogarse sin problemas entre las mejores duplas de la parrilla. Y todo eso con un equipo de ingenieros que comanda desde el muro Andrea Stella, y desde las computadoras de diseño Rob Marshall, quien durante 17 años vistió los colores de Red Bull como director de ingeniería.
Con esos mimbres, McLaren tendría que estar ahora aplastando a sus rivales, porque ese equipo humano consiguió dar con la tecla adecuada el año pasado, bien avanzada la temporada eso sí, para convertirse en campeones del mundo de constructores, algo que no se alcanza todos los años. Ellos llevaban sin conseguir ese cetro desde 1998.

Sin embargo, Brown está fallando en lo mismo que el pasado ejercicio, en sacar a pasear la vara de avellano de vez en cuando y poner orden en su garaje para que no tengamos dos pilotos que se reparten los puntos en función de quien trabaja mejor el sábado, mientras que Verstappen disfruta de lo lindo robándoles opciones de ser algún día campeones.
El año pasado ya hablamos varias veces de las absurdas radios que no llegan desde los monoplazas papaya en los que los ingenieros de pista William Joseph (Norris) y Tom Stallard (Piastri) dejan que sus pilotos tomen decisiones con un conocimiento muy inferior de las situaciones de carrera de las que tienen en el muro con el apoyo de toda la legión de ingenieros que trabaja durante la carrera desde la sede de Woking.

En un equipo de Fórmula 1 el ingeniero de pista ha de ser mucho más dictatorial y debe conseguir que su piloto no tenga que estrujarse el cerebro a la hora de tomar decisiones y pueda centrarse más en hacer lo que figura en su contrato, que es pilotar. Esa particular democracia sumada al hecho de que no haya unas órdenes de equipo claras de quien debe ser el piloto que consiga la mayor cantidad de puntos para disputar el título al resto de la parrilla, son las que facilitan que Verstappen siga arañando puntos por los que los dos pilotos llorarán a final de temporada.
No va a tardar llegar el momento en el que el buen trato que existe entre los dos pilotos estalle. Cuando el año pasado vieron las orejas al lobo, y se dieron cuenta que iban a ganar el mundial de constructores, pero tenían casi imposible alcanzar el de pilotos por no haber centrado sus esfuerzos en un único monoplaza, decidieron que el veterano, Lando Norris, debía ser quien ejerciera de primer piloto, pero era ya tarde para alcanzar a Verstappen.

Este año han empezado de nuevo con libertad e igualdad entre los dos, y parece que el australiano no va a consentir este ejercicio que lo vuelvan a relegar a un segundo plano cuando tiene aptitudes que le pueden permitir luchar por el mundial con ese coche. Así que, veremos cuando tarda en estallar la guerra en ese garaje. No hay más que ver cómo se las va gastando su manager Mark Webber en el paddock, conocedor como pocos de lo que supone salir a la parrilla como segundo piloto en una escudería en sus años en Red Bull con Sebastian Vettel.
Es cierto que hubo otros elementos que afectaron al desarrollo de la carrera y a los cuales podrían agarrarse los de Woking, pero no serían más que meras excusas para sortear la realidad, que no es otra que han sido unos flojos plantando batalla al neerlandés.

Con una carrera sin la aparición de la lluvia, con muy poca degradación de neumáticos, y con una pista bastante estrecha, más común entre los trazados del siglo pasado que los de este, y encima con unos coches que parecen barcazas sacadas de la línea de montaje de Santa Barbara en Trubia, los adelantamientos se venden muy caros. De hecho, de esos diez primeros clasificados de los que hablábamos al inicio del billete tan solo Lewis Hamilton y Isack Hadjar intercambiaron sus posiciones en carrera.
La cuestión es que, salvo lo de la lluvia, todos saben que cuando se llega a Japón hay esas variantes que te obligan a hacer un sábado perfecto para poder recoger los frutos el domingo, y parece que en McLaren sus pilotos no lo vieron tan claro.

Por cierto, ya que hablamos de Hadjar, hay que destacar su recuperación tras el desastre de Australia sumando sus primeros puntos en Suzuka. Quien sabe, igual Marko lo tiene ya en su particular libreta subrayado en fosforito como siguiente relevo de Tsunoda. El francés, Kimi Antonelli y Oliver Bearman son los tres rookies que mejor están resultando en el inicio de temporada, mientras que Jack Doohan, Liam Lawson y Gabriel Bortoleto han pasado de momento con más pena que gloria por la parrilla.
Vamos, algo similar a los nuestros. Mientras que a Carlos Sainz se le ha mojado la pólvora que exhibió en los test de pre temporada como si necesitase una adaptación al Williams que, si permite puntuar a Alex Albon, a Fernando Alonso más que pólvora parece que este año le han vuelto a dar un tirachinas.

Parecía difícil volver a esos años oscuros que antes mencionábamos de McLaren, pero de momento vamos camino de ello. La legión de ingenieros jefes, que Lawrence Stroll fichó para trabajar en las impresionantes instalaciones que están construyendo en Silverstone, de momento no ha dado ningún fruto para que su hijo Lance o el asturiano, puedan tratar de acercarse a la Q3, y eso hoy en día, es como pegarse un tiro en el pie.
Un calendario como este de 24 carreras puede hacerse muy largo si en todas ellas dependes de que haya una catástrofe climatológica para poder aspirar a meterte en Q3. Cierto es que con tantas carreras hemos visto en los últimos años como hay equipos que evolucionan y consiguen salir del agujero, pero en un año en el que todos miran a la temporada siguiente, y muy pocos preparan más que una evolución importante durante la temporada, prevemos fuerte marejada en la factoría de Silverstone y en especial en sus radios. Ver veremos.
@luismanuelreyes

CARRERA
1.-Max Verstappen (Red Bull/Honda RBPT) 53 - 1:22'06.983
2.-Lando Norris (McLaren/Mercedes) 53 - 1:22'08.406
3.-Oscar Piastri (McLaren/Mercedes) 53 - 1:22'09.112
4.-Charles Leclerc (Ferrari) 53 - 1:22'23.080
5.-George Russell (Mercedes) 53 - 1:22'24.345
6.-Andrea Kimi Antonelli (Mercedes) 53 - 1:22'25.654
7.-Lewis Hamilton (Ferrari) 53 - 1:22'36.165
8.-Isack Hadjar (Racing Bulls/Honda RBPT) 53 - 1:22'44.117
9.-Alexander Albon (Williams/Mercedes) 53 - 1:22'47.350
10.-Oliver Bearman (Haas/Ferrari) 53 - 1:23'01.512
11.-Fernando Alonso (Aston Martin/Mercedes) 53 - 1:23'04.316
12.-Yuki Tsunoda (Red Bull/Honda RBPT) 53 - 1:23'05.384
13.-Pierre Gasly (Alpine/Renault) 53 - 1:23'09.105
14.-Carlos Sainz (Williams/Mercedes) 53 - 1:23'21.112
15.-Jack Doohan (Alpine/Renault) 53 - 1:23'28.297
16.-Nico Hülkenberg (Sauber/Ferrari) 53 - 1:23'28.940
17.-Liam Lawson (Racing Bulls/Honda RBPT) 53 - 1:23'29.717
18.-Esteban Ocon (Haas/Ferrari) 53 - 1:23'30.421
19.-Gabriel Bortoleto (Sauber/Ferrari) 53 - 1:23'30.880
20.-Lance Stroll (Aston Martin/Mercedes) 52 - 1:22'19.912 - 1 vuelta